El voluntariado corporativo (en adelante VC) supone una oportunidad para confirmar el compromiso de las empresas con el desarrollo y la erradicación de la pobreza. El VC es una herramienta que tiene gran potencial e impacto y, por ello, cada vez más empresas se interesan en desarrollar este tipo de programas en sus organizaciones.
El VC supone un espacio para la conexión social entre la empresa y sus empleados. Al implicarse juntos en un objetivo solidario, promueven el fortalecimiento de competencias que benefician a ambas partes. La empresa mejora el clima organizacional: motivación, satisfacción y sentimiento de pertenencia de los empleados, además de aumentar la atracción y retención del talento e incrementar la productividad. Asimismo, se diferencian y mejoran su reputación e imagen corporativa.
Además, los empleados tienen la oportunidad de conocer otras culturas y problemáticas relacionadas con la pobreza, aumentando su satisfacción en el trabajo y reforzando ese orgullo de pertenencia, ampliando el compromiso con los valores de la empresa.
El VC internacional requiere de un alto nivel de compromiso, para no únicamente aportar tiempo, sino el conocimiento y experiencia profesional para ayudar a las personas que viven en situación de pobreza. En Fundación CODESPA, a través de nuestro programa “Profesionales para el Desarrollo”, impulsado hace veinte años, promovemos que empresas españolas puedan vivir estas experiencias en el marco de los proyectos de cooperación al desarrollo que desempeñamos en más de once países del mundo, de Latinoamérica a África, pasando por Asia. Es fundamental que las empresas generen alianzas con fundaciones y ONG de confianza para que el desarrollo de los programas de VC esté bien coordinado, ejecutado y acompañado por personal en terreno.
Uno de los retos a los que se enfrenta el VC es que la mayoría de las compañías que desarrolla estos programas no están midiendo los resultados o lo hacen de forma incompleta, por lo que resulta difícil trasladar a la cúpula directiva todos los beneficios que están generando en la gestión de personas, en la sociedad y a nivel económico para la propia empresa. Es clave impulsar la utilización de una herramienta para la medición de los resultados, para que la empresa los considere estratégicos y promueva su expansión. Medir el valor, impacto y repercusión de los programas de VC es fundamental.
Uno de los desafíos para completar con éxito la medición del impacto es la dificultad de recoger todos los datos e insumos necesarios para la elaboración de los cálculos de los programas y contar con un sólido argumentario de venta que justifique la implementación de estos programas. Es importante tener en cuenta el valor generado para la sociedad, los voluntarios, las compañías y las inversiones realizadas (financieras y no financieras). Para ello, CODESPA ha desarrollado junto al portugués Jorge Mayer una herramienta de medición de impacto de los programas de VC, para conocer, en datos numéricos, el impacto de los programas. La metodología de Valor Total contribuye a la definición de la estrategia que ayuda a reafirmar o reorientar los programas de VC.
Además, el gran reto a futuro es poder demostrar y utilizar el voluntariado corporativo como una herramienta potente para el desarrollo de competencias de los empleados y para desarrollar los valores (tan de moda y necesario en las organizaciones) y la cultura organizativa.
Actualmente, las empresas se encuentran en un momento idóneo para seguir impulsando proyectos de VC en sus organizaciones, apoyándose de la medición para poder justificar y valorizar el impacto en los distintos stakeholders implicados: empresas, empleados voluntarios, ONG y comunidades beneficiarias.
ODS 16. Oportunidades, retos y desafíos en el voluntariado corporativo
Isabel Ortiz, Responsable de Empresa y Desarrollo de Fundación Codespa
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