En las últimas décadas, el entorno natural se ha visto afectado por las actividades diarias de los humanos. El consumo desmedido es una de ellas, el cual conlleva una producción desmesurada de bienes, así como la continua generación de basura. Esto ha creado una situación crítica desde el punto de vista medioambiental, amenazando la biodiversidad y, por tanto, también nuestro futuro en este planeta.
Así, y según los últimos datos del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), los hábitos de producción y consumo actuales se posicionan como la principal causa de la emergencia climática en la que nos encontramos. Para hacer frente a esta realidad, el órgano internacional promueve, entre otras medidas, una transformación de dichos hábitos, orientándolos hacia la economía circular y otros tipos de consumo más sostenibles y responsables.
De esta manera, no cabe duda de que es el momento de que nuestro modo de consumir cambie, apostando por sistemas como el pago por uso, el consumo por suscripción y la economía circular. Estos modelos de consumo contribuyen a reducir las compras desmedidas y promueven un cambio responsable, priorizando el uso sobre la adquisición, reutilizar en vez de desechar y garantizando un menor impacto sobre el medio ambiente.
En Simplr siempre hemos centrado nuestros esfuerzos en ir más allá. Ese compromiso por contribuir al desarrollo de un mundo más justo y verde hace que hayamos puesto en marcha alternativas para minimizar el impacto medioambiental de nuestra actividad diaria. Es decir, además de impulsar un consumo más sostenible a través de la suscripción que contribuya a hacer del ODS 12 una realidad, también trabajamos de manera activa para que este consumo más sostenible sea neutro en carbono. De esta manera, hemos puesto en marcha un proceso de compensación de emisiones de CO2 derivadas de su actividad mediante 3 pasos: cálculo, seguimiento y compensación.
En primer lugar, calculamos la cantidad de emisiones de CO2 que genera cada producto ofrecido al mes, en base al CO2 emitido durante la fabricación de este. Una vez el cálculo ha sido completado, llevamos a cabo la compensación de CO2 a través de inversiones en proyectos de reforestación ambiental en el territorio español.
Esta innovación nos ha permitido también, otorgar a las empresas que tienen alguna suscripción activa en nuestra plataforma el certificado de compensación de CO2, y un documento acreditativo de la circularidad que la empresa está empleando con el uso de estos productos y su posterior gestión responsable de los residuos finalizada su vida útil máxima. De esta manera es posible cuantificar los resultados al final de cada ejercicio con el objetivo de medir su efectividad y repercusión.
Gracias a este proceso de compensación de emisiones, continuamos avanzando para conseguir una sociedad más sostenible y cuyos hábitos de consumo no generen un impacto negativo en la biodiversidad de los entornos naturales.
Llegados a este punto, resulta evidente que no es posible sostener por más tiempo un modelo económico basado en el “take-make-waste” y es preciso un cambio inminente hacia otros modelos y estrategias de consumo más sostenible como el pago por uso.
Este cambio en el paradigma de consumo sumado a iniciativas como la que comentaba anteriormente contribuye a neutralizar la huella de carbono y garantizar la transición hacia una economía descarbonizada. Con la colaboración de empresas, administraciones públicas y ciudadanos podemos hacer de los ODS una realidad y entre todos impulsar esta rueda que permita un futuro más próspero, al tiempo que protegemos nuestro patrimonio natural.
Esta tribuna forma parte del Dosier Corresponsables: 8º Aniversario de los ODS, en colaboración con Metrovacesa.