El mundo está cambiando. Las relaciones personales, las relaciones laborales, la relación con el cliente son rápidas, instantáneas y se customizan hasta dar con la clave de la diversidad compleja y real en la que vivimos. Y la tecnología no para de avanzar.
Estamos frente al mejor momento para poder apostar realmente por nuevas formas de trabajo porque realmente lo tenemos todo: una solución clara de flexibilidad para dar respuesta al mundo cambiante en el que vivimos y toda la tecnología a nuestra disposición.
Estamos frente al mejor momento para poder apostar realmente por nuevas formas de trabajo porque realmente lo tenemos todo: una solución clara de flexibilidad para dar respuesta al mundo cambiante en el que vivimos y toda la tecnología a nuestra disposición.
- Confianza y madurez. Sin una confianza mínima entre empleados y empresa, la flexibilidad y las nuevas formas de trabajo están abocadas al fracaso.
- Liderazgo ejemplarizante. Todo el desarrollo, e incluso el éxito, residirá en el hecho de que el propio Comité de Dirección esté dispuesto a asumir el mismo tipo de cambio y transformación que el resto de la organización. Agendas compartidas, herramientas colaborativas, parte de su equipo en trabajo remoto, orientación a resultados, reuniones en las que algunos colaboradores no estén presentes, foco en la planificación y anticipación son algunas de las premisas que a su vez forman parte de conceptos relacionados con la flexibilidad y las nuevas formas de trabajo.
- Planificación. Planificar es un ejercicio complejo que se perfecciona con el tiempo y la experiencia, pero que tiene como propósito anticipar distintas situaciones que puedan darse en el tiempo para internalizarlas y gestionarlas de forma que no se ponga en riesgo el objetivo. Cuando parte de mi equipo trabaja en remoto la necesidad de plenificación y anticipación se vuelve más necesaria y relevante.
- Comunicación. Uno de los efectos del trabajo a distancia que es preciso tener en cuenta es el probable aislamiento del trabajador del resto de la organización y de sus compañeros. Se precisa un cambio en la cultura de la comunicación para hacerla mucho más digital, junto con un verdadero proceso de trasformación en el proceso para que el global de la información que reciban todos los profesionales sea el mismo, estén donde estén trabajando.
- Orientación al éxito o resultados. Debemos combatir la cultura presentista de nuestro país y buscar más organizaciones que apuesten por un trabajo por objetivos. Se puede hacer no sólo con herramientas de gestión de proyectos o feedback si no con un convencimiento de que no es necesario estar presente para conseguir los mejores resultados.
Desde nuestra Fundación y, a través de la Iniciativa efr, buscamos sensibilizar y transformar a las organizaciones de hoy para afrontar los retos del futuro con la gestión de la persona como centro de la sociedad y la empresa, el respeto a la flexibilidad (sin importar tiempo o espacio) y el equilibrio entre cuerpo y mente. Una apuesta clara por la tecnología, por la cultura del logro, por la comunicación transversal y la confianza.