Entrevista con Pablo Calavia, Senior Communication Marketing Manager de KFC Iberia, para charlar sobre las acciones llevadas a cabo para hacer frente a la crisis provocada por el COVID-19, así como sobre la política de RSC y Sostenibilidad de su empresa
KFC ha lanzado el Bucket Solidario en colaboración con el Banco de Alimentos para recaudar fondos en la lucha contra el Covid-19 ¿Puedes hablarnos de esta iniciativa?
Es una iniciativa lanzada en mayo pero que empezamos a preparar casi al principio del COVID-19 porque enseguida vimos que tendría un impacto muy fuerte y que debíamos de colaborar con la sociedad. Esta acción está dirigida a la recaudación de fondos para colaborar con la Federación Española de Bancos de Alimentos (FESBAL) y así ayudar a aquellas familias que están en riesgo de exclusión y no tienen acceso a alimentos.
A través de esta iniciativa lanzamos tres productos diferentes: bucket para dos personas, para tres personas y para cuatro personas. Por cada compra de uno de estos buckets estamos ayudando a que la FESBAL dé de comer a una persona durante todo un día.
También hemos querido meter esta campaña solidaria dentro de un marco creativo en el que lo que hemos resaltado ha sido que lo importante ahora no es nuestro apoyo sino colaborar. De hecho, tratamos de dirigirnos no solo a nuestros “amantes del pollo” sino a toda la población. Así que nosotros estaríamos igualmente encantados si alguien no viene a comprar nuestro producto pero acaba colaborando en algún proyecto de los que se ha puesto en marcha frente al COVID-19.
KFC ya habia colaborado con el Banco de Alimentos al inicio de la pandemia ¿En qué consistía esa colaboración?
Nosotros siempre tratamos de devolver a la sociedad lo que nos da porque, como todos los negocios, sin nuestros consumidores o clientes no tenemos razón de ser. Ante la situación de crisis, intentamos poner en marcha algún tipo de iniciativa lo antes posible y tratamos es hacer algo que tuviese que ver con nuestro negocio, que es dar de comer a las personas. Empezamos a investigar quién estaba ayudando en este sentido en España y enseguida vimos que la FESBAL estaba teniendo un papel muy significativo. Hablamos con ellos y nos contaron que están prestando ayuda a casi un millón de familias en España, lo que es realmente de alabar porque es una labor titánica. En ese momento pudimos hacer una aportación que se tradujo en unas 10 toneladas de alimentos para que pudieran seguir ayudando.
Además, como marca KFC, nosotros pertenecemos al grupo YUM! Y tenemos aquí compañeros de Pizza Hut que también colaboraron por su lado con Cruz Roja, así que, cualquier ayuda es poca y esperemos que esto esté ayudando a la FESBAL en su misión.
¿Cómo se enmarcan estas iniciativas dentro de la política de responsabilidad social y sostenibilidad de la compañía?
Nuestro compromiso es con las personas, con nuestros clientes y la sociedad y, al final, este tipo de iniciativas está muy vinculado con nuestra actividad empresarial, el dar de comer a las personas. Lo que, dentro del panorama de la responsabilidad social corporativa, es uno de nuestros grandes pilares.
Aparte de esta iniciativa del Bucket Solidario o la contribución a la FESBAL, hemos estado haciendo otras cosas. Un ejemplo ha sido la participación en la iniciativa Food for Heroes, que surgió dentro del sector de la hostelería en Madrid y reconoce la labor de esos héroes que trabajan en primera fila haciendo una gran labor. Hemos ayudado con más de 1500 comidas hasta hoy. También, dentro de este pilar de la responsabilidad social corporativa de ayudar a dar de comer, hemos seguido manteniendo alguno de nuestros proyectos clave, como el Proyecto Harvest, en el cual intentamos reducir el desperdicio alimentario y ayudar a las personas a que se alimenten de forma saludable y sostenible. Esta iniciativa lleva 30 años activa y este año ya hemos repartido más de 60.000 comidas a distintos colectivos desfavorecidos.
¿Cómo contribuís desde KFC a la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y de la Agenda 2030?
Tenemos varios pilares que cubrirían distintos ODS, como temas de sostenibilidad e impacto en el medio ambiente, inclusión… Pero si tuviésemos que elegir uno en concreto sería el ODS 2, el de hambre cero porque una de cada nueve personas en el mundo está mal alimentada. Siempre que podemos llevamos a cabo distintas iniciativas, tanto a nivel local como global, para paliar esta situación. Por ejemplo, el programa Harvest ya ha recogido más de 36.000 toneladas de alimento a nivel mundial. Por lo tanto, estamos centrados en distintos objetivos pero, sobre todo, en tratar de erradicar el hambre. Ojalá sea posible en algún momento.
¿Qué importancia le dais a la comunicación de la responsabilidad social corporativa?
Somos un negocio que se debe a las personas que vienen a visitarnos y siempre hemos creído que una forma de estar más cerca de la gente es a través de la comunicación. La responsabilidad social corporativa es una forma de contar a la gente qué hacemos más allá de vender pollo. Siempre que podemos comunicamos cuáles son nuestras distintas acciones o proyectos en este campo con el fin de acercarnos a las personas con acciones como el Bucket Solidario. Si podemos conseguir que la gente se sume a alguna de estas iniciativas habremos ganado todos como sociedad.
¿Cuáles son los retos de KFC en esta materia?
Tenemos varios retos. El hambre es uno de ellos pero, por hablar de cosas diferentes, por ejemplo, estamos muy vinculados a todo lo que tienen que ver con promover o divulgar los hábitos de vida saludables. Para ello colaboramos con el Plan Havisa, creado por el Ministerio de Sanidad.
También tenemos distintas políticas relacionadas con la protección del medio ambiente, como puede ser el tema de tratamiento y recuperación de aceites que utilizamos en nuestros procesos de cocinado diarios. Nos aseguramos que van a parar a empresas que son responsables y que al final acaban convirtiéndose, por ejemplo, en biodiésel, que se puede reutilizar para otras muchas labores.
También tenemos muchísimos proyectos en nuestra agenda de cómo reducir el impacto en el medio ambiente. Por ejemplo, la gestión y tratamiento de packaging, llevándolo, además, hacia materiales sostenibles como el cartón o el papel y dejando un poco de lado el plástico. También cómo aprovechamos los recursos, como el consumo de agua. Intentamos hacer locales más sostenibles cada vez en los que el consumo de agua es menor O incluso nos apoyamos de energías sostenibles para dar electricidad a nuestros locales, como puede ser a través de paneles solares. Son cosas que tanto a nivel local como global están en la agenda y queremos ir implementando poco a poco. Creémos que pueden tener un impacto positivo en la sociedad y que, por tanto, a todos nos permitirá vivir en mejor sintonía.
Escucha aquí la entrevista completa con el protagonista: