A pesar de los avances en materia de Sostenibilidad que hemos acometido tanto desde el sector privado como público en los últimos años, aún nos queda un largo camino por recorrer para alcanzar los objetivos. Desde McKinsey abordamos esta transición en clave de oportunidad y en términos de una ecuación que requiere combinar tres componentes clave: los aspectos físicos que van desde la innovación tecnológica hacia la disponibilidad de los recursos naturales, los ajustes económicos y sociales que precisan de la creación de nuevas estructuras de financiación y de la gestión de cambios en la demanda, y por último el compromiso de las instituciones, la ciudadanía y la gobernanza apoyado en la creación de unos estándares y mecanismos de control que rijan la transición.
Estas tres categorías de requisitos se interrelacionan estrechamente, pero cumplir con todos ellos consiste, sin embargo, en balancear siempre entre dos extremos que pueden acarrear efectos indeseados. Por un lado, si las acciones se toman de forma abrupta podrían sacudir a la sociedad y las economías perjudicando el crecimiento y generando el resentimiento público. En el otro extremo, una acción (…)
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