Humanidad, imparcialidad, neutralidad, universalidad, independencia y carácter voluntario, son los principios sobre los que se asienta la labor de la Cruz Roja. Principios que, inalterables, les han llevado a ser uno de los organismos de referencia a través del cual las compañías podemos apoyarnos para vehiculizar muchos de nuestros proyectos de soporte a la sociedad.
Sin estos principios y sin, en definitiva, la Cruz Roja, muchas de nuestras iniciativas sociales no podrían materializarse. Llegar a los sitios más lejanos, estar cerca y sobre el terreno en las situaciones críticas o junto a los más necesitados, como lo hace la Cruz Roja, es tender los puentes necesarios para tejer una red de solidaridad casi sin límites.
Desde pequeño, y en mi caso ya ha pasado mucho, mucho tiempo, la imagen de la Cruz Roja está asociada con la forma más universal de socorrer a los demás, en medio de las perores crisis, en la guerra, en las catástrofes naturales, en las hambrunas es parte inseparable del legado emocional y también de la vida cotidiana.
Pero esta amplitud de alcance, la capacidad universal de actuar, de remediar, su capacidad de actuar global ante grandes desafíos para las personas por remotos que estos sean es acompañada de una capilaridad extraordinaria que acerca la institución a nuestro día a día, en cercanía, vertebrando la ayuda y el soporte ante la adversidad a nuestro ámbito más cercano, en una carretera, una playa con migrantes, un rescate en el mar o la montaña y consiguiendo sangre donada”.
En el caso de Tendam, llevamos más de 140 años operando activamente en el sector de la moda y el textil. Un siglo y medio en el que también hemos mantenido inalterables nuestros valores de respeto, honestidad e integridad. Unos valores que han sido fundamentales para contribuir, en la medida de lo posible, para con la sociedad en la que operamos.
En Tendam necesitamos aliados globales como nosotros que estamos en más de 70 países, pero pegados al terreno con más de la mitad de nuestras tiendas propias en poblaciones medianas o pequeñas donde poder mantener tejido comercial, empleo y servicio. Nosotros sabemos crear moda, distribuir prendas leales, con una buena calidad para un precio asequible y cada vez más sostenibles.
Con muchas de estas prendas hemos ayudado a muchas personas en los cinco continentes pero hay otras muchas en las que la ayuda económica para gestionar sobre el terreno es la más directa y la que soluciona y salva vidas. Para eso estamos orgullosos de que Cruz Roja nos ayude a ayudar.
Los últimos tres años han significado un paradigma en cuanto las ocasiones para activar la solidaridad. Si bien llevábamos décadas con proyectos sociales ligados a nuestras marcas y sus valores, la pandemia ha marcado un antes y un después y sentado las bases para demostrar cómo, desde nuestra posición, podíamos ser aún más responsables y contribuir.
Ha sido de la mano de la Cruz Roja como hemos materializado algunos nuestros programas de ayuda: la pandemia, la erupción del volcán de La Palma, los refugiados de la guerra de Ucrania… son solo tres ejemplos, tristemente destacados, de una exitosa colaboración conjunta. Juntos pudimos sumar y lograr una capacidad superior para comprender los problemas y situaciones, encontrar soluciones y proporcionar resultados, en comparación a la que podríamos haber obtenido solos.
Cruz Roja y Tendam han sabido compartir los conocimientos, recursos y experiencia y las iniciativas conjuntas crearon soluciones para aquellos que más lo necesitaban y contribuyeron a responder a las necesidades.
Para todas las personas que formamos Tendam es un verdadero placer colaborar con Cruz Roja. Supone un gran orgullo, pero al mismo tiempo una gran responsabilidad. Cumplimos con un objetivo común: ser mejores juntos.
Este artículo forma parte del Dosier Corresponsables: Día Mundial de Cruz Roja