El Observatorio de Responsabilidad Social Corporativa presentó su informe anual “La Responsabilidad Social Corporativa en las memorias anuales de las empresas del IBEX 35”, referente al ejercicio 2021. El informe, que analiza a través de 657 indicadores la calidad de la información no financiera publicada por las empresas del IBEX 35 y el cumplimiento de las obligaciones de transparencia de la ley 11/218 en materia de información no financiera y diversidad, evidencia que las empresas del IBEX 35 tienen aún mucho margen de mejora en la transparencia sobre aspectos de responsabilidad social corporativa.
La valoración global sobre la calidad de la información ha progresado
Desde que entrara en vigor la ley 11/2018 en materia de información no financiera y diversidad en 2018, la valoración global sobre la calidad de la información ha progresado, pasando de 26,88 puntos sobre 100 en el año 2017 a 41,80 en 2021, No obstante, la puntuación no llega al aprobado y tanto la calidad, la exhaustividad y la comparabilidad de la información reportada, se encuentra lejos de alcanzar la calidad pretendida por la norma.
Por áreas de análisis, las empresas del IBEX 35 aportan información más completa de clientes y consumidores (59,22), seguido de los aspectos laborales (56,51) y de medioambiente (44,64), Por el contrario, las áreas con menor grado de transparencia son las relacionadas con los derechos humanos (26,63) y lucha contra la corrupción (32,36). En el medio se encuentran las áreas de fiscalidad (36,57) y buen gobierno (36,36).
Según Orencio Vázquez, coordinador del Observatorio de RSC, “El avance en transparencia de la responsabilidad social es muy lento. Las conclusiones del estudio evidencian importantes carencias que plantean la necesidad de mejorar el marco regulatorio y la supervisión con relación a su cumplimiento”. Añade que, “Contar con una información no financiera comparable, fiable, material y relevante es uno de los fundamentos para conseguir los objetivos marcados por Europa y España que a través de distintas estrategias y planes persiguen virar nuestra economía hacía un modelo sostenible.”
Principales conclusiones
La incorporación de temas de sostenibilidad en la gobernanza corporativa está en el punto de mira de diversas iniciativas regulatorias a nivel nacional y comunitario en los últimos años. Aspectos como la evaluación, implicación o la remuneración del consejo vinculada con aspectos sociales y medioambientales, o la identificación de riesgos relacionados con la sostenibilidad están a la orden del día. Las 35 empresas del IBEX 35 informan sobre la realización de una evaluación anual al consejo de administración, sus comisiones y sus consejeros en 2021.
La información que aportan las empresas del IBEX 35 sobre la gestión de los impactos sobre los derechos humanos sigue siendo el área peor valorada del análisis. Pese a que se constatan las buenas intenciones de respeto de los derechos humanos pero que quedan huecas si no van acompañadas de procedimientos de gestión. Mientras que la mayoría de las empresas cuentan con políticas formales de respeto de los derechos humanos, solo 14 llevan a cabo un proceso de identificación de riesgos ligados a su actividad.
En 2021, solo 5 empresas indican haber realizado una evaluación especifica de riesgos de corrupción, pero ninguna de las 35 empresa del IBEX señala riesgos específicos de corrupción. En cuanto a las actividades de lobby, solo 2 empresas disponen de una política específica y solo 10 empresas detallan la actividad de lobby realizada con relación a desarrollos regulatorios de políticas públicas vinculadas con su ámbito de actividad.
La integración de los objetivos ambientales en las estrategias empresariales es fundamental para abordar la triple crisis planetaria a la que nos enfrentamos: el cambio climático, la contaminación y la pérdida de biodiversidad. Las empresas deben ser totalmente transparentes en su desempeño no solo para concienciar sobre la protección y el cuidado del medioambiente, sino para desarrollar políticas efectivas para acometer los grandes retos globales.
El análisis evidencia que mientras la huella de carbono es un indicador reconocido y reportado por las empresas, la huella ecológica, la huella hídrica y el análisis del ciclo de vida, apenas están internalizadas o en su defecto no se informa de su implementación. Pese a que 34 de las 35 empresas del IBEX informan de la huella de carbono, sin embargo, no es posible realizar una comparativa entre empresas porque no existe uniformidad de criterios ni en los alcances a considerar ni en las fuentes a incluir.
Por último, y en relación con la obligación de transparencia de la Ley 11/2018, los Estados de Información no Financiera de las empresas del IBEX 35, reproducen la heterogeneidad de fórmulas que tradicionalmente han arrastrado las memorias de RSC cuando eran reportes voluntarios, sin suponer un gran avance en términos de exhaustividad y comparabilidad de la información no financiera ofrecida por los sujetos obligados. Lo anterior implica que la información no es homogénea entre empresas, por variar mucho el grado de detalle y por la utilización de indicadores dispares lo que impide la comparabilidad con relación a la gestión de impactos sociales y medioambientales que están realizando estas empresas.
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