Raquel Diaz directora Gerente de Recursos Humanos y Organización de Farmasierra ha hablado con Corresponsables sobre sus buenas prácticas destacadas en sus políticas ESG, así como en el área de RR.HH del grupo farmacéutico, especializado en la investigación, desarrollo, fabricación, distribución y comercialización de medicamentos.
Farmasierra está certificada por la British Standards Institution (BSI) en ISO 14001 ¿Qué ventajas han obtenido con su implementación?
Como grupo farmacéutico, en Farmasierra desarrollamos nuestra actividad dentro de un sector que es súper exigente con el cumplimiento de la normativa medioambiental. Esta certificación por la BSI, que es una compañía internacional con muchísimo prestigio y un nivel de exigencia muy alto en certificaciones, nos permite garantizar el cumplimiento de toda la normativa y la legislación actual. Además, nos está permitiendo mejorar el control y la optimización de todo el consumo energético de materias primas en nuestra empresa, que es muy alto. Y favorece la imagen de compañía, algo que nos ayuda a incrementar nuestra competitividad en el mercado, puesto que aporta muchísima confianza en nuestros potenciales clientes. Por último, nos ayuda a prevenir accidentes medioambientales y también laborales. Es de mucho valor.
¿Cuáles son los fundamentos de su Plan Medioambiental?
Nuestro plan medioambiental es anual, no hacemos planes medioambientales a tres años o más, sino que en la industria farmacéutica hacemos un plan medioambiental con objetivos anuales.
El plan se fundamenta, principalmente, en tres puntos: el primero, y casi el más importante, es el cumplimiento de la legislación medioambiental, nacional e internacional. También es importantísimo el cumplimiento de nuestros requerimientos contractuales con nuestros clientes, y cumplir con nuestros objetivos anuales, corporativos y también sectoriales. El segundo punto es asegurar la correcta gestión medioambiental de todas nuestras actividades industriales a lo largo de todo el ciclo de vida de los productos. Todo esto cumpliendo con los requisitos comentados, y mejorando siempre el desempeño ambiental, con el objeto de prevenir impactos negativos al medio ambiente y reducir esos residuos y emisiones. Y el tercer punto es implicar a todas las partes interesadas, estableciendo conjuntamente estos objetivos medioambientales y evaluando todos los riesgos y oportunidades que puedan ir surgiendo.
¿Puede compartir ejemplos concretos de cómo el Plan de Compliance y de RSC han influido en la cultura y las prácticas de la empresa a nivel interno y externo?
Nuestro plan de Compliance y Responsabilidad Social Corporativa (RSC) están muy integrados en nuestra compañía, siendo, además de una guía de cumplimiento normativo y legislativo, un brazo impulsor que regula parte de nuestra cultura, de nuestras formas de trabajo y nuestros valores de compañía.
Por un lado, nuestro plan de Compliance acredita nuestro cumplimiento normativo con la implantación de métodos de control de detección de riesgos, y nos permite adoptar medidas de prevención y corrección. Pero también va muy dirigido a trabajar directamente con todos nuestros colaboradores y colaboradoras, en la formación y transmisión de valores como la transparencia, la honestidad, y la ética empresarial, que son fundamentales como parte de nuestro propósito corporativo.
De nuestro plan de Compliance, parte nuestro código ético, que es una guía de conducta interna con principios y valores que rigen nuestra compañía y deben ser conocidos y respetados por todo nuestro equipo. Nuestro código ético, que además se cuelga en nuestra web y se da en la formación a todas las nuevas incorporaciones a nuestra compañía, es una herramienta fundamental. Además, este programa de compliance permite actualizar y regular políticas internas como, por ejemplo, las políticas de regalos y obsequios frente a clientes, proveedores y organismos públicos, lo que promueve el compromiso con la ética empresarial.
