Si cuidar a las personas ha sido siempre una prioridad para las empresas, ahora esta prioridad ha pasado a ser una necesidad. Las personas son, más que nunca, esenciales. Son esenciales, todas y cada una de las personas que hacen que este país siga funcionando.
Aparentemente, hemos tenido al país parado, pero no ha sido así. Miles de personas acuden desde el primer día del estado de alarma a sus puestos de trabajo. Son los que forman parte de los llamados “servicios esenciales”: salud, alimentación, transporte, energía, tecnología, medios de comunicación y muchísimos más que nos han permitido seguir adelante.
Y, de entre todos ellos, el servicio más básico y esencial ha pasado a ser el que siempre ha sido el más invisible: la limpieza. La desinfección de los centros de trabajo es ahora de una prioridad absoluta: establecimientos de alimentación, fábricas, almacenes, centros de salud y un largo etcétera pueden seguir funcionando con seguridad para las personas sólo porque otras personas se encargan de limpiarlas y desinfectarlas a conciencia.
Las medidas de higiene y seguridad se han extremado debido a lo fácilmente que se propaga este coronavirus. En consecuencia, en ISS Iberia, como empresa de servicios integrales, hemos debido replantear nuestro servicio en tiempo récord. Si antes limpiábamos al final del día, ahora limpiamos 3 veces más, o 6 veces más, o cada 30 minutos. La desinfección es el pilar básico que sostiene que podamos seguir adelante con seguridad, y las personas que la llevan a cabo son las que nos cuidan a todos, de manera individual y como sociedad.
Unas personas que han debido formarse, adaptarse a una nueva forma de trabajar y protegerse, para cuidar de ellas mismas y cuidar de los demás. El cuidado ha pasado a tener una nueva dimensión: la de la higiene vinculada a la salud y a la seguridad.
Y este cuidado, que está siendo tan importante para que podemos funcionar como sociedad, será más importante a medida que avancemos en las fases de desescalada y volvamos a incorporarnos, según los casos, al trabajo presencial. Volver a la llamada “nueva normalidad” requerirá un esfuerzo redoblado por planificar y desarrollar nuevas formas de actuar, de relacionarse, nuevos hábitos que adquirir, nuevas precauciones que tomar. Las empresas deberemos acompañar en este proceso a las personas para facilitar la transición a esta nueva etapa que requiere tantos cambios para que tengan la tranquilidad de que todo irá bien.
No será fácil, no lo ha sido durante dos meses, pero mantener el distanciamiento social y la seguridad cuando volvamos masivamente a reincorporarnos a nuestros puestos de trabajo es todo un reto. Un reto en el que en ISS ya estamos trabajando con el propósito de contribuir a la creación de entornos seguros y eficientes, adaptando nuestras operaciones a las especificidades de cada cliente. Sabemos que cuidar de las personas es ahora, y lo será más que nunca en un futuro próximo, cuidar de su espacio de trabajo.
En este sentido, es capital que las empresas empiecen a realizar desde ahora mismo una labor pedagógica y comunicativa. Es necesario explicar a los equipos la nueva realidad a la que se enfrentan en un entorno de trabajo que ha de ser diferente al anterior a la pandemia, reforzando la comunicación interna en los momentos previos a la vuelta al workplace. Pero el verdadero reto, será el día de la incorporación. Sabemos que ese día llegará. La cuestión es cómo. En ese momento, las empresas deberemos tenerlo todo a punto para que esta esperada vuelta sea todo un éxito. Y el éxito sólo será posible si conseguimos que las personas se sientan tranquilas y acompañadas. Porque efectivamente, será una vuelta, pero todo habrá cambiado.