Entrevista con María del Mar Cámara Martínez, directora de Recursos Humanos y Responsabilidad Social Corporativa de STV Gestión para hablar de su trayectoria en el mundo de la responsabilidad social, así como de las políticas y buenas prácticas de su compañía en esta materia
¿Podrías explicarnos cómo llegaste al mundo de la Responsabilidad social, qué recuerdas de aquellos inicios y como estaba en nuestro país y en tu organización esta materia?
La responsabilidad social corporativa siempre ha formado parte de mi forma de ser, ya cuando estaba en el instituto colaboraba con Proyecto Hombre. Siempre me he considerado una persona afortunada y he pensado que tenía que devolverle algo a la sociedad.
A nivel empresarial, en STV Gestión colaboramos desde hace más de diez años con entidades del tercer sector. Para nosotros la responsabilidad social corporativa se hace a través de este tipo de colaboraciones con las entidades que se encargan de la RSC desde su inicio, como pueden ser Cáritas, Cruz Roja, Cepaim u otro tipo de entidades. También con los institutos de secundaria, que están haciendo cosas muy interesantes en relación con la responsabilidad social, y las administraciones públicas.
¿Cómo ha evolucionado la estrategia de Responsabilidad Social en STV en estos últimos años hasta la actualidad y cuáles son actualmente principales líneas de actuación de lleváis a cabo?
Entre las principales líneas de actuación que llevamos a cabo en la actualidad está la realización de prácticas no laborales, porque así podemos aportar a la sociedad civil una parte de nuestro beneficio.
Funciona, porque podemos ver cómo son los alumnos y luego les podemos ofrecer un contrato laboral. No tiene que ser al final de la práctica necesariamente, pero sí que posibilitamos que, gracias a las prácticas, tengan una entrada al mundo laboral. Muchas veces lo más complicado es, precisamente, poder entrar, que te conozcan dentro de los mil currículums que recibimos al día, y ver por qué el alumno o el candidato es distinto. Las prácticas hacen que nosotros veamos, de forma más detallada, cómo es cada candidato, y eso le garantiza poder trabajar, no solo en STV, porque las prácticas, sí que quiero dejar claro, que no son garantía de contratación, pero sí que son un medio hacia un fin. No creo que sea bueno que las prácticas sean la garantía para conseguir un contrato, porque los alumnos no se esforzarían. Se cumple que de los alumnos que tenemos, siempre hay 5 o 6 que son extraordinarios, e intentamos por todos los medios que se queden a trabajar con nosotros.
Otro tipo de labor que realizamos con entidades del tercer sector es intentar, en la medida de lo posible, subvencionar parte de sus actividades. Por ejemplo, si no tienen profesor, nosotros damos la formación en esa materia, como puede ser jardinería, limpieza viaria o limpieza de interiores. En la empresa tengo tanto a mi compañera Esther Muñoz Césaro, que es especialista en formación, como a otros compañeros que son ingenieros especialistas en jardinería o en limpieza. Esa parte que para la entidad sería muy costosa, nosotros la asumimos como donación.
No es necesario hacer una donación económica. Para mí lo más sencillo sería dar dinero, pero creo que es mucho más difícil que la gente se quite parte de su tiempo y que vea que realmente lo que aporta repercute en la sociedad.
¿Qué otras buenas prácticas dentro de la responsabilidad social tenéis en marcha en este momento?
Dentro de la sostenibilidad, abogamos por la economía circular. De hecho, somos una empresa pionera, y en varios de nuestros contratos actuales abogamos porque los vehículos y la maquinaria sean eléctricos. Lo que hace que el objetivo ya no sea reciclar, que sería lo último, sino apostar desde un principio por herramientas, maquinaria y vehículos que no contaminen, para intentar tener emisiones de CO2 cero o incluso negativas.
¿Qué papel tiene dentro de tu organización la comunicación de la responsabilidad social? ¿Qué destacarías de esta comunicación?
Tiene un papel esencial dentro de la comunicación de la empresa. Lo que destacaría es que se transmiten las cosas con honestidad y transparencia, porque a veces las cosas se confunden y no todo es responsabilidad social corporativa. Por ejemplo, he escuchado en algún foro a alguna empresa que dice que su RSC es respetar el convenio colectivo. Y eso no es así, respetar el convenio es básico y obligatorio. La RSC es la obligación de ir más allá, y en STV Gestión, abogamos por la honestidad, pero en todo, no solo en RSC. Esto nos ha permitido que la empresa tenga 27 años de historia, que sigamos creciendo y que nos hayamos mantenido en el tiempo y tengamos la oportunidad de crecer en momentos de crisis, como ocurrió el año pasado por el Covid. Lo
que más destacaría de nuestra comunicación es la honestidad y la transparencia.
¿Cuáles son, en tu opinión, las principales ventajas y beneficios de apostar por la Responsabilidad Social?
