Fuiste nombrado director general de Triodos Bank en 2014, ¿cómo ha evolucionado el banco desde entonces y qué destacarías?
Destacaría principalmente tres cosas: que el banco se ha seguido desarrollando muy bien en la sociedad española, es decir, que ha continuado una extraordinaria aceptación de la propuesta de valor del banco en España, y eso se ha traducido en unos crecimientos anuales de entre 15-20%; que esos porcentajes de crecimiento nos han hecho convertirnos en un banco significativo y formar parte integral del sistema financiero, ya que hemos superado los 2.000 millones de euros de balance); y que toda la transformación del sistema financiero (tecnología, tipos de interés, regulación…) nos ha hecho tener que aprender a ser más ágiles, a reaccionar mejor a las circunstancias y ser capaces de dar respuesta a todos los desafíos.
¿Cómo se enfrenta Triodos Bank a la digitalización del sector?
Nuestra propuesta en ese sentido es muy clara. Buscamos una relación con nuestros clientes basada en ciertos valores e ideales. No hablamos de relaciones digitales, sino de relaciones sociales. Eso no ha cambiado con la irrupción de la tecnología y no tenemos ninguna intención de sustituir las relaciones entre personas con cuestiones tecnológicas.
Lo que sí es cierto es que mucha de la operativa bancaria se facilita con todas las nuevas herramientas digitales. Hemos avanzado en la banca-internet y en la banca-móvil para que nuestros clientes puedan operar de manera mucho más cómoda por vía online, pero las operaciones que requieran un valor añadido siguen tratándose a través de relaciones humanas.
¿Qué diferencia a Triodos Bank de otras entidades bancarias?
Nuestra propuesta de valor añadido es que las personas pueden hacerse responsables de qué se hace con su dinero y que este tenga un impacto positivo. Hoy en día, cuando vas a una institución financiera, de alguna manera sabes lo que ésta te da a cambio de que deposites tu dinero en banco pero no sabes qué va a hacer el banco con él. Sin embargo, nuestra política es ‘queremos contarte lo que vamos a hacer con tu dinero’, y le damos una gran importancia a eso.
Triodos Bank lo va a invertir en préstamos a empresas sociales, culturales, y medioambientales para que esté al servicio de las personas. Recientemente en España hemos superado la cifra de 1.000 millones de euros en créditos a empresas y organizaciones sostenibles. Utilizamos este dinero para invertir en energías renovables, para financiar residencias de ancianos, colegios, actividades didácticas… Nosotros les damos la posibilidad de hacerse ciudadanos responsables y que su dinero trabaje en línea con sus valores.
Habéis sido reconocida como una de las primeras B Corp en España y Europa, ¿qué ha supuesto esto para el grupo bancario?
Es algo muy importante y considero que es un reconocimiento que estamos buscando todos hoy en día. No sólo es hacer lo que tenemos que hacer como organización, sino ser capaces de trabajar mucho más en comunidad para conseguir que las cosas ocurran de manera más eficaz y rápida, además de reconocernos mutuamente aquellos que trabajamos con un mismo propósito que es tener un impacto positivo en la sociedad. Supone disponer de una red mundial en la que apoyarse, facilitando hacer cosas juntos.
¿Cómo ha sido la integración de los ODS en Triodos Bank y en qué os estáis focalizando?
Si realmente queremos cambiar las cosas tenemos que aprovechar las ocasiones en las que nos fijamos objetivos comunes. Los ODS son un paso transcendental en cuanto a que todo el mundo se pone de acuerdo en torno a unos propósitos sociales.
A nosotros nos ha parecido muy importante conectarnos a esa iniciativa global en la que hay una llamada a todos los actores para intentar ponernos al servicio de esos objetivos. Estamos analizando cómo toda la actividad que realizamos va en línea con los ODS para seguir incrementándola. Hay muchas cosas que ya estamos haciendo y aspectos en los que somos muy activos (tema medioambiental, de la igualdad, de la satisfacción de las necesidades sociales), y hay otros en los que tenemos que mirar qué más podemos hacer. Asimismo, hace ya unos años, todas las instituciones financieras que estamos trabajando en la creación de una banca diferente, iniciamos el movimiento ‘Alianza Global para una Banca con Valores’ que, a nivel mundial, trata de construir una red de bancos que utilizan las finanzas para proporcionar un desarrollo económico, social y ambiental sostenible. La GABV ha desarrollado un baremo de banca sostenible que incluye muchos aspectos de medición, como pueden ser las formas de gobierno bancario o conceptos de ratios, y también crear un marco para poder explicar qué es un ‘banco con valores’ y la solidez que tienen.
