Natalia Díaz es una ‘ODSesionada’ de pies a cabeza. Consejera en España de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), fue la principal promotora de que la Universidad de Murcia (UMU) y su organización firmaran a principios de febrero un convenio que llevará a la universidad pública murciana a participar en una Iniciativa Interuniversitaria para promover el crecimiento económico sostenido, reducir la tasa de desempleo y aumentar la productividad laboral, así como fomentar el empleo decente, seguro e inclusivo.
Licenciada en Derecho por la UMU, participó en el proyecto ODSesiones en el marco del ODS 8: ‘Trabajo decente y crecimiento económico’, a través de la charla ‘La normativa de la OIT, Justicia Social y Trabajo Decente’, celebrada el pasado 27 de febrero de 2020 en la Facultad de Ciencias del Trabajo.
Actualmente, es la jefa de la Unidad de Correspondencia con la OIT del Ministerio de Trabajo. En su trayectoria profesional, Díaz ha trabajado como secretaria general en diversos ayuntamientos de España, y también ha desempeñado el puesto de jefa de área en asuntos internacionales del Instituto de la Juventud.
También ha sido experta destacada ante la Unión Europea en la Agencia Europea de productos químicos, con sede en Finlandia, y desempeñó el puesto consejera en el Gabinete de Presidencia del Gobierno. Díaz cuenta con sendos postgrados en ‘Comunicación pública y defensa’ y ‘Servicios de Inteligencia’, ambos por el Instituto Universitario Gutiérrez Mellado, perteneciente a la UNED.
¿A qué se dedica exactamente la OIT en España?
La Oficina de la OIT en España inauguró sus actividades en Enero de 1986, tras haberse firmado el Acuerdo de sede entre el Gobierno de España y la OIT (8 de noviembre de 1985). Además del Acuerdo de sede, de la OIT en España cuenta para el desarrollo de sus actividades con el marco constituido por los siguientes instrumentos internacionales España-OIT.
España ha formado parte de la OIT desde su fundación en 1919, con el largo paréntesis de 1941-1956 motivado por la implantación de la dictadura franquista en 1939. España se incorpora de nuevo a la OIT en 1956, después de haberlo hecho a la ONU. Hasta 1976 en que se inicia el proceso de transición a la democracia, las relaciones OIT-España estuvieron sembradas de dificultades y no pocas tensiones.
Restablecida plenamente la democracia en España, objetivo que contó en todo momento con la máxima comprensión y el estímulo de la OIT, se reabre una nueva etapa en las relaciones OIT-España caracterizada por la sintonía existente en los primeros años respecto a los objetivos de la Organización y enriquecida con una intensa y fructífera colaboración.
Todo ello se ha traducido en el hecho de ser España el país miembro con mayor número de Convenios Internacionales del Trabajo ratificados hasta la fecha.
“No habrá paz mundial sin justicia social”, ese es uno de los lemas de la OIT. Por lo que, ¿cómo se organizarán los países para dar trabajo a los excluidos del sistema?
Durante los últimos cien años la OIT ha venido cumpliendo su mandato de promover la justicia social a través del mundo del trabajo. Sin duda, ha habido importantes progresos económicos y sociales, pero a menudo sus frutos no se reparten de manera equitativa. Muchas personas han logrado salir de la pobreza pero muchas de ellas corren el peligro de recaer en esa situación.
La tecnología ha creado empleos, brindado nuevas oportunidades y reducido las tareas penosas, pero miles de millones de personas siguen luchando por sobrevivir en la economía informal. Muchas sociedades sufren profundas fragmentaciones sociales y económicas y hay poblaciones devastadas por la guerra y los conflictos. Además, en un mundo del trabajo en constante transformación, se están cuestionando las relaciones, normas y principios establecidos y todavía han de hacerse plenamente efectivos los principios fundamentales en el trabajo.
Es tan cierto hoy como lo fue en 1919 que la paz duradera y la estabilidad deben basarse en el desarrollo sostenible y la justicia social. El trabajo libremente elegido, realizado en condiciones de equidad, seguridad y dignidad, es decir, el trabajo decente, será fundamental. Está en nuestras manos apostar por un futuro más prometedor para las mujeres y los hombres, sus familias, comunidades y sociedades.
¿Los robots nos acabarán sustituyendo? En el futuro, ¿esta entrevista será más profunda porque un robot decidirá las preguntas en función de determinados algoritmos?
Van a desaparecer empleos, pero también aparecerán nuevos. Las transformaciones digitales van a afectar enormemente al futuro de millones de habitantes. Los estudios revelan que el 40% o el 60% de los escolares que ahora mismo están en las escuelas trabajarán en profesiones que ahora no existen, y que muchas de las profesiones que ahora se ejercen dejarán de existir.
El 9 de marzo salió el informe Tendencias mundiales del empleo juvenil 2020: La tecnología y el futuro de los empleos. Se hace referencia a que los jóvenes de entre 15 y 24 años tienen tres veces más probabilidades de perder su empleo debido a la automatización, al enfoque limitado de buena parte de la formación profesional y a la falta de empleos acordes con sus calificaciones.
¿Se puede acabar con la pobreza si no hay un salario mínimo digno? El Gobierno aprobó recientemente la subida del salario mínimo interprofesional del 5,5 % hasta los 950 euros brutos mensuales en 2020.
El buen salario mínimo genera empleo, no lo destruye. Favorece el mercado interior y que puede activar la economía y favorecer el empleo La finalidad del establecimiento del salario mínimo es proteger a los trabajadores contra el pago de remuneraciones indebidamente bajas.
La existencia de una remuneración salarial mínima ayuda a garantizar que todos se beneficien de una justa distribución de los frutos del progreso y que se pague un salario mínimo vital a todos quienes tengan empleo y necesiten esta clase de protección. Los salarios mínimos también pueden ser un elemento integrante de las políticas destinadas a superar la pobreza y reducir la desigualdad, incluyendo las disparidades que existen entre hombres y mujeres.
¿En qué consiste exactamente el convenio entre la OIT y la Universidad de Murcia?
Vamos a poner en valor la universidad española en general y a Universidad de Murcia en particular, porque está haciendo una labor excepcional a través de la iniciativa ODSesiones para dar a conocer qué son y qué implican los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
La Universidad de Murcia participará de manera activa en la Iniciativa Interuniversitaria que estamos llevando a cabo desde la Oficina. Trataremos temas para promover el crecimiento económico inclusivo y sostenible, reducir la tasa de desempleo y aumentar la productividad laboral, así como fomentar el empleo decente, seguro e inclusivo. Porque hay que concienciar a la sociedad sobre la Agenda 2030, que es el plan más ambicioso de la historia de la humanidad para construir un mundo mejor.
Ahora, la crisis mundial provocada por el coronavirus va a suponer un golpe para la economía, quizá similar o peor incluso que la crisis financiera de 2008. ¿Qué previsiones maneja la OIT acerca del impacto del coronavirus en España?
En el segundo informe que hemos publicado sobre este tema calculamos que habrá una reducción del empleo en el segundo trimestre de 2020 de alrededor del 6,7% de las horas trabajadas, lo que equivale a las tareas y funciones desempeñadas por 195 millones de trabajadores a tiempo completo.
La subregión más afectada de todas es el sur de Europa, donde se sitúa España. En todo caso iremos actualizando las estimaciones periódicamente, con una siguiente aproximación previsiblemente dentro de dos semanas.