El compromiso de CaixaBank con la sostenibilidad es absoluto. Su Plan de Banca Socialmente Responsable recoge cinco importantes principios de actuación que suponen una contribución directa a los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas.
En agosto de 2019, CaixaBank aprobó el marco de emisión de bonos Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), con la validación de Sustainalytics, con la misión de apoyar los ODS de Naciones Unidas.
En este marco de actuación, CaixaBank es la entidad española con mayor protagonismo en la emisión de bonos verdes y sociales. Desde septiembre 2019, ha llevado a cabo siete emisiones por un total de 6.000 millones de euros y 500 millones de libras, lo que evidencia la capacidad de CaixaBank de generar flujos de caja sostenibles en base a criterios ambientales, sociales y de gobernanza (ASG). Esto sitúa a CaixaBank como la entidad financiera con mayor volumen de Bonos ESG en el mercado euro.
Estas emisiones aportan cada vez más valor a la cuenta de resultados del banco. Y, además, mediante la emisión de bonos verdes y sociales, CaixaBank se compromete a destinar el importe captado a la financiación de actividades que contribuyan a impulsar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas. En este sentido, el marco de emisión de Bonos ODS, que define las reglas para la selección, evaluación y reporting de impacto de los activos, es coherente con las políticas y la estrategia de sostenibilidad de la entidad y con el plan de banca socialmente responsable.
La emisión de bonos verdes y sociales es también una oportunidad de acceso al mercado por la demanda que hay actualmente de este tipo de productos.
Para los inversores, el principal valor añadido es poder cumplir con sus propias políticas y mandatos de inversión sostenible sin renunciar a la rentabilidad y a la seguridad de la inversión.
Los bonos verdes de CaixaBank se han destinado a financiar 57 proyectos de generación de energía renovable, principalmente parques eólicos y solares, así como 24 proyectos destinados a la construcción o renovación de edificios medioambientalmente sostenibles.
Recientemente, CaixaBank ha publicado el informe sobre el impacto medioambiental logrado con la emisión de sus primeros cuatro bonos verdes. El documento, que ha contado con la colaboración del consultor Deloitte y la revisión de PWC en calidad de auditor independiente, cifra el impacto de estas emisiones en una reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero de cerca de 1,5 millones de toneladas de CO2 equivalentes al año y en la generación de 7.443 GWh de energía limpia al año.
Para hacerlo más visual y comprensible para el público no especializado, estos impactos equivalen, respectivamente, a las emisiones de casi 300.000 vehículos de pasajeros al año y al consumo anual de electricidad de casi 2 millones de hogares.
El citado informe ha tenido muy buena aceptación entre los inversores, genera un gran valor añadido. Por un lado, hace tangible para los inversores institucionales el impacto de la inversión y justifica su toma de decisiones. Por otro, hace comprensible para el público minorista y para el no especializado las posibilidades de este tipo de productos para lograr impactos positivos para la sociedad y el medioambiente. Además, muestra el impacto real de la inversión, evitando el greenwashing o eco-postureo. Y, por último, eleva la atracción de los inversores para futuras emisiones de bonos.
La nueva regulación de la UE sobre bonos verdes, actualmente en consulta, ayudará a aportar todavía mayor seguridad para los inversores en relación al destino verde de los fondos. En este sentido, desde CaixaBank ya se ha dado el primer paso al asegurar que los activos incluidos en sus bonos verdes ya cumplen con los criterios técnicos de la Taxonomía de la UE.