Corresponsables entrevista a Lise Kingo, CEO del Pacto Mundial de Naciones Unidas que hace un balance del impacto a nivel mundial de la crisis sanitaria provocada por el COVID19 y detalla los Diez Principios del Pacto Mundial fundamentales para generar confianza, oportunidades y resilencia en las empresas y comenzar a reconstruir un mundo mejor tras la pandemia.
¿En estos momentos de crisis sanitaría provocada por el COVID19, cuál es el papel fundamental de un organismo internacional como es la Red de Pacto Mundial de Naciones Unidas?
Para las organizaciones internacionales como la nuestra, necesitamos fortalecer los nuevos enfoques y los ya existentes para promover el liderazgo en un momento de crisis global. El Secretario General de la ONU ha declarado que la pandemia es un trágico recordatorio de la globalización, y de que manera tan profunda estamos conectados. Ahora, tenemos la oportunidad de reconstruir el presente y dejar atrás el pasado. El Pacto Mundial de Naciones Unidas ha realizado un llamamiento especial a todas las empresas para obtener una respuesta corporativa contra el COVID-19, y que todas las empresas tomen medidas colectivas. Nuestra misión es detener la pandemia mediante la implementación de nuestros Diez Principios en las áreas de derechos humanos, trabajo, medio ambiente y anticorrupción.
Es fundamental actuar juntos para frenar la propagación de COVID-19 y velar por las personas, especialmente por los más vulnerables y tiene un mayor riesgo: los ancianos y los enfermos, los pobres y los marginados. Además, debemos prestar especial atención al impacto económico de las personas vulnerables: las pymes, los trabajadores de la cadena de suministro y las mujeres, que a menudo soportan una carga desproporcionada de trabajo.
Hemos solicitado a las empresas que se unan para facilitar la continuidad del negocio y haya una recuperación rápida. Abordar esta crisis de manera efectiva requiere una respuesta activa de los gobiernos, las empresas y toda la sociedad. Los líderes de la Secretaria General de las Naciones Unidas y el Director General de la Organización Mundial de la Salud han pedido que los gobiernos y las empresas trabajen juntos para enfrentar este desafío.
¿Qué valores pretende transmitir el Pacto Mundial de Naciones Unidas en esta crisis sanitaria?
Hacemos una llamada a todas las empresas para anclar su respuesta en nuestros Diez Principios relacionados con los derechos humanos, los derechos laborales, el medio ambiente y la lucha contra la corrupción, y brindamos orientación sobre cómo fundamentar los esfuerzos en cada principio. También alentamos a las empresas a respaldar el esfuerzo global realizado por la Organización Mundial de la Salud, los gobiernos y las autoridades sanitarias para prevenir, detectar y gestionar la pandemia, asesoramiento financiero y facilitar la provisión de suministro de productos básicos para la vida y servicios.
Esta es una lucha global y nuestras casi 70 redes locales del Pacto Mundial de Naciones Unidas en todo el mundo han estado pendientes de las necesidades de las empresas, grandes y pequeñas. Estas redes locales apoyan a los trabajadores y al sector de la salud y colaboran con los gobiernos nacionales y los equipos de las Naciones Unidas en los países. Además, se está también generando alianzas entre empresas y demostrando lo que significa el liderazgo frente a esta crisis global.
¿Qué tipo de liderazgo empresarial es necesario para hacer frente a esta crisis?
Esta crisis ha impulsado la idea del liderazgo con un propósito. En estos momentos, ahora más que nunca, se necesita un verdadero liderazgo.
Los nuevos líderes “sostenibles” tienen un propósito, una orientación a largo plazo y se centran en un triple resultado final: personas, planeta y ganancias.
Los nuevos líderes son innovadores y disruptivos. Construyen relaciones positivas con una variedad de partes interesadas, y muestran altos niveles de inclusión y optimismo. Estos atributos están en juego ya que ahora son muchas las empresas de todo el mundo que están a la altura de los desafíos actuales a través del liderazgo de los CEO. Los líderes empresariales y las organizaciones de todo el mundo se enfrentarán a retos, desafíos y posibilidades. Se verán obligados a repensar lo que aprendieron en las escuelas de negocios y lo que han experimentado en las operaciones diarias. Practicar un liderazgo sostenible proporciona una ventaja competitiva fundamental , y quizá se convierta en la fuerza comercial disruptiva más fuerte en los próximos años.
¿Cómo pueden las empresas aplicar los Diez Principios en sus actividades diarias?
Los Diez Principios del Pacto Mundial de Naciones Unidas proporcionan ideas e inspiración en tiempos de incertidumbre.
Ahora más que nunca necesitamos que las empresas se unan para abordar la crisis sanitaria del COVID-19 a través de los Diez Principios. Para los gobiernos, estos Principios pueden proporcionar ideas e inspiración en tiempos de incertidumbre.
Los Diez Principios están anclados en el apoyo empresarial y el respeto de los derechos humanos; defender los derechos laborales, incluida la eliminación del trabajo forzoso y la discriminación en el empleo; promoviendo la responsabilidad ambiental; y trabajando contra la corrupción, la extorsión y el soborno. Estos principios son cruciales para garantizar una recuperación responsable y desarrollar la resiliencia. Además, pueden proporcionar una respuesta a esta crisis que sigue alineada con el cumplimiento de nuestras ambiciones climáticas y los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Cuando pedimos a las empresas que alineen sus operaciones con estos Diez Principios en su respuesta al COVID-19, estamos solicitando que, como mínimo, los empleados tengan acceso a un entorno de trabajo seguro con todas las precauciones posibles para limitar la exposición al virus, incluidos los trabajadores en la cadena de suministro global, que a menudo viven y trabajan en lugares cerrados y poco saludables.
