Entrevistamos a Cynthia Albelo, responsable de RSE en Plan B Group que nos explica como la organización contribuye a la RSC y sostenibilidad a través de su compromiso con los ODS del Pacto Mundial, y su colaboración en la iniciativa que está llevando a cabo con el Gobierno Canario sobre la futura Ley de Biodiversidad y Recursos Naturales de Canarias.
¿Cuál es la misión-visión de Plan B Group y qué valores impulsa?
Plan B Group trabaja principalmente en cuatro líneas de negocio. La primera sería una línea de consultoría estratégica en la que implantamos sistemas de gestión basados en Normas ISO, la alineación con la Agenda2030 de desarrollo sostenible, implantación de Protección de Datos y planificación estratégica por objetivos. Una segunda línea, está orientada a la formación tanto a particulares como a empresas, incluso a centros educativos. Una tercera línea es la transformación digital, que en estos tiempos ha tenido un alto repunte, llevando a cabo programas de tutorización a empresas para ayudarlas en esta transformación y desarrollando plataformas de vigilancia tecnológica e inteligencia competitiva. Una última línea sería la de la internacionalización, ayudando a las empresas que quieran externalizar sus productos y servicios y desarrollando la redacción, la ejecución, coordinación e incluso evaluación de proyectos que han sido, y son, financiados por fondos europeos. Nuestra misión se basa en ofrecer estos servicios con la mayor calidad posible y que, además, sean complementarios entre sí para que, de cara a nuestros clientes, podamos ayudarles a mejorar su competitividad.
En cuanto a la visión, queremos convertirnos en una empresa líder y que sea referencia en todas estas líneas. Nuestra intención es ser un modelo diferente de consultoría con una forma diferente de trabajar y de ofrecer nuestros servicios. Esto también guarda mucha relación con nuestros valores. Nosotros tenemos cuatro valores que son implicación, cercanía, crecimiento y sonrisa. Implicación porque le ponemos muchas ganas a los proyectos que nos llegan y que tenemos la oportunidad de hacer; la cercanía porque es uno de los valores que nos define en el trato que tenemos con nuestros clientes; el crecimiento porque aspiramos a crecer no solo como organización y a nivel de equipo de trabajo, sino también que el crecimiento sea mutuo con nuestros clientes y podamos ir avanzando de la mano, y, por último, el valor de la sonrisa porque todo se hace mejor con una sonrisa. Queremos trasladar una actitud positiva de resolución y de alternativas que pueda aportar valor a nuestros clientes para que el trabajo siempre sea más ameno y divertido.
La incorporación de conceptos como la sostenibilidad, la digitalización o la ética en las organizaciones empresariales ha cambiado exponencialmente desde entonces. ¿Cómo habéis vivido esto desde Plan B Group?
Por suerte son términos que resultan comunes y conocidos, y esto ha impulsado que cada vez más las empresas se interesen por la sostenibilidad y la Agenda2030. Creo que todo esta transformación viene por la gran labor de las empresas y el interés que despierta a nivel social. Es decir, cada vez los consumidores tienen mayor interés por estas cuestiones y, por tanto, buscan empresas que se alineen con los valores que comparten. Esto ha requerido que las empresas se involucren más y planteen una nueva manera de hacer negocio y equilibrar la balanza entre lo económico, social y medioambiental. Esto lo hemos visto en Plan B Group y, en concreto, en la línea de consultoría estratégica. La implantación de los sistemas de gestión plantea, entre otras cosas, el trabajo con las partes interesadas, el cumplimiento legal, establecer objetivos y llevar un seguimiento de control de los mismos. Todas estas claves están muy relacionadas con la manera en la que se debe trabajar la Responsabilidad Social. Cada vez hay más empresas interesadas en formar a sus equipos de trabajo en temas ambientales y en alinear su estrategia empresarial con la Agenda 2030. Hemos visto esa evolución a lo largo del tiempo a través de nuestros servicios. La COVID-19 ha propiciado, que en muy poco tiempo, muchas empresas y organizaciones hayan visto la necesidad de transformar su sistema de trabajo hacia la digitalización. A nivel interno, el cambio ha sido progresivo. La compañía es socia desde el 2012 de la Red Española del Pacto Mundial, y desde entonces hemos ido asumiendo compromisos. Ha sido un proceso lento, pero el cambio hacia la sostenibilidad y la Agenda 2030 lo hemos visto a nivel interno a través de la colaboración y el apoyo que hemos recibido del Pacto Mundial y del asesoramiento que nos han brindado.
¿Qué buenas prácticas o acciones de la entidad en materia medioambiental, social, de buen gobierno, sostenibilidad y Objetivos de Desarrollo Sostenible puedes compartir con Corresponsables?
Nosotros nos adherimos al Pacto Mundial en el 2012 e iniciamos una serie de compromisos con los 10 principios del Pacto Mundial estrechamente relacionados con las tres dimensiones: ambiental, social y económico. En la actualidad estamos en el proceso de alineación con la Agenda 2030. Todo esto pasa por escuchar a las partes interesadas. En esta línea, hemos trabajado, por ejemplo, en la organización de voluntariado corporativo. De manera conjunta se elige un colectivo y una asociación con la que se quiere colaborar, y a partir de ahí contactamos con la asociación para ver de qué manera le podemos ayudar. Normalmente son actividades de mejora de sus instalaciones. También nos permite conocer cuál es la actividad que desarrolla la asociación, conocer los servicios que ofrece, colectivos con los que trabaja, y al final se acaba generando una relación que continua en el tiempo. Otras de las acciones es la formación dirigida a entidades sin ánimo de lucro, sesiones formativas sobre Responsabilidad Social y Agenda 2030 para empresas que se sumen a esta manera de trabajar. En cuanto a nuestro compromiso con la igualdad de género, procuramos que todos nuestros documentos y acciones formativas utilicen un lenguaje no sexista y no se incluyan imágenes o ejemplos que refuercen estereotipos. A nivel ambiental, aunque la situación con la COVID-19 ha generado grandes cambios y hemos reducido mucho el impacto, un ejemplo serían los contenedores que siempre hemos tenido en las oficinas para la segregación de residuos. Además del orgánico, el papel y el vidrio que son los más comunes, también tenemos contenedores específicos para tapones, bolígrafos o pilas y pequeños electrodomésticos.
