La ceremonia de entrega de la segunda edición de los Premios y Ayudas CSIC-Fundación BBVA ha revindicado el valor de la comunicación científica para orientar la toma de decisiones de la sociedad ante los grandes retos del mundo actual. “La cultura científica no solo amplía las oportunidades individuales, sino también las colectivas, siendo la envolvente o el fundamento estructural de nuestras instituciones y nuestra interacción social”, ha manifestado el Director de la Fundación BBVA, Rafael Pardo, en el discurso que ha pronunciado durante la ceremonia celebrada este pasado lunes en el Salón de Actos de la sede central del CSIC, en Madrid.
Comunicación científica veraz y honesta
En la categoría dirigida a periodistas especializados en comunicación científica, el premio se ha otorgado a la Agencia SINC por “una excepcional trayectoria de 15 años” en la que han impulsado “el periodismo científico de calidad, combinando siempre las fuentes más solventes con narrativas atractivas y accesibles para el público general”, según el acta del jurado.
En la categoría de investigadores que contribuyen a la difusión del conocimiento a la sociedad, el galardón ha reconocido, ex aequo, dos contribuciones fundamentales en el ámbito de la comunicación científica: “el trabajo ejemplar realizado en el contexto de una emergencia” por los investigadores del Instituto Geológico y Minero de España (IGME-CSIC) que se volcaron en informar a la sociedad sobre la erupción volcánica en La Palma; y “una larga trayectoria de dedicación sostenida a la difusión del conocimiento”, representada por el astrónomo y divulgador Rafael Bachiller.
“En España tenemos una comunidad científica que, quizás, por haberlo tenido más difícil que en otras sociedades de nuestro entorno ha entendido muy bien la importancia de combinar el trabajo del laboratorio o de la mesa con la proyección del conocimiento a la sociedad”, ha señalado el director de la Fundación BBVA. “Tenemos también a excelentes profesionales del periodismo que han sabido ganar espacios y respetabilidad en los medios y el aprecio de la sociedad. Unos y otros están hoy aquí muy bien representados”.
“No solo es imprescindible –porque así lo demanda el público– el contar con secciones de ciencia en los principales medios, incluyendo medio ambiente, salud y tecnología, o, en su defecto, con información continuada sobre esos dominios de la ciencia”, ha recalcado Rafael Pardo. “Se requiere también integrar el conocimiento científico (de la naturaleza, la vida y la sociedad) en las secciones de economía e incluso en la de política (al menos cuando la política versa sobre policies)”.
La Presidenta del CSIC, Eloísa del Pino, ha argumentado por su parte que, frente al auge de fenómenos como la desinformación y las fake news, “rebatir a los negacionistas mediante la comunicación científica es posible y constituye una de las pocas posibilidades para no sucumbir a la superstición, la ignorancia y la propaganda. La ciencia y la comunicación de la ciencia nos sitúan ante una nueva posibilidad de entrar en una Era de la Razón, una nueva Ilustración”.
Por ello, Eloísa del Pino ha concluido que “entender y practicar una comunicación científica veraz y honesta puede contribuir a mejorar los resultados y eficacia de nuestra democracia”, agregando que “reconocer este esfuerzo por realizar una comunicación precisa, comprensible y íntegra es justo lo que hacen los Premios CSIC-Fundación BBVA de comunicación científica”.
En la ceremonia también se han entregado los diplomas de la segunda edición de las Ayudas CSIC-Fundación BBVA de Comunicación Científica a Jon Gurutz Arranz e Iole Ferrara. La concesión de estas Ayudas les está permitiendo a estos dos jóvenes periodistas realizar estancias en institutos, laboratorios y centros del CSIC a lo largo de un año, para conocer de primera mano cómo se genera el conocimiento en distintas disciplinas, y fortalecer así su especialización en comunicación científica.
Tanto los dos Premios –dotados cada uno de ellos con 40.000 euros– como las dos Ayudas –de 35.000 euros cada una– forman parte del Programa de Impulso a la Comunicación Científica, creado en 2021 por el CSIC y la Fundación BBVA con el objetivo de reconocer e incentivar el trabajo indispensable de los periodistas y comunicadores que informan de manera rigurosa y atractiva sobre los avances de la ciencia, así como mejorar la formación en este campo decisivo para la cultura científica de la sociedad.
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