Se deben tomar medidas para proteger a los empleados y trabajadores de la cadena de suministro de los costes generados por la atención médica, el desempleo y la recesión económica a largo plazo.
Las economías se recuperarán más rápido si brindamos apoyo para la continuidad del negocio. Esto requerirá que nos ayudemos mutuamente. Incluso ante la recesión, las empresas deben encontrar formas de cumplir con los contratos actuales, lo que permite flexibilidad en la entrega y las cuotas. Junto con el sector financiero y los gobiernos, debemos encontrar formas de poner a disposición de la sociedad líneas de crédito especiales y relajar los pagos.
Nuestras acciones definirán la confianza, la reputación y la legitimidad de las partes interesadas a medida que campeamos esta tormenta provocada por el COVID19.
Al tratarse de un organismo internacional, compartimos la entrevista en inglés a Lise Kingo,CEO and Executive Director of the United Nations Global Compact
Why is it important that international agencies such as the Compact express their voice during COVID?
For international organizations such as ours, we need to strengthen existing and new approaches to leadership in a time of global crisis. The UN Secretary General said the pandemic was a tragic reminder of how deeply connected we are and we now have the opportunity to build back better than in the past,The UN Global Compact has shared a special appeal for a corporate response to the COVID-19 pandemic: for all companies to take collective action to stem the outbreak through implementing our Ten Principles in the areas of human rights, labour, environment and anti-corruption.
It is important to act together to slow the spread of COVID-19 and look out for each other, not least those who are most at risk — the elderly and the sick, the poor and the marginalized. Also, we must pay close attention to those most vulnerable to its economic impact: small businesses, workers in the supply chain and women, who often shoulder a disproportionate burden of care.
We have called on businesses to stand together to facilitate business continuity for a fast recovery. Effectively addressing this crisis requires an active response from governments, business and the whole of society. Leaders from the UN Secretary General to the Director-General of the World Health Organization have called for Governments and businesses to work together to meet this challenge.
What values has the Compact been calling for during this crisis?
We are calling on companies to anchor their response in our Ten Principles related to human rights, labor rights, environment, and anti-corruption and we are providing guidance on how to ground efforts in each principle. We are also encouraging companies to stand behind the global effort taken by the World Health Organization, Governments and health authorities to prevent, detect and manage the pandemic — practically, financially, and through the stable provision of affordable supplies of life-essential commodities, utilities and services.
This is a global fight and our almost 70 Global Compact Local Networks all around the world have been at the forefront of assessing the needs of businesses – large and small. By supporting workers and the healthcare sector and collaborating with national governments and UN Country Teams, Local Networks are uniting business and demonstrating what leadership means in the face of this global crisis.
What kind of business leadership is required during this crisis?
This crisis has propelled the ideas of purpose-driven leadership and stakeholder capitalism to the forefront of the conversation, and we need true leadership now more than ever.
Research from our work with partners suggests that sustainable leaders are purpose driven, long term oriented and focus on the triple bottom line (people, planet, profit)
New leaders are innovative and disruptive. They build positive relationships with a range of stakeholders. They display high levels of inclusion and optimism.
These attributes are at play as we now see companies around the world step up to our current challenges through the leadership of CEOs. Business leaders and corporations around the world will be confronted with risks, challenges and possibilities. They will be forced to rethink what they learned in business schools and has experienced in daily operations. And practicing sustainable leadership will provide a fundamental competitive edge and perhaps become the strongest disrupting business force, in the years to come.
How can the Ten Principles be used by companies into their daily activities?
For every decision maker, the Ten Principles of the UN Global Compact can provide ideas and inspiration in uncertain times.
Now more than ever we need business to unite to tackle COVID-19 through the Ten Principles. For every decision maker, these Principles can provide ideas and inspiration in uncertain times.
The Ten Principles are anchored in business support and respect for human rights; upholding labor rights, including eliminating forced labor and discrimination of employment; promoting environmental responsibility; and working against corruption, extortion and bribery. These Principles are crucial not only for our response, but to ensure responsible recovery, and to develop resilience. They can anchor a response to this crisis that remains aligned with meeting our climate ambitions and the Sustainable Development Goals.
When we ask business to align their operations with these Principles in their response to COVID-19, we are asking that at a minimum, employees have access to a safe working environment with every precaution taken to limit exposure to the virus, including workers in the global supply chain, who often live and work in close quarters without access to health facilities.
We must take action to protect employees and workers in the supply chain from catastrophic healthcare costs, unpaid leave of absence, unemployment and long-term economic recession.
Our economies will bounce back faster if we provide support for business continuity. But it will require that we help each other out. Even in the face of recession, businesses must find ways to honour current contracts, allowing for flexibility on delivery and quotas. Together with the financial sector and policy-makers, we must find ways of making available special credit lines and relaxing repayment.
Our actions will define stakeholder trust, reputation and legitimacy as we weather this storm.