La misión de Profuturo se centra en reducir la brecha educativa en el mundo proporcionando una educación digital de calidad a niños y niñas de entornos vulnerables de Latinoamérica, el Caribe, África y Asia. A este respecto, estamos ya trabajando en más de 45 países, más de 6.500 centros educativos e impactando, de forma acumulada, a más de 7,4 millones de niños y niñas en los últimos 7 años.
ProFuturo responde con innovación digital a la brecha en la educación mediante una estrategia enfocada en los factores clave del programa, analizando la problemática real de la educación en los entornos donde nos acercamos y respondiendo al aumento de la brecha educativa en las sociedades cada vez más digitales, las necesidades de los perfiles docentes que enseñan en tales entornos y sus carencias formativas, a los modelos anquilosados y muy tradicionales de transmisión de conocimientos y, por último, a una comunidad educativa que carece de un vínculo fuerte en su propósito y aspiración al cambio. Todo lo anterior se refleja en el sistema educativo claramente deficiente y desactualizado, ineficaz en su propósito transformador.
ProFuturo busca, por tanto, confrontar y trabajar de forma “sistémica”, asumiendo que son múltiples los aspectos que hay que considerar para afrontar tal reto. Por eso hablamos de “ecosistema digital”, donde tratamos tanto contenidos como recursos o aplicaciones, plataformas… de forma integrada, con un propósito último operativo: colaborar en el empoderamiento progresivo del docente, en su formación y acompañamiento, para que sea posible la innovación en el proceso de enseñanza/Aprendizaje. Y como los contextos de partida las carencias son radicales, inclusive optamos por una dotación de infraestructuras y tecnología/equipamiento de forma subsidiaria.
Este enfoque se orienta desde y para los educadores para que cambien, de manera práctica y constante, sus didácticas de aula, y siempre orientado a que sus alumnos adquieran un grado competencial lo óptimo posible para vivir en esta era digital. Reforzamos significativamente, desde nuestra mirada STEM, las competencias más necesarias y demandadas (matemáticas) complementadas con las más propiamente actuales (pensamiento computacional y competencias digitales). Y ello desde la innovación pedagógica, personalizada y adaptada a los alumnos
En lo anterior se vislumbran aquellos factores críticos que se incorporan en nuestra “ecuación de intervención”. Para darle forma optamos por un aterrizaje estratégico a través de nuestra propia Teoría del Cambio. Muy en resumen la misma parte de unas hipótesis clave que hacen comprensible los aspectos relevantes de tal intervención
– Desde el objetivo estratégico señalado de desarrollo competencial en los entornos vulnerables (y transformación metodológica pertinente), definimos nuestra oferta a través del proceso de trabajo “aterrizado” con socios locales implementadores, conocedores de las necesidades contextuales y “adaptadores” clave del programa. Alineándonos también a la agenda educativa país y con socios partícipes en los procesos de seguimiento y evaluación para la mejora del programa
– Adicionalmente resulta centrar alcanzar el compromiso real de la comunidad educativa, a través del fomento del liderazgo pedagógico en los centros, para la continuidad de tal empoderamiento. Todo ello posibilitaría el logro del desarrollo del profesorado mediante itinerarios formativos tutorizados, esencial para la transformación de las aulas e implicación significativa del alumnado en su proceso de aprendizaje.
El gráfico siguiente plasma, de forma sintética, cómo desarrollamos nuestra intervención, considerando los factores claves indicados:
Con tal “plan estratégico” es ya factible su monitorización: trabajar con un Sistema de M&E para avanzar en la mejora continua, que agilice la toma de decisiones y los aprendizajes significativos.
Y es que un programa tal complejo como el de ProFuturo requiere de gran variedad de fórmulas de seguimiento para adaptarse a diferentes contextos, con métodos muy variados de medición que lleguen a los diferentes stakeholders y que recojan la mejor información posible para un análisis profundo. Entre otros: data analitics avanzada (automatizado), herramientas de diagnóstico avanzados, plataformas pioneras (SalesForce), Encuestas de participación, visitas a terreno, etc. Todo lo anterior alimenta a un dashboard ProFuturo que permite generar informes de resultados ad-hoc y con la frecuencia requerida por los múltiples interesados
El monitoreo continuo y sus diferentes evaluaciones (más de 15 investigaciones en 16 países involucrados) permite contar con información de calidad que procesamos en un sistema de Gestión de Conocimiento e Impacto, construido a partir de un itinerario robusto que se inicia con un diseño integrado del enfoque, con una dotación de recursos, formación y concienciación organizativa (cultura fundacional), para finalizar con la inclusión de las conclusiones y resultados (lecciones aprendidas y recomendaciones) en los procesos de decisión estratégica y las fórmulas de divulgación y compartición.
En resumen, ProFuturo es una Fundación que nace de la ambición transformadora de sus patronos para que la educación en entornos vulnerables sea transformadora. Un programa “sólido” desde su definición a través de una Teoría del Cambio compleja y prolija que quedaría en una armoniosa disertación académica si no contase tanto con un estructurado procedimiento de ejecución como de monitoreo y evaluación. El humilde enfoque que quiere asumir es de “aprender haciendo”, más de errores que de aciertos, para, con ello, ayudar al progreso en la vida de niños que poco tienen y esperan.
Este artículo forma parte del Dosier Corresponsables: Medición y Comunicación del Impacto Social, en colaboración con Possible Lab.