Es evidente que el Código Ético de una compañía debe reflejar fielmente los principios, valores y compromisos de una organización aplicables a sus trabajadores. No obstante, el problema — o más bien, el desafío — reside en aplicar esta lógica en una compañía como Prosegur, que cuenta con cerca de 150.000 empleados distribuidos en los cinco continentes y en áreas de negocio tan diversas como la seguridad, ciberseguridad, digitalización o gestión integral del efectivo, entre otras.
Por ese motivo, cuando abordamos este reto de actualización del Código Ético y de Conducta de Prosegur tuvimos claro que todas las áreas de negocio y los distintos departamentos de soporte de la compañía: Recursos Humanos, Legal, Sostenibilidad, Económico-financiero o Compliance, por citar algunas, debían participar en el proceso. Gracias a esta visión 360º, más inclusiva y transversal, podemos garantizar que el documento refleja una imagen fiel y completa de Prosegur. Además, de mostrar el firme compromiso de la compañía con el cumplimiento normativo, el buen gobierno corporativo y la ética y transparencia.
Hay que advertir que, a la hora de proceder a la actualización de un Código Ético, no basta llevar a cabo un profundo análisis interior, es necesario también adaptarse a los nuevos cambios sociales. La versión anterior, vigente desde 2013, ya cumplía con la normativa y los estándares internacionales más exigentes, pero en Prosegur hemos querido ir un paso más allá. Por ello, se han integrado nuevos contenidos que buscan reflejar el presente de la empresa, así como dar respuesta al nuevo contexto social que se nos plantea.
En este sentido, al margen de adaptarse a la evolución de los negocios y cambios regulatorios e incorporar las mejores prácticas del sector de la seguridad privada, se han añadido o impulsado cuestiones relacionadas con la sostenibilidad y la reducción del impacto medioambiental, el uso de tecnologías disruptivas como el Big Data o la inteligencia artificial, protección de datos personales, derechos de propiedad intelectual e industrial o la introducción del nuevo Canal Ético para denunciar incumplimientos del propio Código.
Igualmente se ha incorporado al texto el “ADN de Prosegur”, que se basa en el propósito de hacer del mundo un lugar más seguro, cuidando a las personas y las empresas, a través de unos principios de liderazgo, como son la pasión por el cliente; el espíritu de equipo, responsabilidad y compromiso; y la orientación a resultados mediante la transformación e innovación.
Por supuesto, el trabajo no termina en la elaboración y aprobación del Código Ético y de Conducta. El último paso es asegurar su conocimiento y velar por su cumplimiento. En este sentido, hemos diseñado un sistema de difusión para que todos los empleados de la compañía, independientemente de su área, cargo o país de trabajo, puedan conocerlo con detalle. Gracias a diferentes acciones de difusión, comunicación, sensibilización y formación nos aseguramos de que todo el mundo en Prosegur tenga un fácil acceso al Código Ético. Este es el camino para no dejar a nadie atrás y poder aspirar al máximo grado de cumplimiento en todo el ecosistema de Prosegur.