El Día del Voluntariado es una iniciativa que Lilly desarrolla a nivel global y que tiene su reflejo también en cada una de las filiales desde hace más de una década. Se trata de un día en el que, simultáneamente, todos los empleados de Lilly alrededor del mundo tienen la oportunidad de realizar actividades de voluntariado con entidades cuyo propósito se encuentra alineado con los compromisos de la empresa: la protección del medioambiente, la integración de la diversidad o la humanización de la sanidad, entre otros.
Durante la última edición, celebrada el pasado 26 de septiembre, los empleados de Lilly destinaron 24.000 horas a actividades de voluntariado, de las cuales 3.000 correspondieron a las realizadas por más de 500 empleados de la filial española, tanto en Madrid, como en otras 17 ciudades.
El Día del Voluntariado de Lilly es un reflejo de una filosofía global que vertebra toda la actividad de la compañía: aportar valor en aquellas comunidades donde opera. Siguiendo esta premisa, los empleados de Lilly tienen cada año la oportunidad de conocer una realidad diferente y sienten que pueden aportar su granito de arena para contribuir a hacer del mundo un lugar mejor. De hecho, entre los mensajes más repetidos en la encuesta de satisfacción, los empleados destacaron que a través de esta iniciativa sienten que aportan valor a la sociedad.
En la pasada edición, se contribuyó a ocho Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Se han recogido alimentos y ropa para contribuir a los objetivos de hambre cero y fin de la pobreza (ODS 1 y 2), reforestación de bosques y recuperación de especies autóctonas para la protección de los ecosistemas y acción por el clima (ODS 13 y 15), así como el trabajo con colectivos en riesgo de exclusión social para la reducción de desigualdades (ODS 10), entre otros. También se desarrolló una actividad de prevención del fracaso escolar a través del emprendimiento social (ODS 4 y 8).
La incorporación paulatina de todo este abanico de actividades ha respondido a una escucha activa de las inquietudes y motivaciones de los empleados, quienes han dado siempre feedback de su participación en la jornada. Gracias a esta escucha, año tras año, la filial española ha podido dar respuesta a estos intereses, siempre en línea con la estrategia y visión de la empresa. Muestra de ello, es que el año 2008, momento de nacimiento del programa, participaron 200 empleados, mientras que en 2019 esta cifra se ha multiplicado hasta alcanzar los más de 500 participantes, demostrando el arraigo de la iniciativa.
Todo esto contribuye a incrementar el sentimiento de pertenencia de los empleados, que construyen un vínculo con la compañía más allá del ámbito profesional. Y no sólo mejora el engagement de nuestros empleados, sino que nos sirve también como argumentos para la atracción del talento, sobre todo en el caso de generaciones como los millennial o la Generación Z, quienes valoran trabajar en empresas comprometidas con la sociedad.
El voluntariado corporativo no es solo una de las muchas herramientas de las que disponen las empresas para aportar valor a la sociedad, sino que también constituye un elemento crucial para fomentar un buen ambiente de trabajo, en el que los empleados perciban a la compañía como un canal a través del cual ejercer su acción social.
ODS 16. Aportar valor como eje del voluntariado corporativo
Teresa Millán, directora de Asuntos Corporativos y RSE de Lilly España
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