Y dentro de nuestra Responsabilidad Social Corporativa, el objetivo fundamental es avanzar alineados con nuestra misión de compañía, que no es otra que investigar, desarrollar, fabricar y ofrecer productos farmacéuticos innovadores que contribuyan a mejorar la salud y la calidad de vida de las personas. Nuestras políticas y acciones en RSC se centran sobre todo en la mejora y sostenibilidad de nuestra sociedad y de nuestro entorno, por ejemplo, ofreciendo trabajo estable. Nosotros promocionamos y promovemos mucho los contratos indefinidos porque necesitamos relaciones a largo plazo.
Por otra parte, colaboramos en proyectos con universidades, en la investigación y desarrollo de productos innovadores. También contratamos a estudiantes en prácticas y becados que, finalmente, tienen una oportunidad de quedarse en nuestra compañía y tener un desarrollo profesional interno.
En Farmasierra potenciamos mucho el uso de energías renovables, por ejemplo, este año se han instalado placas solares, también para reducir todo el coste energético que, como todo el mundo sabe, durante este año se ha incrementado muchísimo, y en una empresa industrial tiene un gran impacto.
Por último, colaboramos con donaciones de medicamentos y económicas a diferentes instituciones como ONG u hospitales, e impulsamos el patrocinio del deporte, para promover hábitos de vida saludables.
La gestión y subvención al 100% del transporte de empresa a sus colaboradores es una política destacada. ¿Cuál ha sido la respuesta de los trabajadores y cómo ha afectado a la comunidad en la que operan?
Es un beneficio muy valorado, tanto interna como externamente. Farmasierra está en un lugar alejado y llegar hasta aquí en transporte público no es fácil. Esta medida supone, para los trabajadores y trabajadoras, un importante ahorro de costes de carburante, y una reducción del estrés diario del equipo, ya que se evitan las incidencias de tráfico, las retenciones, y toda la atención que requiere la conducción. Todo esto redunda en una mayor motivación, un mejor compromiso y una mejor productividad también. Y, a nivel de sociedad y sostenibilidad, esta herramienta permite reducir muchísimo la contaminación y el consumo energético, disminuye la congestión del tráfico en esta localidad, y genera empleo indirecto.
¿Cuál es la importancia del Plan de Igualdad y el protocolo para la prevención de acoso laboral en el entorno de Farmasierra, y cómo se aseguran de su implementación efectiva?
El Plan de Igualdad es una herramienta que nos permite detectar y asegurar la igualdad de trato y de oportunidades entre hombres y mujeres, tanto en el acceso al empleo como en el desarrollo profesional y la retribución. Pero también es verdad que en Farmasierra, desde nuestros inicios, hemos trabajado con la convicción de que, ante la igualdad de competencias, experiencia y esfuerzo, se debe responder con igualdad de condiciones y posibilidades de desarrollo, sin importar el género.
Es una cultura que está implantada desde nuestro origen y, por ello, en Farmasierra consideramos que no existe ni brecha salarial, ni diferencia de oportunidades en base al género. Intentamos valorar a la persona individual por su capacidad, su esfuerzo y su responsabilidad.
Nuestro plan de igualdad se enfoca en concienciar, formar y prevenir situaciones que pongan en riesgo los valores y formas de trabajar de nuestra compañía. En Farmasierra existe un Comité de Igualdad y un Comité de Higiene y Seguridad Laboral, con el que se trabaja conjuntamente en poner en marcha procedimientos y acciones que nos permitan seguir evolucionando y mejorando en igualdad. Y también en definir procedimientos de actuación que nos ayuden, de forma inmediata y rotunda, a resolver cualquier conflicto de interés que pueda surgir, o cualquier riesgo de acoso o incidente que vaya en contra de nuestro código ético. Existe en la compañía un canal de denuncias interno, y también nos enfocamos mucho en informar y formar a todo nuestro equipo en este tipo de procedimientos internos, cultura y formas de trabajo.
¿En qué otras buenas prácticas destacadas están trabajando desde el área de Recursos Humanos?
En Farmasierra es importantísima la retención del talento, porque el coste formativo en una industria como la farmacéutica es muy elevado. Se forma a cada nueva incorporación en código ético, procedimientos internos, en GMP (Good Manufacturing Practices), en prevención, en políticas medioambientales, en compliance, en RGPD (Reglamento General de Protección de Datos). Y en todos nuestros procesos productivos.
Todas nuestras políticas de conciliación, como, por ejemplo, mantener turnos fijos de mañana y tarde, no trabajar los fines de semana, salvo por necesidades productivas puntuales (que además se retribuyen siempre por encima de convenio, se compensan con tiempo libre), y también la no existencia de turnos de noche, van muy enfocadas a facilitar el bienestar de los trabajadores. Esto genera el compromiso e implicación que nos ayuda a retener el talento.
Por otra parte, ante cualquier vacante que surja internamente, se da prioridad a la promoción interna, y la apoyamos con formación específica para esta nueva posición. Esto nos permite promover el desarrollo profesional interno y la motivación de nuestro equipo.
En el ámbito de las iniciativas específicas de desarrollo profesional ¿Qué formación ofrece Farmasierra a sus empleados para fomentar su crecimiento dentro de la empresa?
Una de las mejores herramientas, y que nos está dando muy buen resultado en Farmasierra, es fomentar el trabajo por proyectos. Es algo que impulsa a nuestro equipo a incorporarse a proyectos multidisciplinares en los que pueden aportar, y también les permite conocer otras áreas o departamentos de la compañía, ampliando así su visión global del negocio.
En Farmasierra decimos que “el límite es el cielo”, y esto significa que cualquier persona que se incorpore a nuestro equipo con ganas de trabajar, con actitud de aportar, de aprender, y de implicarse en este proyecto empresarial, en el que consideramos que todos somos importantes, puede tener multitud de salidas profesionales. Y no solo dentro de su área de trabajo habitual, sino en otras. Por ejemplo, tenemos casos de personas del departamento de Garantía de Calidad, que han terminado promocionando y asumiendo responsabilidades en puestos de Operaciones. O sea, el espectro de desarrollo es muy amplio.
Otra herramienta es nuestro Plan General de Formación, que lo que hace es desarrollar competencias. Va muy enfocado a potenciar y actualizar, por ejemplo, habilidades técnicas, que son muy importantes en nuestro sector, puesto que van surgiendo nuevas herramientas y nuevos software IT. Y también el marco normativo y las regulaciones avanzan constantemente, por lo que hay que mantenerse actualizado para poder implantar todas ellas con seguridad y fiabilidad.
Por otra parte, el mundo es cada día es más global, y en Farmasierra trabajamos con muchos clientes internacionales, por lo que la formación en idiomas es otra pata importante de nuestro Plan de Formación. Además, es fundamental seguir formando y desarrollando las llamadas competencias soft, o destrezas interpersonales, de nuestro equipo, para potenciar tanto el desarrollo profesional como nuestros valores de colaboración, trabajo en equipo, y comunicación. En definitiva, Farmasierra pone especial cuidado también en aquellas personas que más aportan y que se detecta que tienen una trayectoria laboral más amplia dentro de la compañía.
¿Cuáles son los desafíos de Farmasierra y de su sector en materia de RSC y sostenibilidad?
El mayor desafío que enfrenta Farmasierra, tanto en RSC como en sostenibilidad, es el de impulsar y mejorar la comunicación con todos nuestros grupos de interés: trabajadores y trabajadoras, ayuntamientos, comunidad autónoma, y con la sociedad en general. Para dar respuesta a esas nuevas necesidades que están surgiendo a nivel medioambiental, social y económico. Y conseguir, sobre todo, implantar soluciones que sean reales y de futuro, que se puedan sostener. Ese es nuestro principal reto.
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