ROCKWOOL ha recibido recientemente un premio otorgado por EY y la Cámara de Comercio de Dinamarca por la Creación de Valor a Largo Plazo. Este reconoce a las compañías con una clara ambición de operar de una forma responsable, con impacto positivo en la transición sostenible y, que, además, muestran y documentan su progreso en esa área.
La importancia de este galardón es que valora la medición real y la demostración de resultados, más allá de las meras promesas o compromisos poco definidos. Utilizando las recientes palabras de Greta Thunberg ante la COP26 de Glasgow: “es momento de ir más allá del ‘bla, bla, bla’”.
En ROCKWOOL estamos concienciados sobre la importancia de asegurar un futuro sostenible para el planeta y, por ello, dedicamos mucho esfuerzo y recursos para ir siempre más allá de las obligaciones medioambientales en torno a nuestras operaciones en cualquier rincón del mundo.
En este sentido, queríamos dar un paso más y, por esta razón, en diciembre de 2020 nos fijamos ambiciosos objetivos de descarbonización, metas medibles científicamente que han sido aprobadas por la ‘Science Based Targets initiative (SBTi)’. Creemos en la importancia de tener un sistema independiente de verificación para ayudarnos a asegurar el seguimiento de nuestros objetivos y a no desviarnos de nuestros fines.
Nuestra ambición es reducir las emisiones de gases efecto invernadero en nuestras fábricas en un 38% para 2034 y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero de ciclo de vida absolutas de no fábrica en un 20 % antes del 2034.
Además de estos fines, seguimos múltiples indicadores para medir cuál es la contribución al bienestar social de nuestros productos y más específicamente su contribución a alcanzar nuestros objetivos en relación con los Objetivos de Desarrollo Sostenible marcados por la ONU.
También desde hace muchos años, ROCKWOOL contribuye a reducir el impacto negativo de los edificios produciendo materiales que durante toda su vida útil ahorran cien veces la energía consumida y el carbono emitido durante su producción.
Con los edificios generando el 40% de nuestras emisiones, la rehabilitación para mejorar la eficiencia energética de las edificaciones es clave para lograr nuestros objetivos de descarbonización. Además de generar riqueza y aumentar el confort de los usuarios, si queremos legar a las futuras generaciones un mundo habitable es absolutamente necesario que invirtamos recursos para renovar los inmuebles.
La utilización de una parte sustancial de los Fondos de Recuperación y Resiliencia representan una oportunidad única para elevar el nivel de rehabilitación en materia de eficiencia energética en España a los niveles en que debería estar; no podemos dejar pasar esta oportunidad.
Citaba más arriba la COP 26 de Glasgow. En torno a ella, miles de jóvenes de todo el mundo se han manifestado pidiendo a los gobiernos y a las empresas un cambio real. Ellos merecen también una respuesta real, sin excusas. En ROCKWOOL ya estamos contribuyendo al cambio y no tenemos suficiente: nuestra ambición es continuar trabajando en favor de un mundo más sostenible.