La complejidad del momento que vivimos es un reto, una oportunidad que debemos afrontar y ver, más que como una amenaza, como una etapa clave de inflexión y crecimiento de nuestras iniciativas como empresa socialmente responsable.
Como la propia Fundación Másfamilia reconoce, en estos tiempos de pandemia, hemos avanzado en conciliación, pero aún nos queda camino por recorrer. Hay que seguir dando pasos hacia delante para que conciliar la vida personal, familiar y laboral sea una realidad en todas las compañías. En Santalucía estamos plenamente identificados con este propósito y nos encontramos en un momento óptimo para seguir impulsando y mejorando nuestra oferta en esta materia. Por una parte, por nuestra recién renovada certificación efr y, por otra, por la implantación de nuevas formas de organización del trabajo y la necesidad de innovar en la gestión de las personas.
Nunca como ahora hemos sido tan conscientes de lo que supone la conciliación para nuestros empleados y la importancia de ofrecerles una propuesta de valor concreta y tangible como nuestro catálogo actual, con 112 medidas innovadoras en constante revisión como parte del ciclo de mejora del modelo efr. Su valor radica en que todas las partes salen ganando: empresa, trabajador, sociedad, por lo que lejos de ponerle freno, seguiremos alimentando su recorrido.
Y es que, gestionar la conciliación es un reto en sí mismo que, en el caso de Santalucía, supone hacer extensible este modelo a nuestra cadena de valor e introducirlo en nuestra cultura como un elemento propio. Además, en estos momentos actuales, las nuevas formas de trabajo, presumiblemente híbridas que compaginan el formato presencial con el remoto, también están suponiendo grandes desafíos, teniendo una especial relevancia los riesgos psicosociales para los que debemos de estar muy preparados.
Vivimos en un entorno cambiante donde las organizaciones hemos visto como trabajando en equipo y fomentando la cohesión, no solo podemos afrontar estos cambios, sino vencerlos y reforzarnos. Por eso, la renovación del sello efr es ejemplo de ese impulso y motivación. Es una muestra del compromiso que mantenemos con la gestión de las personas en materia de conciliación laboral e igualdad de oportunidades. Porque la calidad de vida y el bienestar de nuestras familias es y será nuestra prioridad.