150 millones de puestos de trabajo estarán ocupados por mayores de 55 años en 2030 a nivel global. Así lo afirma el último estudio de Bain & Company, que estima que estos trabajadores representarán una cuarta parte de la población activa del G7 a finales de la década, casi 10 puntos porcentuales más que en 2011. Cabe destacar que estos trabajadores representaban en 2021 el 20,7% de la fuerza laboral en Europa, mientras que en 2001 el porcentaje era tan solo del 10,6%.
Estos datos responden, tal y como apunta la consultora, al menor número de jóvenes que se han incorporado a la población activa durante las últimas dos décadas, así como a la disminución de las jubilaciones anticipadas. Esta tendencia es más pronunciada en los países de renta alta, como Japón –donde los trabajadores de más de 55 años representarán casi el 40% de la población activa a finales de la década–, Italia o Alemania.
Adicionalmente, Bain & Company encuestó a 40.000 trabajadores de 19 países acerca de sus motivaciones laborales. Los resultados reflejan que los empleados mayores de 60 años prefieren trabajos interesantes, que puedan realizar de forma autónoma y flexible. A medida que la edad aumenta, los trabajadores muestran una mayor fidelización hacia sus empresas y se encuentran más satisfechos con su trabajo. También se observa que la proporción de empleados que trabajan a tiempo parcial o por cuenta propia suele aumentar a medida que se acerca la jubilación.
La encuesta revela también que el 22% de los trabajadores de entre 55 y 64 años considera que necesita competencias técnicas adicionales. Con las herramientas y la mentalidad adecuadas, los trabajadores de más edad pueden ayudar a las empresas a superar sus carencias de talento y crear puestos de trabajo de alta calidad que conviertan las capacidades de los trabajadores de más edad en fuentes de ventaja competitiva.
Para atraer y retener a los trabajadores de más edad, Bain & Company propone seguir tres pasos:
- Comprender las motivaciones: la principal motivación de los empleados con menos de 60 años en los países desarrollados es la remuneración, pero, a partir de esa edad, se produce un punto de inflexión. La realización de un trabajo interesante se convierte en la principal demanda de este grupo, además de la autonomía y la flexibilidad laboral.
- Formación en para los próximos 10 años: el 22% de los trabajadores de entre 55 y 64 años afirman que necesitan más habilidades tecnológicas. Para que estos empleados aprovechen correctamente las formaciones, las empresas deben diseñar programas que tengan en cuenta sus inquietudes de desarrollar actividades interesantes, además de pedir a los líderes que motiven la participación de toda la plantilla.
- Aprovechar su experiencia: es clave respetar los puntos fuertes de los trabajadores más experimentados y permitirles trabajar en lo que mejor saben hacer, dándoles un espacio para ejercer como mentores. Además, esto puede fortalecer la cultura corporativa de las empresas.