Entrevista a Luis Fernandes, director comercial de Carpisa Foods para hablar de las medidas tomadas por su empresa para paliar los efectos del coronavirus, así como de la política de responsabilidad social y sostenibilidad de su organización.
¿Qué medidas habéis puesto en marcha desde Carpisa para afrontar la crisis provocada por el COVID-19?
Nuestra máxima en Carpisa, y más si cabe en un momento como este, es la salud de nuestros empleados, por lo que desde hace tiempo empezamos a tomar medidas de protección adecuadas para salvaguardarla. Tanto en la fábrica, como a nivel logístico o incluso en la preparación y entrega de las donaciones de comida que estamos llevando a cabo en este momento como ayuda a colectivos tan necesitados.
Desde el comienzo de la crisis establecimos una serie de medidas extraordinarias que nos permiten asegurar el buen estado de los trabajadores y garantizar el suministro de alimentación a nuestros clientes. Reforzamos la desinfección, la esterilización, la ventilación de las oficinas, las zonas de paso y zonas comunes. Hemos ampliado el tiempo entre el comienzo de los distintos turnos de la fábrica para evitar las concentraciones de empleados. También cerramos el comedor porque era una zona donde se encontraban gente de diferentes turnos para evitar que la gente se concentrase ahí e implementamos algunas limitaciones en los vestuarios.
Además, los empleados de riesgo como embarazadas, personas con medicación especial o con algunos tratamientos concretos trabajan desde casa. Restringimos mucho los viajes nacionales e internacionales y las visitas a la planta. Se ha establecido un canal único para la descarga de mercancías para controlar mejor los posibles focos de infección para la fumigación.
También habéis colaborado con otras entidades para hacer frente a esta crisis.
Sí, hemos donado 3.000 hamburguesas para una iniciativa que gestiona y ayuda a restaurantes y empresas de alimentación y que ha estado aportando comida a diario al personal sanitario que estaba en Ifema, así como para otros hospitales, familias desfavorecidas e incluso a enfermos.
Nuestro producto número uno es la hamburguesa, por lo que esa donación fue entregada al Grupo Larrumba que se encargó de cocinar los productos antes de que la Comunidad y el Ayuntamiento de Madrid los repartiesen donde hiciera falta.
También hemos hecho una donación a nuestros vecinos, una ONG que se llama San Ricardo Pampuri de Fuenlabrada. Les donamos 1.000 hamburguesas. Esta es una organización sin ánimo de lucro y se encarga de entregar los alimentos a familias en riesgo de exclusión social, poniendo una especial atención en mujeres e inmigrantes. Esta donación para nosotros es importante porque también queremos ayudar a esta ciudad que está en nuestro entorno.
¿Cuáles son las principales áreas de actuación de vuestra política de responsabilidad social en Carpisa?
En Carpisa trabajamos constantemente para mantener el liderazgo que tenemos en el sector cárnico. Consecuentemente, todos los procesos, sistemas, productos están desarrollados con el objetivo de adaptarse a las necesidades del mercado y de la industria. Y una de las principales necesidades de los consumidores, de la sociedad, es consumir productos que cada vez sean lo más sostenibles posible.
Investigamos a diario el desarrollo de nuevas recetas, nuevos ingredientes, envases y formato de nuestras líneas de producto para actualizar y adecuar, sobre todo, las fases de fabricación con la última tecnología y poder seguir avanzando en materia de sostenibilidad.
En cuanto a eficiencia energética, por ejemplo, tenemos la iluminación LED, equipos de alta eficiencia y tenemos aislamiento térmico para mantener el frío en las salas. Además, contamos con nuevos productos, tenemos una gama que va a tener la mínima cantidad de plástico posible para que todo el envase pueda ser reciclado cuando llegue al consumidor final.
¿Qué proyectos o buenas prácticas tenéis en marcha actualmente en materia de sostenibilidad?