¿Cuáles consideras que tienen que ser las principales acciones que deben implementar las empresas para que la Responsabilidad Social Corporativa y la Sostenibilidad sean valores transversales en las organizaciones?
Plantearía dos acciones: un compromiso real y saber escuchar. Un compromiso real adquirido por parte de la dirección de las empresas y que, además, sea compartido e interiorizado por todas las personas que forman parte del equipo. Es decir, la responsabilidad social debería ir mucho más allá, y hacer un análisis real y profundo de cuáles son los impactos que estamos generando, y de que manera podemos contribuir y mejorar estas tres dimensiones. Las empresas tienen un impacto diario. La Responsabilidad Social también debería tener un impacto diario y estar formada e involucrada en el día a día para que la toma de decisiones se base en el alcance de unos objetivos que previamente se han establecido. La escucha activa es necesaria, es decir preguntar a las partes interesadas sobre cuáles son sus necesidades y sus expectativas para que realmente tenga un impacto positivo en lo que estemos haciendo. Por tanto, es fundamental un compromiso real, saber escuchar y relacionarse con las partes interesadas para hacer una propuesta de compromiso.
Cuéntanos un poco la iniciativa con la que colaboráis con el Gobierno de Canarias en el proceso participativo de la Ley de la Biodiversidad y de los Recursos Naturales.
El Gobierno de Canarias y, concretamente, el Servicio de Biodiversidad de la Dirección General de lucha contra el Cambio Climático está elaborando la futura Ley de Biodiversidad y Recursos Naturales de Canarias. En este proceso, lo que se pretende es encontrar la mejor manera de integrar la conservación de la biodiversidad y los recursos naturales en las políticas sectoriales para lograr un modelo económico realmente sostenible. Para ello ha pedido la colaboración de la ciudadanía y la participación de administraciones públicas, empresas, asociaciones y particulares con el objetivo de que esa Ley contemple la visión de todas las partes interesadas. El papel que ha jugado Plan B Group, en colaboración con el Gobierno de Canarias, ha sido organizar el proceso participativo. Se han organizado ocho webinarios en los que se han distribuido el artículo de la Ley para que cada asistente pudiera hacer aportaciones sobre el mismo. Además, nosotros tenemos experiencia en estos procesos participativos porque hemos colaborado en el pasado con el Gobierno de Canarias en la elaboración de la Agenda Canaria de Desarrollo Sostenible. Lo primordial de este proceso es que pone en común y acerca a personas y colectivos con diferentes conocimientos y opiniones. Al final, tanto la Ley de Biodiversidad y Recursos Naturales como la Agenda Canaria de Desarrollo Sostenible van a ser documentos claves para el territorio. Para Plan B Group ha sido un privilegio poder formar parte del proceso y, de hecho, la Red Española del Pacto Mundial ha reconocido la acción como una buena práctica dentro del ODS 17 de Alianzas para lograr los objetivos.
¿Qué medidas externas e internas ha llevado a cabo desde la entidad para ayudar a paliar los efectos de la crisis de la COVID-19?
A nivel interno, la acción más destacada ha sido trabajar desde casa. Desde el principio de la crisis de la COVID-19 comenzamos a trabajar desde casa. En un primer momento porque era la manera de continuar con la actividad, y luego porque hemos visto que los beneficios que podía aportar eran muchos tanto a nivel de eficiencia del tiempo, reducción de contaminación por los traslados, reducción de costes, reducción del consumo de papel y una mayor conciliación tanto en lo personal como en lo profesional.
Para generar un sentimiento de unión del equipo en los momentos más duros de la pandemia, implantamos reuniones por videoconferencia diarias donde toda la plantilla nos pudiéramos ver, charlar y ponernos al día. En cuanto a las acciones externas, desde la línea de consultoría, nos preocupaba que todo el cambio que estaba generando la crisis de la COVID-19 en las empresas iba muy vinculado a extraer información y datos personales corporativos. Desde la compañía contactamos con las empresas para ofrecerles una serie de recomendaciones y medidas de seguridad para que la salida de la información y datos personales se hiciese de manera correcta para evitar riesgos y que pudiese existir un problema con la confidencialidad de los mismos.
¿Cuál es el plan de futuro de Plan B Group? ¿Los retos y desafíos en un futuro próximo?
La Responsabilidad Social requiere una revisión constante que hará que, con el paso del tiempo, haya que asumir compromisos cada vez más ambiciosos. De hecho, ya se planteaba, antes de la COVID-19 y de cara a la Agenda 2030, que nos encontrábamos en una etapa en la que el impacto y el avance hacia los ODS no estaba siendo el esperado. Es necesario impulsar esa ambición hacia los ODS. En la actualidad, nuestro reto es justamente ese. Continuar avanzando en el impacto que tenemos para ir poco a poco asumiendo compromisos más ambiciosos. De hecho, estamos trabajando con el Pacto Mundial en una iniciativa de aceleración de la ambición para abordar estos retos y compromisos basada en datos para que nuestra responsabilidad vaya de la manera más alineada posible hacia la Agenda 2030.
Aquí puedes escuchar la entrevista completa a Cynthia Albelo, responsable de RSE en Plan B Group