Nestlé España sigue avanzando en su compromiso de alcanzar cero emisiones netas de gases de efecto invernadero en 2050. Para ello, continúa trabajando a favor de la sostenibilidad ambiental en sus procesos productivos. Con este objetivo, la Compañía ha iniciado la construcción de una segunda caldera de biomasa en su fábrica de café de Girona, dedicada a la elaboración de café soluble NESCAFÉ y cápsulas NESCAFÉ DOLCE GUSTO.
La nueva caldera supone una inversión de 22 millones de euros y está previsto que entre en funcionamiento a mediados de 2025. Además, esta se une a la que funciona en la factoría desde 2020 y para la que se destinaron más de 17 millones de euros.
El Director General de Nestlé España, Jordi Llach, ha dado a conocer esta importante inversión durante su primer encuentro con los medios de comunicación que ha tenido lugar esta mañana. Para Llach, “la Sostenibilidad está plenamente integrada en nuestra estrategia y, con esta inversión, la fábrica de café de Girona es un claro ejemplo de economía circular en todo el proceso productivo. Además, con estas actuaciones, Nestlé sigue trabajando para liderar una transición hacia una alimentación sostenible”.
En este sentido, Llach ha asegurado que “una alimentación no es sostenible si no es cada vez más saludable y si no contribuye al entorno en el que se desarrolla” y ha añadido que para ello: “Trabajamos con la Fundación Global Nature para impulsar la agricultura responsable, es decir, respetando de manera clara la forma de cultivar, minimizando el consumo de agua y mejorando el suelo para que impacte de manera positiva al planeta”.
Posos de café y astillas
La fábrica de café de Girona generó durante el pasado año más de 52.000 toneladas de posos de café. Con la entrada en funcionamiento de la segunda caldera de biomasa se conseguirá revalorizar el 100% de los mismos.
Asimismo, junto con estos posos de café, la nueva caldera también utilizará como materia prima astillas forestales procedentes de bosques de Catalunya que se caracterizan por estar gestionados de forma sostenible y que cuentan con certificados Sure.
Cada una de las calderas de biomasa de Girona generarán unas 116.000 toneladas de vapor anuales. Como resultado, se prevé que a finales de 2025 el 80% del vapor demandado por la factoría provenga de estas fuentes renovables.
Además, con la entrada en funcionamiento de esta segunda instalación, se evitarán más de 18.000 toneladas de CO2 equivalente, incrementando en un 30% las reducciones de emisiones del centro productivo. De igual forma, con dichas instalaciones, Nestlé disminuirá su dependencia al gas natural.
En esta línea, Jordi Llach ha matizado que “en los últimos años hemos reducido un 30% nuestras emisiones de CO2 y un 17% nuestro consumo de energía”.
Circularidad
Con esta nueva inversión, la elaboración de café soluble en la fábrica de Nestlé en Girona se reafirma como ejemplo de economía circular y sostenibilidad. Así, el proceso de producción de NESCAFÉ se inicia con el cultivo de esta materia prima (en concreto se emplea tanto la variedad arábica como robusta). Para ello, la Compañía impulsa desde hace años NESCAFÉ PLAN, el mayor programa de Sostenibilidad de café del mundo que tiene como objetivo mejorar la calidad de vida de los caficultores.
Una vez recogido, el café verde llega a la planta de Girona procedente del puerto de Barcelona o bien a través de un camión eléctrico, que se caracteriza por ser cero emisiones netas, o bien por medio de camiones que han sustituido el diésel por biocombustibles avanzados renovables HVO, producido con residuos de aceites usados, que consigue reducir en un 80% los gases de efecto invernadero por kilómetro realizado, en comparación con el uso de combustibles fósiles como el diésel.
En la factoría, estos granos son limpiados y clasificados. A continuación, se desarrolla un proceso de torrefacción, con el que se consigue impulsar el sabor, la intensidad y el aroma. El café molido junto con el agua tratada son los dos ingredientes principales para la producción de NESCAFÉ. Como resultado de este proceso, se obtienen posos de café que se convierten en la fuente de energía de la caldera de biomasa de la planta.
En el futuro, con la entrada en funcionamiento de esta segunda caldera, a esos posos de café se les añadirán astillas forestales certificadas procedentes de la limpieza de bosques próximos, con los que se generará el vapor que se utiliza de nuevo en el proceso de producción de café soluble.
Por último, las cenizas resultantes de todo este proceso se destinan a la fabricación de hormigón que se emplea en la pavimentación de carreteras.
Además, NESCAFÉ ha seguido apostando por la circularidad también en su Packaging. Así, hace ya un año, la marca lanzó su bolsa refill reciclable para rellenar el mítico frasco de vidrio, reutilizarlo y darle múltiples vidas, una vez vaciado. Este envase supone un 96% menos peso de embalaje que el tradicional frasco.
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