¿De qué modo tu compañía apuesta por las buenas prácticas socialmente responsables? ¿Nos puedes explicar brevemente vuestra evolución hasta la actualidad? ¿Y alguna buena práctica en concreto con los objetivos que persigue que te gustaría destacar en esta entrevista?
En Ence, la sostenibilidad es el eje principal y transversal de todas nuestras actividades, afectando a todas las áreas de la compañía y a todo el equipo humano. Para nosotros, desarrollar prácticas sostenibles significa ser competitivos en el mundo actual, en un mercado y una sociedad en los que las cuestiones ambientales, sociales y éticas tienen cada vez más peso. Aspectos como la gestión sostenible de los recursos, la eficiencia energética, el cuidado de las personas o la apuesta por la igualdad son palancas de competitividad y no cabe duda de que el compromiso y la buena relación con las comunidades vecinas garantizan la licencia social necesaria para operar en el largo plazo.
En Ence apostamos firmemente por la implantación de políticas de sostenibilidad, que articulamos a través de un Plan Director de Sostenibilidad implantado en 2019. Sin embargo, ya antes de esa fecha en la compañía hemos trabajado con esta visión de preservar el entorno y las comunidades en las que operamos. Así, desde Ence apoyamos la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030.
Una de los hitos más recientes para nuestra compañía ha sido convertirnos en la primera de Europa en certificar la biomasa de nuestras plantas bajo el esquema de verificación SURE. Es un paso más, tras haber sido los primeros en elaborar una propuesta innovadora como fue nuestro Decálogo para la Sostenibilidad de la Biomasa como Combustible. Que los restos vegetales que utilizamos para generar energía renovable tengan este sello no solo ha supuesto adelantarnos al cumplimiento de la normativa, sino también un beneficio para nuestro negocio, para el medio ambiente y para la comunidad social en que son recogidos, principalmente, el mundo rural.
¿Qué importancia tiene para vuestra organización formar parte de ASPAPEL a la hora de mejorar vuestra RSC?
Encontrarnos dentro de una entidad como ASPAPEL siempre es positivo en este y otros muchos aspectos, por cuanto supone una red de apoyo empresarial de primer nivel y una oportunidad para establecer sinergias y relaciones beneficiosas para todos. Un claro ejemplo es nuestra participación en el grupo operativo, liderado por ASPAPEL, para luchar contra la plaga del “gonipterus”, que afecta gravemente al eucalipto. En esta propuesta hemos colaborado en las tareas de formación de formadores para el control biológico de la plaga, suministrando material y desarrollando técnicas y metodologías de seguimiento y producción del tratamiento para mejorar su eficacia.
¿Qué sinergias esperáis generar a nivel ambiental las acciones conjuntas que estáis emprendiendo en vuestro sector?
Hablando de sinergias, resulta destacable el trabajo conjunto que, con nuestros clientes, llevamos a cabo para ofrecer al consumidor productos más sostenibles sustitutivos de los plásticos. Este es, por poner un ejemplo, el caso de nuestro cliente Pack Benefit, que elabora a partir de nuestra celulosa bandejas alimentarias más seguras y sostenibles que las hechas a partir de plástico.
El sector de la celulosa y el papel ha sido uno de los mejores ejemplos de economía circular, dado que en sus procesos se valorizan y reutilizan la inmensa mayoría de los residuos. Optimizar esta economía circular con la modernización de las tecnologías y aportar al consumidor productos de origen natural, renovables, reciclables y biodegradables, es ya una realidad para muchas de las empresas, también para Ence.
Dentro de esta concepción, que nuestras instalaciones sean eficientes en el uso de la energía y totalmente respetuosas con el entorno es un deber que también estamos cumpliendo con creces, así como en la aplicación de las más modernas técnicas, en nuestro compromiso de ser una industria digital y sostenible.
¿Cuál creéis que es la situación actual del impacto ambiental de vuestra actividad en España?
Una de las características del sector es un alto nivel de inversión en proyectos que buscan más eficiencia, menos impacto ambiental y una mayor competitividad. Esto supone que, a lo largo de las últimas décadas, esta actividad se haya convertido en un paradigma de desarrollo sostenible, potenciando desde la madera la nueva economía, la bioeconomía. El compromiso de todas las empresas del sector en suministrar productos con menor huella ambiental, impulsando asimismo la certificación de la materia prima y de todas las etapas del proceso.
Merece la pena también señalar el impacto ambiental positivo que tiene nuestra actividad y nuestro sector, a través de los bosques que mantiene y gestiona, que actúan como sumideros de carbono.
¿Cuáles son los otros grandes retos y desafíos/oportunidades de tu organización en materia de sostenibilidad?
En Ence estamos comprometidos con los ODS, que nos sirven de apoyo para desarrollar nuestras directrices de sostenibilidad, así como para identificar nuevos retos y oportunidades. En este sentido, trabajamos para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y para aumentar el suministro de nuestros productos de celulosa diferenciados, que suponen una alternativa en multitud de aplicaciones a los plásticos.
Seguir creciendo en esta línea supone promover un consumo responsable. Es importante destacar, igualmente, nuestro compromiso con la fijación de población en las zonas rurales, a través del empleo y la compra de madera y biomasa, así como con la conservación de ecosistemas. Finalmente, estamos desarrollando un importante trabajo en materia de igualdad y queremos promover una mayor presencia de la mujer en la industria.
Esta entrevista forma parte del Dosier Corresponsables: La sostenibilidad en el sector papelero español