En el marco de lo que es la post pandemia, se evidencia y acelera la importancia del manejo de intangibles y la gestión reputacional empresarial, producto del COVID-19. Cuando todo tu entorno está relacionado a temas sostenibles, criterios de buena gobernanza, ambientales y sociales, cuesta creer que hay gran parte de la población mundial que no hace nada frente a la problemática global.
Desde el punto de vista organizacional, los modelos antiguos quedaron obsoleto. Debemos abrir la mente y asimilar la inclusión y el desarrollo sostenible como factores cruciales para la integración y el buen manejo de todos nuestros grupos de interés. Entendemos que las empresas giran alrededor de un propósito: Propósito que, de alguna manera, encierra el desarrollo de todas las prácticas e iniciativas llevadas a cabo por la organización. Luego, Propósito que busca integrar los llamados “journeys”, sumándoles la estrategia y la creación de valor a través de los intangibles para lograr el “Reputational Journey”. Finalmente, propósito que lleva en su ADN la promoción y el desempeño de un liderazgo estratégico y responsable que nos permitirá apreciar los modelos de gestión con criterios (ASG).
A pesar de que metodológica y teóricamente esto esté marcando el camino para las empresas vanguardistas y líderes a nivel mundial, según el estudio “Marcas con valores Impacto COVID2021”, los consumidores piensan que las marcas cada vez se preocupan menos por ellos. Esto nos dice algo y es que no se está percibiendo bien el cambio que se está haciendo y que lleva años en circulación. No se está demostrando de manera correcta que ya no es simplemente ponerse en contacto y en contexto con la sociedad: ahora se trata de generar conexión con las percepciones de todos los stakeholders y de entender cómo hacerle frente al reto colaborativo que resultará en un mejor futuro.
Tenemos mucho por hacer, cambiar e influir en otros para que esta ola positiva sea permeable en todas las estructuras. Debemos reconocer el giro que conlleva pasar de la mentalidad del siglo 20 a la cultura del siglo 21. Esta cultura cambiante, arriesgada, tecnológica y crítica que centra la mayoría de sus esfuerzos en concretar prácticas sostenibles que ayuden al mundo.
Marta González Moro, Chief Executive Officer en 21 Gramos, expuso durante un masterclass auspiciado por ESADE y Corporate Excellence las tres eras que determinan en qué escenario se encuentra tu organización:
- Empresa en la eradel compromiso (Negocio responsable que declara).
- Empresa en la era del desempeño (Negocio sostenible que demuestra).
- Empresa en la era del propósito (Negocio ético que lidera la transformación
Me pareció interesante remarcar esto, ya que, de dicha clasificación, las organizaciones o los responsables de estas pueden autoevaluarse y declarar en qué era están, para que, de esta manera, puedan proponer y ejecutar acciones acordes a objetivos realistas y totalmente conectados con larealidad actual.
Por otro lado, y destacando un pensamiento de Italo Pizzolante, “Lo que no se comunica, no existe”, quiero resaltar lo importante que es para las organizaciones contar lo que hacen, involucrarse con sus colaboradores, mantener la escucha activa e integrar la materialización para contar con una legitimidad social y una reputación que vaya acorde al cambio que realmente estás sembrando en las comunidades, teniendo siempre presente los 17 ODS con los que todos debemos comprometernos.
Desde Pizzolante Estrategia y Comunicación, queremos agradecer a Corresponsables por la oportunidad de aportar en una iniciativa que apunta, una vez más, al cambio social-empresarial que se necesita para contar con un mundo más solidario e inclusivo. Somos conscientes, una vez más, de la mutación progresiva de lo que alguna vez fue la RS y si lo comparamos con el ahora. Hemos dado un paso muy grande. Sin embargo, y mencionado anteriormente, nos queda un largo camino por recorrer.
La transformación y las iniciativas para lograr el cambio deben asumirse con conciencia, palabra clave en este reto. Todas las iniciativas de las que pudimos informarnos y aprender durante la entrega de estos premios tienen impregnadas un alto nivel de conciencia, lo llevan en su ADN y están transmitiéndola desde la práctica y no desde el deseo. La conciencia de acción, pero también la del mérito que representa ejecutar una planificación pensada para que el resultado sea el bien común y el mejoramiento de las comunidades “amigas”.
Quiero felicitar a cada una de esas empresas que hoy por hoy dedican muchas horas de trabajo y compromiso para lograr un cambio positivo y generar percepciones excepcionales en cuanto a la reputación de sus organizaciones. Por último, pero no menos importante, quiero felicitara la Fundación Corresponsables por abrir un canal y dar notoriedad a este tipo de proyectos, pero sobre todo por ser un canal en donde se refuerza, se transmite y se reconoce la conciencia.