La continuidad de una estrategia sostenible y la aplicación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible son el lenguaje común que actualmente tenemos a nuestro alcance para sintonizarnos con los retos globales. Muchas empresas ya reportan en sus informes de sostenibilidad, cuestión que ha facilitado el camino a los Objetivos de Desarrollo Sostenibles, pero muchas otras todavía no han entrado en esta nueva y necesaria estrategia.
Hablando de las pymes, entre las cuales nos encontramos, encuentro que la aplicación de los ODS es viable, quizás no hemos sabido cómo llegar a esos trabajadores autónomos que pelean a diario por sacar su negocio adelante, o esas empresas de 4 o 20 personas que hacen mil funciones diarias para continuar adelante en frente de la incertidumbre.
Desde aquí deseo transmitirles, que seguramente tienen ya mucho trabajo hecho y que reportar en ODS es un cambio de mirada o estrategia que incluso favorecerá su negocio. Es importante tener en cuenta que en la pyme el factor tiempo, recursos y presupuesto, no es tan sencillo como en una multinacional. Cierto es que para las pymes ya avezadas en RSE, la aplicación de los ODS no deja de ser una manera diferente de mostrar la información que ya contenían sus memorias o seguimientos.
Todo ha cambiado, la visión de la “estabilidad” y el “estado de bienestar” se han venido abajo después de la pandemia, las crisis geopolíticas y por supuesto el problema de fondo, el cambio climático. Todo ello nos ha situado en un mundo repleto de incertidumbre. Es posible que haya llegado el momento de dejar de hablar de desarrollo económico sostenible para hablar de economía circular o economía sostenible, o economía consciente, ¿queremos seguir desarrollando la economía?
En mi opinión hay varios ODS que son de imprescindible seguimiento y que comparten las líneas maestras que nos enfocan al avance, al nuevo modelo de negocio. ODS 5 “igualdad de género”, a su vez una oportunidad de incorporar nuevos enfoques en femenino e ideas innovadoras para los equipos. ODS 8 “trabajo decente y crecimiento económico”, es una base fundamental que la empresa genere trabajo digno para sus equipos y que fomente la economía sostenible. ODS 12 “producción y consumo responsable”, uno de los más significativos.
Aunar oferta y demanda en valores de sostenibilidad. ODS 13, 14 y 15 vinculados a medio ambiente, de imprescindible compromiso y los más complicados de manejar a nivel internacional, sobre todo si hablamos de pymes. ODS 17 “alianzas para alcanzar objetivos” es el ODS de la comunicación y el trabajo entre empresas y organizaciones independientemente de su tamaño o función. Aquí podemos incluir nuestra vinculación con el tercer sector y de esta manera poder alcanzar otros objetivos focalizados en la sociedad (ODS 1, 2 y 4).
Además de apostar por estos ODS una de las claves es atajar los efectos negativos de nuestros negocios. Cada empresa ha de revisar cual es el riesgo más notorio de su gestión, de sus productos o servicios y ponerle nombre e indicadores de mejora. Un ejemplo claro en el mundo del turismo podría ser la incidencia en las comunidades locales, los efectos medioambientales y la repercusión en el empleo de la situación de parálisis sufrida durante el 2020 y 2021. Éste bajo mi punto de vista es uno de los principales retos a trabajar, a veces complejo, pero sin duda los que dan credibilidad de una gestión sostenible.
Los ODS son un lenguaje común para un mundo globalizado, son los retos de todas y todos.
Este artículo forma parte del Dosier Corresponsables: 7º aniversario de los ODS, junto a T-Systems y Villafañe&Asociados