Como en toda situación de flaqueza, unir fuerzas es la mejor manera para poder volver a estabilizarnos. Con esta premisa es con la que hemos trabajado en Vegalsa-Eroski desde el inicio de la pandemia causada por el Covid-19. La crisis sanitaria que nos ha llevado a un aislamiento absoluto de la población se deriva en una crisis económica que nos afecta a todos. Nosotros asumimos nuestra responsabilidad como empresa, en una situación en la que los retos no han dejado de aparecer y hemos ido salvándolos gracias a la labor de los equipos.
En primer lugar, tomamos medidas con respecto a la continuidad de la actividad, garantizando que nuestros clientes pudieran encontrar lo que necesitaban en cualquiera de nuestras tiendas. Además, se implantaron las medidas de seguridad necesarias para todas las personas que trabajan en la compañía: mamparas de protección, EPIS y señalización e información de todas las medidas de higiene como el uso de mascarillas, guantes y distancia de seguridad. También en aquellos puestos que lo permitían nos sumamos al fomento del teletrabajo.
En cuanto a la garantía de suministro de alimentos a las tiendas, aumentamos la capacidad de nuestras plataformas logísticas reforzando los equipos y los procesos de gestión, contando con la colaboración de nuestros proveedores, nuestros aliados en esta lucha, trabajando para incrementar la producción y garantizar el suministro de productos a nuestras plataformas.
En línea con nuestro compromiso con el tejido productivo de nuestro entorno, nos sumamos al proyecto de Mercaproximidad, impulsado por la Xunta de Galicia, para garantizar la supervivencia de pequeños agricultores y ganaderos gallegos que su principal canal de venta era hostelería y mercados municipales. A través de este proyecto estamos comercializando 650.000 kilos de patata de A Limia (Ourense) y 3.050 kilos de carne de cordero a través de la Asociación de Criadores de Ovino y Caprino de Galicia (Ovica).
Una vez nuestra actividad como sector esencial estaba garantizada, establecimos protocolos de límite de aforo en las tiendas para evitar aglomeraciones e instauramos un horario prioritario de 9 a 10 horas para diferentes colectivos vulnerables como las personas mayores de 65 años, con movilidad reducida o discapacidad y mujeres embarazadas. Además, el resto del día la priorización de acceso a nuestros centros, así como la atención en las secciones la garantizamos para el personal sanitario.
El último de los retos que detectamos, pero no por ello menos importante, son las consecuencias económicas y sociales de la crisis. Ante un gran incremento de personas que se encuentran en una situación de vulnerabilidad, desde nuestro departamento de RSE hemos sumado nuestro esfuerzo para ayudar a ONGs a través de donaciones. Desde el inicio de la crisis entidades como Cáritas, Cruz Roja o los Bancos Alimentos y otras más locales como las cocinas económicas o residencias de ancianos, han recibido más de 80.000 kilos alimentos donados desde nuestros diferentes puntos de venta para poder continuar con su labor.
También, hemos colaborado con administraciones en la recogida de alimentos y con la donación de textil para los albergues habilitados por las corporaciones municipales de A Coruña y Vigo para personas sin hogar. Además, cerramos acuerdos con servicios sociales de ayuntamientos garantizar los vales de compra para ayudar de alimentación.
Desde Vegalsa-Eroski, a través del equipo de responsabilidad social y todas las personas que la hacen posible hemos conseguido estar al lado de los colectivos vulnerables. Sin duda son tiempos difíciles para toda la sociedad, pero juntos conseguiremos salir reforzados de esta situación con un sentimiento de solidaridad y preocupación por nuestro entorno, aumentando el compromiso social no solo del tejido empresarial, sino de toda la sociedad.