¿Qué importancia tiene para vuestra empresa formar parte de la Alianza País Pobreza Infantil Cero y qué esperáis conseguir con ella?
A través de alianzas público – privadas como la Alianza País Pobreza Infantil Cero, podemos desarrollar estrategias eficaces y socialmente responsables para promover la igualdad de oportunidades y las expectativas de futuro con independencia de su condición económico – social, garantizando de esta forma que nadie quede atrás.
En el ámbito de la infancia y la juventud, en Santander sabemos que invertir en educación es la mejor forma de impulsar el desarrollo social y tenemos la convicción de que la educación es el mejor medio para lograr un crecimiento sostenible e inclusivo y desde luego una manera clara de luchar contra la exclusión y la pobreza.
Nosotros elegimos hace 25 años apostar por ello a través de Santander Universidades, desarrollando iniciativas que promueven el acceso a la Educación superior de calidad, facilitan la empleabilidad de los jóvenes e impulsan el emprendimiento universitario porque la educación es el mejor ascensor social y debe formar parte de las prioridades en la recuperación y el diseño de la economía y la sociedad del futuro.
¿De qué forma está vuestra empresa apostando por las buenas prácticas socialmente responsables en el ámbito de la infancia más vulnerables? ¿Nos puedes explicar brevemente vuestra evolución hasta la actualidad?
Banco Santander viene desarrollando desde hace años diferentes iniciativas dirigidas especialmente a niños y a jóvenes en riesgo de exclusión social en todos los países en los que opera. La educación es un gran eje de nuestra actividad e inversión de Banca Responsable y además de apoyar la educación financiera y universitaria, desarrollamos programas para fomentar la igualdad de oportunidades y el acceso a una educación de calidad para los niños y los jóvenes. Sólo en 2020, 470.000 menores se beneficiaron de los programas educativos del Santander, un 45% más que el año anterior.
Son muchas y muy diferentes las acciones que impulsamos en cada país. En España, por ejemplo, colaboramos desde hace 12 años en proyectos específicamente dirigidos a la infancia a través de la iniciativa Proyectos Sociales, Euros de tu Nómina, que, además de otros ámbitos, cada año colabora con ONG o fundaciones que trabajan con niños en riesgo de exclusión gracias a las donaciones voluntarias de los empleados y del propio banco, que dobla la cantidad aportada por sus profesionales,
A través de otra iniciativa importante, Santander Ayuda, que se realiza en colaboración con la Fundación Banco Santander, también impulsamos proyectos dirigidos al desarrollo social y educativo de menores en riesgo de pobreza y exclusión social y de sus familias, en el marco de los más de 80 proyectos de ONG que se apoyan con este programa cada año.
¿Puedes especificarnos algunas buenas prácticas y/o iniciativas concretas que estáis llevando a cabo en esta materia y qué objetivos persiguen?
Son muchas y distribuidas por los diferentes países en los que operamos. Creemos que podemos desempeñar un papel muy importante como entidad para mejorar la vida de las personas allí donde estamos presentes. Nuestro objetivo era ayudar a cuatro millones de personas a través de nuestros programas sociales entre 2019 y 2021 y ya lo hemos alcanzado. Seguiremos trabajando en esta línea, sin duda.
Además de las acciones descritas anteriormente en España, en Chile, por ejemplo, Santander colabora desde hace más de 20 años con la ONG Techo-Chile en multitud de iniciativas como ‘Un Techo para Aprender’ para ofrecer oportunidades de aprendizaje en un contexto de educación no formal para niñas, niños y adolescentes que viven en contextos de alta vulnerabilidad; en Portugal, el banco es miembro fundador de la Fundación CEBI, que busca mejorar la calidad de vida de niños y ofrecen, entre otras cosas, alojamiento permanente a niños víctimas de abandono y malos tratos; en México, el Fideicomiso Por los Niños de México, apoyado por el banco y sus empleados a través de sus nóminas, lleva años apoyando a la infancia más desfavorecida, con foco en las áreas de nutrición, salud y educación; lo mismo en Brasil por ejemplo con el programa ‘Amigo del Valor’, que apoya proyectos dirigidos a niños y adolescentes en situación de vulnerabilidad a través de recursos destinados a Consejos Municipales por los derechos de niños y adolescentes. Y como estos, innumerables ejemplos que desarrolla Santander cada año en todo el mundo.
¿Cuál es la situación actual de la gestión socialmente responsable en vuestro sector económico?
El sector bancario tiene ahora más que nunca la obligación de ser socialmente responsable en el desempeño de nuestras funciones. La situación actual derivada del Covid-19 ha supuesto un punto de inflexión para la sociedad a nivel mundial. En Banco Santander la comisión de banca responsable, sostenibilidad y cultura ayuda al consejo de administración a cumplir con sus responsabilidades de supervisión en relación con la agenda y la estrategia de banca responsable.
Para crear un banco más responsable es fundamental escuchar, entender y dar respuesta a todos nuestros grupos de interés. Para ello utilizamos múltiples canales. Hacemos encuestas y tenemos canales de comunicación directa con nuestros empleados. Escuchamos las opiniones y necesidades de nuestros clientes a través de plataformas interactivas. Y analizamos las demandas de los principales analistas, inversores e índices interesados en cuestiones ambientales, sociales y de gobierno.
Nos mantenemos al día en cuanto a nuevos reglamentos y mejores prácticas en todo el mundo. Participamos en consultas con autoridades, asociaciones sectoriales y otras organizaciones que influyen en la formulación de políticas sobre el desarrollo sostenible. Estudiamos las externalidades para identificar los riesgos y oportunidades de nuestro negocio, evaluar nuestro impacto en la comunidad y crear valor para la sociedad y el medio ambiente.
¿Cuáles son los otros grandes retos y desafíos de tu organización en materia de gestión responsable?
Grupo Santander desarrolla su actividad en un mundo que cambia rápidamente, lleno de nuevos retos y oportunidades.
A partir del análisis de materialidad hemos identificado dos retos principales: adaptarnos al nuevo entorno empresarial y contribuir a un crecimiento inclusivo y sostenible. Al abordar estos retos, integramos criterios medioambientales, sociales y de buen gobierno en todo lo que hacemos. La clave para conseguirlo es contar con una cultura sólida y un negocio en el que todo lo que hagamos sea Sencillo, Personal y Justo; trabajando para satisfacer las necesidades de los clientes, ayudando a las personas a abrir negocios y crear empleos, promoviendo el empoderamiento financiero y contribuyendo a que las personas reciban la educación que necesitan. Y además, financiando e impulsando proyectos e infraestructuras sostenibles, e impulsando las tecnologías inteligentes, para hacer frente al cambio climático. Todo ello, teniendo en cuenta los riesgos y oportunidades sociales y medioambientales en nuestras actividades, y contribuyendo activamente a un sistema económico y social más equitativo e inclusivo.
Esta entrevista forma parte del Dosier Corresponsables: Una alianza de país para combatir la pobreza infantil.