En tiempos tan complejos como los que vivimos, las empresas y las organizaciones empresariales han fortalecido la coordinación con la esfera de lo público y han tomado decisiones cruciales para apoyar a las autoridades sanitarias en atajar los contagios.
Además, la implicación en concreto del sector sociosanitario privado, de las empresas de logística y del Sector de Alimentación han evitado una quiebra del Sistema Nacional de Salud y de la cohesión social.
Como presidente de CEIM, me enorgullece haber conocido en primera persona a empresarios que han antepuesto los valores sociales a los resultados económicos, afrontando el desafío de transformar el mundo desde la puesta en marcha de iniciativas sociales reales y urgentes.
La percepción social de las empresas ha mejorado sustancialmente, al configurarse en espacios vitales de actividad económica en un marco de entorno seguro frente al contagio.
A partir de ahora, y más cuando el virus sea erradicado, los valores empresariales seguirán siendo una piedra angular para el desarrollo de los objetivos de desarrollo sostenible planteados en la Agenda 2030.
En mi opinión, esta crisis no va a ralentizar la consecución de los objetivos. Al contrario, va a acelerarse, puesto que la dedicación, la implicación y el esfuerzo empresarial por involucrarse en un papel social central, se muestra ya incuestionable.
Actividades de colaboración social, la investigación científica y técnica, la apuesta por el crecimiento económico sostenible, la movilidad eficiente y, en definitiva, el compromiso por la productividad de nuestro país, van a seguir siendo la seña de identidad de las empresa madrileñas y españolas.
Desde CEIM, vamos a participar activamente en el Grupo de Corresponsabilidad creado en el marco del Consejo para el Diálogo Social de la Comunidad de Madrid, así como a volver a articular estímulos, en la futura Estrategia Madrid por el Empleo, para que la responsabilidad social sea reconocida también a tantas pymes, que realizan actividades en este sentido muchas veces sin publicitarla adecuadamente.
Como aspecto más concreto, en unos meses presentaremos el análisis de nuestro Observatorio de los ODS en la empresa madrileña, dirigido por Francisco Mesonero, y que, con el patrocinio de EY y la colaboración del Club de Excelencia en Sostenibilidad, va a poder plasmar cuáles son nuestras fortalezas, pero también los desafíos que nos plantea la situación actual, de cara a la contribución para mejorar todos y cada uno de los ODS de la Agenda 2030.
Más que nunca, nuestros hijos esperan que apostemos por la innovación para transformar el mundo, creando nuevas oportunidades de empleo, que permitan hacer realidad proyectos familiares y vitales nuevos, conjugados con la sostenibilidad de las prestaciones sociales que garantizan la necesaria atención a las personas con más dificultades.