La empresa es una pieza clave de la sociedad actual, por tanto, de su desarrollo. Debido a que su impacto económico, social, ambiental y de gobernanza influye en gran medida en el tipo de sociedad que se construye, existe un consenso internacional que le exige algunas conductas básicas en su modelo de negocio y el respeto a los derechos humanos. Es innegable la importancia de las empresas en las relaciones económicas, laborales y sociales del actual mundo globalizado.
Se trata de un actor clave que alienta al desarrollo de las capacidades humanas y al crecimiento económico, pero tiene también la responsabilidad de gestionar los impactos en derechos humanos de sus actividades. El comportamiento de las empresas puede contribuir a incrementar los problemas, que debe atender la sociedad, o ser parte insustituible de la solución. Todos los sectores empresariales pueden generar riesgos con sus inversiones y operaciones.
Se ha producido una evolución internacional desde unas iniciativas empresariales voluntarias, no ordenadas, ni armonizadas, a un enfoque normativo internacional, y nacional. Esta tendencia normativa se está desarrollando de manera acelerada, y afecta a las relaciones comerciales, de inversión y producción.
Las Naciones Unidas ha definido el marco de responsabilidades, después la OCDE, OIT, y en especial la Unión Europea están impulsando medidas normativas, y que van a influir en poco tiempo los mercados, en el comercio, en la inversión y en el modelo de desarrollo. Un ejemplo son las directivas y/o reglamentos de la UE sobre inversión sostenible, información sobre sostenibilidad corporativa, debida diligencia, entre otras, que afectarán a empresas de la UE, a las que operen en la UE, y a su cadena de valor. En ellas el concepto de debida diligencia en derechos humanos es una pieza clave.
Los derechos humanos son los que se tienen las personas básicamente por el hecho de existir. Son inherentes a todas las personas, con independencia de la nacionalidad, género, origen étnico, color de piel, religión, idioma o cualquier otra condición.
Los derechos humanos son un marco mínimo, acordado por los Estados y aceptado universalmente entre las sociedades. Están basados en una ética común acordada, son las normas mínimas de protección y respeto a tener en cuenta. La idea de fondo de los derechos humanos es simple y poderosa, es el derecho a la dignidad de cualquier ser humano. Todas las personas tienen el derecho de ser tratados y vivir con dignidad a lo largo de su vida, por el simple hecho de existir.
Aunque los Estados son los responsables de proteger y realizar los derechos humanos, todas las personas, físicas o jurídicas, deben respetarlos. Las empresas deben gestionar diligentemente el riesgo de afectar el disfrute de derechos, incorporando el respeto de los derechos humanos como un principio esencial de su comportamiento en la gestión de su modelo de negocio. Deben tomar medidas para respetarlos, incluso aunque operen en un contexto en el que las leyes o las instituciones no sean eficaces en garantizarlos.
Todas las empresas, sin excepción, tienen la responsabilidad de respetar los Derechos Humanos (DDHH), éste es un consenso mínimo, y una expectativa universal de las sociedades. No debería ser considerado como un valor añadido, ni un compromiso voluntario. Pero es una excelente oportunidad para incorporar criterios que mejoran la gestión y el gobierno de la empresa, ser más eficaz, mejorar su relación con los distintos actores, mejorando la gestión de sus riesgos y siendo más eficiente en su modelo de negocio.
Los Principios Rectores de ONU sobre empresa y derechos humanos (2011), establecen que la debida diligencia en derechos humanos es “un proceso de gestión continuado, que una empresa razonable y prudente necesita llevar a cabo para cumplir con su responsabilidad de respetar los derechos humanos: para identificar, prevenir, mitigar y responder a riesgos e impactos.
Todas las empresas deben respetar los derechos humanos, para ello deben poner medidas eficaces para asegurar que no se producen impactos negativos sobre los derechos humanos por su modelo de negocio.
Tienen que actuar con “debida diligencia”, fundamentada en un proceso concreto, basado en un ciclo de gestión empresarial orientado a la gestión de riesgos e impactos en derechos humanos en su modelo de negocio, y tener mecanismos que aseguren el acceso al remedio a las personas afectadas en sus derechos por sus actividades.
La responsabilidad de respetar los derechos humanos, y de aplicar la debida diligencia, es común a todas las empresas, con independencia de su tamaño, país, sector o contexto de actividad.
Las pymes son un actor clave en la economía y el funcionamiento de las sociedades, por ello son muy relevantes a la hora abordar eficazmente cualquier objetivo de sostenibilidad y respeto a los derechos humanos.
La pyme es clave para asegurar la gestión de su debida diligencia en las relaciones de las cadenas suministro, para identificar, gestionar y prevenir los potenciales impactos de proveedores y contratistas.
A las pymes se les exige cada vez más por parte de sus clientes que se adhieran a códigos de conducta y programas de gestión sostenible de la cadena de suministro, incluyendo la aplicación de la debida diligencia. También es relevante entender la tendencia normativa, los mercados financieros y de inversión que buscan actividades que sean “sostenibles”, y condicionarán, directa o indirectamente a las pymes.
Se evidencia la necesidad de impulsar en las pymes la gestión responsable, basada en la debida diligencia como herramienta de respeto a los derechos humanos, dado a su alta presencia en las economías de los países, y por ser una pieza clave tanto en la economía de cercanía, como en la economía global, por su integración en las cadenas globales de valor.
Sustentia ha elaborado una Guía de Debida Diligencia en Derechos Humanos en alianza con la Fundación General de la Universidad de Castilla-La Mancha. El objetivo de la Guía es ayudar a comprender el concepto debida diligencia en derechos humanos y sostenibilidad, acercarlo de manera práctica, y explicar por qué es relevante incorporarla en la gestión y gobierno de las empresas, aportando recomendaciones prácticas para ello. Acceda a la Guía aquí.
Este artículo forma parte del Dosier Corresponsables: El impulso de los DDHH desde el ámbito empresarial, realizado con la colaboración de Fundación SERES.