Las ventajas son muchísimas, pero la principal es el sentimiento. Es preferible dar que recibir y eso es muy gratificante. Económicamente, también tiene una repercusión, pero las cosas no se tienen que hacer para tener una repercusión económica, ese no puede ser el fin que una empresa quiera aplicar a la RSC, eso es un añadido. Lo principal es la satisfacción de hacer las cosas bien, la satisfacción de reportarle a la sociedad civil una parte del beneficio que tenemos como empresa y como ciudadanos. Que mis compañeros se sientan parte implicada y responsable de mejorar la situación personal, familiar y laboral a personas que hasta hace unos días no conocían. No te puedo decir una cosa negativa, todo es positivo desde el principio hasta el final. Relacionarnos con entidades del tercer sector que abogan en su filosofía por otro tipo de fin que no sea solamente ganar dinero. Tienen otro tipo de valores que se asemejan a los valores que tenemos en STV, por ejemplo, valores de sentido de permanencia y de responsabilidad.
¿Cuáles son los principales errores que se siguen cometiendo en la actualidad en torno a la responsabilidad social y como podrían subsanarse?
Uno de los principales errores es querer rentabilizar la RSC y querer blanquear con la responsabilidad social corporativa ciertas cosas que no se hacen bien. Para mi esos dos son los errores básicos.
Hay que ser honesto, saber qué quieres dar antes de plantearte qué quieres conseguir. Se trata de dar a la sociedad, no trabajamos para conseguir una medalla o un premio, eso es un añadido y no tiene que ser tu lucha.
Como comentaba, nosotros realizamos desde hace diez años labores de RSC, y hasta hace poco tiempo ni le dábamos publicidad, ni nos gustaba salir en los medios, era una cosa interna. La RSC tiene que ser primero interna y luego externa. Yo tengo que respetar los derechos de los trabajadores, la normativa fiscal, la normativa laboral, la normativa penal y toda la normativa que me influya como empresa y como persona física; y una vez que parto de que ya respeto todo, voy a mejorar. Pero hay un error cuando se aplican políticas de RSC para blanquear o mejorar la imagen de una compañía. Tú tienes que hacer las cosas bien, y a partir de ahí, ir hacia la excelencia, que es como se consiguen resultados.
Aún hay gente que cree que las organizaciones llevan a cabo políticas de responsabilidad social por el conocido como Greenwashing, por cosmética. ¿Cómo se puede revertir esta situación?
Con datos. Nosotros, de hecho, hacemos una memoria de RSC anual que arroja datos de la repercusión que tiene y la inversión que has hecho en tiempo, en dinero y en medios. Pero, insisto, que el dinero tiene que ser solo una parte. Son tres patas. No estás haciendo RSC por donar 100.000 euros, no; tú donas 100.000 euros porque luego a ti te interesan por otra serie de cosas, pero la RSC engloba varias áreas donde tienes que trabajar con tus stakeholders, con quien influyes y con quien te influye a ti, y tiene que ser un trabajo integral dentro de la sociedad.
¿Cómo fomentáis el diálogo con vuestros grupos de interés, como lo lleváis a cabo y cuáles son las principales buenas prácticas que destacarías?
Nuestro principal grupo de interés es la administración pública, porque el 80% de nuestros clientes proceden de la administración pública. Con esto ya doy muchos datos sobre nuestra transparencia.
Nuestras principales vías de comunicación son las reuniones y los memorándums. Cada área de la empresa se reune con sus grupos de interés. Estas reuniones no las tenemos solo por responsabilidad social corporativa, sino que son necesarias en el día a día de la empresa. Es un cliente que es público, es decir, se realiza un control de los servicios y nosotros tenemos que reportarle
a ese municipio, región, ciudad o entidad lo que estamos haciendo con ese dinero que pagamos todos con nuestros impuestos.
¿Cuáles son, en tu opinión, los retos y desafíos de la RSE en nuestro país?
Una de las cosas que yo mejoraría es que no se politice. No es un tema que pertenezca a un partido político o a otro, es de toda la sociedad civil. Si conseguimos eso, ya cambiamos el paradigma.
¿Cuáles son los retos de STV Gestión y cómo los vais a afrontar?
Los retos que tenemos en STV Gestión para el año 2021, además de seguir con la realización de las prácticas no laborales que hacemos y que son nuestro punto fuerte dentro de la Responsabilidad Social Corporativa, es continuar el trabajo con personas en riesgo de exclusión social. Pero queremos dar un paso más, queremos trabajar con personas en exclusión social. Nos hemos dado cuenta de que las entidades del tercer sector nos necesitan, porque nosotros sabemos las necesidades que hay a nivel laboral, y ellos conocen las necesidades que tienen sus usuarios. Ese sería uno de nuestros puntos fuertes.
En cuanto a RSC, creo que todo por lo que aboga la Agenda 2030, con los 17 ODS, son objetivos que nos tenemos que poner. De hecho, nos hemos puesto varios de ellos para conseguir este año. Como ya he comentado, con el tema del medio ambiente, pero también hay otros que nos marcamos dentro de la empresa. Son metas conseguidas, como la igualdad retributiva, pero hay que mejorar en ese sentido. Los ODS son para nosotros los pasos a seguir, son 17 objetivos y 169 metas, y no digo que los queramos conseguirlos todos, ya que sería muy ambicioso, pero si gran parte de ellos.
Una cosa que queremos hacer, por ejemplo, con el ODS 2, Hambre Cero, es colaborar con Acción Contra el Hambre.
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