Algo relevante en estos últimos años ha sido el estudio comparativo entre la banca tradicional y la banca con valores, revelando que ésta última presenta una mayor estabilidad tanto en la rentabilidad como en la solvencia, así como una mayor proporción de fondos utilizados para préstamos a la economía real.
En estos últimos años de crisis económica en España, ¿habéis percibido mayor interés público en vuestro banco y sus actividades?
Hemos visto un mayor entendimiento de la sociedad sobre nuestra propuesta de valor. Quizás haya sido uno de los aprendizajes de toda la crisis. La gente quiere saber más de quiénes son sus bancos, pregunta más, y creo que eso a nosotros nos ha venido bien, porque les interesa lo que estamos haciendo con su dinero.
Nuestra propuesta de banco responsable tiene mucho que ver con el futuro, a los clientes les preocupa la rentabilidad de sus ahorros pero también que sus ahorros se gestionen de una forma comprometida socialmente. Por otra parte, la transparencia es una demanda absoluta y nosotros somos la única institución financiera en este país que publica todas y cada una de sus inversiones en su página web.
¿Qué destacaríais de vuestra política de RSE en materia de medioambiente y en el ámbito social?
No tenemos política ni departamento de RSE como tal, ya que la responsabilidad social es inherente a toda nuestra actividad y está presente en todas las áreas del banco. Nuestro mayor impacto en materia medioambiental o social es a través de la financiación que hacemos a empresas y organizaciones de estos sectores. Un ejemplo es el apoyo a las energías renovables que iniciamos ya en 1986, tras el desastre de Chernóbil, y hasta ahora.
Nuestro compromiso con el medio ambiente no es por moda u oportunidad de negocio, sino porque entendemos que es un pilar fundamental del desarrollo social para los próximos años. Este entendimiento hace que no sólo sea una política de inversión, sino que también forme parte de nuestras políticas habituales incluso a nivel interno. También nos preocupamos por cuidar el medioambiente a través del mobiliario que utilizamos para las oficinas, la iluminación, el uso de electricidad de origen renovable, la comida en el comedor (ecológica)… Ponemos en práctica lo que decimos.
En los aspectos sociales también tenemos un compromiso a largo plazo. En España, estamos trabajando mucho en el ámbito del cuidado de las personas mayores y los servicios para personas con discapacidad o que están en riesgo de exclusión. Nos involucramos tanto con las empresas para mejorar la inserción laboral de los distintos colectivos, como en el trabajo de las residencias.
¿Cómo seleccionáis a vuestros proveedores?
Igual que cuando hacemos un préstamo, buscamos una visión integral de coherencia con nuestros valores, que exista un buen servicio, y que haya un entendimiento entre las organizaciones, ya que hay una posibilidad de desarrollar una relación a largo plazo.
¿Qué retos os establecéis a corto-medio plazo?
Tenemos retos muy marcados. Vivimos en un mundo en el que la sociedad llama mucho a nuestra puerta, hay una demanda importante de una banca con valores con una propuesta como la nuestra, y eso, hace tener que desarrollarnos a un ritmo muy acelerado.
Por otro lado, tenemos de fondo la regulación y los cambios del sistema financiero, que hacen bastante complejo el desarrollo de una institución financiera. Poder combinar nuestra propuesta de valor e identidad con la demanda del mercado y los cambios regulatorios y tecnológicos, son desafíos importantes a los que enfrentarnos. Cada día hay más consciencia de que necesitamos hacer las cosas de manera diferente, ya hay muchas posibilidades para ello, y estamos en un momento en el que lo que nos toca es hacerlo realidad y que sea visible.