Con una historia de más de 125 años en la que la RSC siempre ha sido para Roche un pilar fundamental, el cuidado del medioambiente se ha convertido en un aspecto clave y transversal en nuestra estrategia y procesos de trabajo. Tras todo este tiempo hemos consolidado nuestro posicionamiento con la sostenibilidad y la reducción de la huella en el planeta bajo #LaMarcaQueDejas. Una marca de compromiso y responsabilidad presente en todos los proyectos que realizamos, incidiendo en estos ejes: las personas, el planeta, el entorno y las personas.
Una marca que va más allá de objetivos de ventas y rentabilidad, que tiene que ver con las personas y con lo que nos rodea, con la búsqueda incansable de soluciones que cubran las necesidades de los pacientes, pero siempre con el más absoluto respeto por el medioambiente y nuestro entorno.
Una marca que usa la innovación como fuente de energía y que tiene como hoja de ruta ofrecer de tres a cinco veces más innovación para los pacientes, reduciendo a la mitad el coste que esto implica para la sociedad. Para ello es necesario una transformación a todos los niveles, donde la generación de valor, la sostenibilidad y la digitalización lideren este cambio.
Una marca que llevamos en nuestro ADN como empresa responsable. Y un ADN que compartimos todas las personas que trabajamos en Roche, integrando en nuestro día a día prácticas sostenibles y protagonizando iniciativas que muestran nuestra implicación en la lucha frente a la emergencia climática.
Objetivos a corto, medio y largo plazo
Nuestra responsabilidad es a corto, medio y largo plazo para conseguir que todos los procesos, actividades e instalaciones se desarrollen y gestionen de forma la forma más sostenible y respetuosa con el medioambiente. En 2021 pusimos más énfasis en las áreas de transporte, logística y edificios sostenibles. De hecho, como parte del plan para la transición ecológica de los vehículos de flota, el 45% de los empleados que han renovado su coche este año se han decantado por un vehículo híbrido, de esta manera nos acercamos más a nuestro objetivo de contar con una flota 100% eléctrica en los próximos años.
Además, la compañía asume el 100% del coste del punto de carga e instalación en el domicilio de los empleados que opten por un vehículo de compañía, un coche eléctrico o un híbrido enchufable. También se facilitan ayudas para la compra de vehículos sostenibles de uso privado.
Asimismo, una de las ten years ambitions de la compañía es la reducción de nuestra huella ambiental a la mitad para el año 2030. Con unos objetivos muy concretos de reducción en todas las áreas: consumos de agua en un 15%, generación de residuos en un 10 %, emisiones de CO2 de flotas y vuelos en un 40%, y disminución de consumos en nuestros tres centros de trabajo. En estos centros, el 100 % de la electricidad contratada es verde con garantía de origen. Y, para el 2050 nuestro propósito es reducir a cero nuestras emisiones de gases de efecto invernadero.
En definitiva, todo nuestro trabajo se basa en las tres ‘R’: Reducción, Reutilización y Reciclaje, a través de una gestión basada en el uso eficiente de los recursos, desde el papel que utilizamos, pasando por la eficiencia en los materiales de transporte y hasta el destino de nuestros residuos de medicamentos.
Porque si queremos dejar una marca en todo lo que hacemos, queremos que esa marca sea positiva, sostenible y ecológica.
Este artículo forma parte del Dosier Corresponsables: Día del Medio Ambiente