El 2023 terminó con la celebración de la COP28 y el compromiso de los países de la ONU de acelerar la reducción de emisiones de CO2, extremar las acciones para el cumplimiento del Acuerdo de París (aún seguimos lejos de limitar a solo 1,5Cº el calentamiento global) y frenar progresivamente el uso de combustibles fósiles, siendo para estos “el principio del fin” en palabras de Simon Stiell, Secretario ejecutivo de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático.
Así, el acuerdo internacional y los nuevos marcos regulativos, además de otros factores medioambientales, económicos y sociales, aprietan a las empresas a cumplir con determinados estándares en materia medioambiental y de derechos humanos y a seguir nuevas estrategias o consolidar las ya existentes.
Aquí se presentan diferentes tendencias en sostenibilidad para las empresas a lo largo de este 2024 según los estudios del Pacto Mundial de la ONU, el informe MSCI “Sustainability and Climate Trends to Watch for 2024” y conclusiones evidentes extraídas de las campañas ya presentadas por las empresas este mes de enero.
La transparencia en materia sostenible y consecución de objetivos, la adaptación al entorno y al contexto regulador, la mayor colaboración para el cumplimiento de los ODS o una gestión responsable de las nuevas tecnologías marcarán la sostenibilidad social y medioambiental de las empresas este 2024.
1: Adaptación al despliegue normativo y mayor rendición de cuentas
Las empresas deben tomarse en serio la sostenibilidad si desean mantener su reputación y un futuro beneficioso. Los nuevos marcos legislativos nacionales e internacionales, como leyes de representación paritaria, nuevas regulaciones de la UE enfocadas en preservar la naturaleza y la biodiversidad, controles europeos para evitar la “esclavitud moderna” o una nueva directiva de derechos humanos, marcarán el núcleo de las transformaciones en 2024.
También llega el reporting en materia de sostenibilidad para las grandes empresas por la normativa europea CRSD. La transparencia empresarial respecto a las estrategias sostenibles y objetivos concretos será clave y de estricto cumplimiento a lo largo de este 2024. Las pymes deberán adaptarse también a los estándares ambientales y sociales anunciados el pasado año por parte del EFRAG.
Las empresas tendrán que actualizarse o reforzar sus códigos para cumplir con el marco y actuar de forma responsable ante la legalidad vigente en cada momento, de lo contrario se verán ante un daño reputacional severo. Aspecto importante también de cara a la aprobación social y la comunidad inversora.
2: Participación activa en los objetivos públicos
Las empresas privadas seguirán siendo claves para conseguir un entorno y ecosistema sostenible y respetuoso con el planeta y los derechos humanos. Por ello deberán implicarse en mayor medida en la colaboración con los organismos públicos en la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y la Agenda 2030.
El sector privado irá de la mano del gobierno y empresas públicas en diferentes actividades, iniciativas y programas tanto a nivel nacional como europeo para consolidar un desarrollo sostenible y respetuoso.
Destacará, dependiendo del contexto y el entorno, la adopción de nuevas y más ambiciosas medidas para lograr los ODS7 Energía Asequible y No Contaminante, siguiendo el mencionado acuerdo mundial del COP28 en avanzar en el despliegue de energías renovables y la reducción de combustibles fósiles; ODS10 Reducción de las Desigualdades, de acuerdo al despliegue normativo en materia reguladora de derechos humanos; ODS13 Acción por el Clima, cuidando el entorno e involucrándose en actividades y programas contra el cambio climático y sus efectos, como hemos visto recientemente en España con la crisis de los pellets en el norte de la península; y ODS17 Alianzas para lograr los Objetivos, tanto de forma público-privada como entre las diferentes entidades.
3: Objetivos concretos y cuantificables
En relación con los objetivos marcados por la Agenda 2030, este 2024 urge enfocarse en diferentes aspectos realistas y con mayor potencial para el desarrollo sostenible por parte de las empresas.
Las líneas de acción en RSE este año girarán en torno a una mayor implicación empresarial en igualdad de género, salario digno para los trabajadores y en las cadenas de suministro, financiación e inversión sostenible, resiliencia hídrica y acción climática y responsabilidad con el entorno natural.
Las entidades desplegarán nuevos programas y alianzas sociales que consigan avanzar a un futuro sostenible bajo estos marcos generales, con la vigilancia tanto de la sociedad como de entidades y organismos como el Pacto Mundial de la ONU.
4: Gestión responsable de la IA (Inteligencia Artificial)
La IA ha revolucionado las empresas el pasado año y los organismos públicos han acelerado la regulación para evitar o disminuir los riesgos inherentes a esta herramienta potencial. Las empresas deberán seguir una estrategia responsable, sacando el mayor potencial a la inteligencia artificial, pero respetando los márgenes legales, especialmente en materia de datos, privacidad y copyright.
El GDPR de la UE marcará los límites para la obtención de datos de los consumidores y el uso de esta herramienta en los procesos empresariales. No obstante, será clave seguir el espíritu autorregulador y aplicar esta tecnología de forma coherente y socialmente responsable, siguiendo la cautela y evitando así nuevos posibles riesgos.
5: Más información y divulgación climática en las empresas
El volumen de información climática en informes empresariales se espera que sea alto para este 2024. Este año será en el que las empresas, bajo el marco regulador de los International Sustainability Standards Board (ISSB) lanzado en 2023, se implicarán de forma obligatoria en la mayoría de los casos en proveer a los clientes, organismos e inversores el máximo de información medioambiental en la empresa posible.
Con la transparencia no será suficiente. La divulgación deberá ser relevante y rigurosa, aportando valor al público y estableciendo la emergencia climática y las estrategias sostenibles como eje central en la agenda comunicativa. Los comunicados e informes en responsabilidad social corporativa serán más importantes que nunca.
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