Desde su origen, la organización se constituye como un espacio en el que estas entidades pueden participar, comunicarse, intercambiar información y conocimientos, manifestar las necesidades de las personas afectadas, así como aprender y apoyarse entre sí. Además, les permite, por una parte, cumplir un papel reivindicativo ante la administración y ante la sociedad en general y, por otra, desarrollar programas alternativos, integrales y globales de empleo.
Su aspiración principal no es otra que contribuir a la eliminación de la discriminación que existe en el mundo laboral hacia las personas con el VIH.
Actualmente, 17 entidades forman parte de la organización, actuando en 11 Comunidades Autónomas diferentes. Todas ellas son entidades que poseen una larga experiencia en diferentes ámbitos de intervención relacionados con la infección por el VIH (prevención, atención bio-psico-social de personas con el VIH y sus familias, etc.).
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