A nivel global, como comentaba, el objetivo es intentar ahorrar energía. Somos una empresa en la que todos nuestros productos necesitan frío, ya que son productos congelados y productos refrigerados. Lo que buscamos es que, dentro de la idiosincrasia de nuestra industria, intentar ser lo más eficientes posible, siempre garantizando la seguridad alimentaria y la cadena de frío. Intentamos analizar cada paso de la cadena para que sea lo más eficaz y lo más eficiente posible, ahorrando en cada uno de ellos para ayudar al medioambiente.
¿Cómo fomentáis el diálogo con vuestros grupos de interés?
Internamente, con nuestros empleados, tenemos una comunicación fluida, gracias al departamento de recursos humanos. Todo lo que sea relevante es comunicado de una forma directa, inmediata y fluida. También trabajamos mucho en equipos multifuncionales.
A nivel de proveedores en los últimos años hemos dado un paso hacia adelante, las compras están divididas entre mucha gente y creamos un departamento de compras profesional para tener esa relación de profesionalidad con nuestros proveedores.
A nivel de clientes, hasta finales del año pasado el departamento comercial estaba asentado. Pero desde el pasado mes de octubre implementamos un equipo con gente dispersada por el territorio nacional para dar apoyo a nuestros clientes. Antes el acompañamiento era únicamente por teléfono.
Quizás donde tenemos un margen de mejora es a la hora de trasladar nuestras acciones a la sociedad en general. Carpisa todavía es una empresa muy B2B y este tipo de entidades, al final, hacen muchas cosas, pero tienen dificultades de comunicarlas hacia el exterior.
Sin embargo, seguimos creciendo de manera continua en el ámbito B2C. Hace tres años creamos Brooklyn Town, nuestra marca de hamburguesas ultracongeladas de gran calidad que se vende en hiper y supermercados. A través de Brooklyn Town ganamos visibilidad entre el consumidor final ya que hemos llevado a cabo campañas de televisión, como la que lanzamos en septiembre de 2019.
Ahora, hemos decidido contratar a Evercom como nuestra agencia de medios, porque sentimos que necesitábamos un partner que nos ayude a seguir avanzando en este entorno. No de hacer más sino de comunicar más y mejor lo que hacemos.
Entiendo que con vuestra política de comunicación responsabilidad social corporativa sucede un poco lo mismo.
Sí. Obviamente, es nuestra intención y nuestro deseo ayudar a la sociedad y tener un compromiso real y medible con los colectivos más necesitados. Nuestra política de responsabilidad social corporativa es una de las palancas estratégicas y de sostenibilidad empresarial que tenemos en Carpisa.
Esto es algo que siempre, de alguna forma, vamos haciendo a lo largo de los años, pero no basta únicamente hacerlo, también hay que comunicarlo. Y creemos que la comunicación de los proyectos que hacemos en RSC tiene que ser una comunicación transparente, necesaria para lograr una verdadera concienciación entre los consumidores y también dentro de la industria.
Cuanto mayor difusión demos a este tipo de iniciativas, más empresas se sumarán. Conocer que existen proyectos que ayudan a mejorar la vida de las personas es vital para que mejoremos como sociedad. Por esa razón tenemos que dar a conocer nuestros proyectos de responsabilidad social, no por egocentrismo sino con el fin de inspirar a terceros.
¿Cuáles son los retos de futuro de Carpisa en esta materia de responsabilidad social y sostenibilidad?
Nuestro reto es seguir estando cerca de las personas que más lo necesitan en situaciones críticas de vulnerabilidad como es esta situación que, desafortunadamente, todos estamos viviendo. Pero también es seguir con la auto exigencia y la excelencia que forman parte de nuestro ADN como empresa desde el inicio por nuestros fundadores hace más de 30 años.
Nuestra intención es elevar nuestra política de responsabilidad social para que forme parte, cada vez más, de nuestros pilares estratégicos en cuanto a empresa y en cuanto a compañía. Dentro de la Comunidad de Madrid y dentro de un país que en estos momentos está pasando momentos complicados.
Escucha aquí la entrevista completa con el protagonista: