Durante los casi 70 años de andadura de RIU Hotels en la industria turística, todo el equipo humano, desde los dueños hasta las últimas incorporaciones, han trabajado con el objetivo de “ser mejores”. Pero no se trata de la competencia con otras compañías para ver quién tiene más hoteles, más habitaciones o mejores clientes, sino de nuestro afán de superación, evolución y aprendizaje, para lograr un propósito: ofrecer el mejor servicio a nuestros huéspedes para que vuelvan a nosotros, cuidando, además, el entorno social y ambiental donde se ubican nuestros hoteles.
No ha sido, en absoluto, un camino sencillo. Este reto nos está forzando a una transformación interna total, con la que pretendemos generar una responsabilidad social corporativa transversal en toda la compañía que, ante todo, quede impresa en su ADN. Como departamento liderando esta evolución interna, trabajamos con la intención de lograr un modelo hotelero y turístico mejor, y no sólo para nuestros clientes que son y serán nuestra razón de ser como empresa, sino para todos y cada uno de los ciudadanos de este planeta.
Gracias a este paso lento, pero seguro, hacia una madurez identitaria, hemos comprendido que no solo se trata de construir un hotel e impulsar la economía del destino, sino de lograr el bienestar de las personas en las que impacta nuestra actividad. Pero no podemos hacerlo solos. RIU como empresa, su equipo y los aliados de las organizaciones con las que trabajamos tenemos que trabajar unidos.
Es el caso de nuestra alianza con Cruz Roja. Gracias a su acompañamiento, hemos logrado impactos positivos importantes entre la comunidad local de destinos como España o México, además de ser aliados en emergencias durante la actual guerra en Ucrania. En el caso de Madrid, colaboramos con Cruz Roja Española en un proyecto denominado “Educación Digital y parentalidad positiva”, con el doble objetivo de favorecer el acceso de niños y adolescentes, y sus familias, a dispositivos tecnológicos. De este modo, se facilitan actuaciones de apoyo socioeducativo y se previenen situaciones de privación de material, con el fin de mejorar las competencias y capacidades familiares, contribuyendo a la igualdad de oportunidades.
Durante 2020 apoyamos con Cruz Roja Mexicana para paliar los efectos de la COVID-19 en el estado de Quintana Roo y cubrir algunas necesidades inmediatas de la zona. Por ejemplo, se creó una centralita de atención a posibles contagiados, pusieron en marcha una campaña de prevención dirigida a toda la población local y se compraron medicinas y material médico.
Por último, en Ucrania confiamos en Cruz Roja en el apoyo humanitario en la zona de conflicto, liderando la captación de recursos económicos entre nuestros colaboradores, para la entrega de ayuda humanitaria por parte de los equipos de Cruz Roja desplegados tanto sobre el terreno como en España.
Con proyectos como estos, RIU, así como otras empresas, lograrán ser generadoras de un cambio positivo más allá de lo meramente económico. La economía global debe adaptarse a una nueva era en la que el modelo de toma de decisiones ha cambiado, porque ya no podemos vivir pendientes de nuestra cuenta de resultados y de espaldas a las necesidades de la sociedad. Es nuestra responsabilidad mirar de frente, y a los ojos, a todas las realidades ambientales y sociales en las que tenemos influencia, para así poner todos los esfuerzos en mejorarlas.
Este artículo forma parte del Dosier Corresponsables: Día Mundial de Cruz Roja