La reducción de residuos en las empresas es un componente esencial para lograr operaciones más sostenibles y responsables con el medioambiente. La implementación de un sistema eficiente de gestión de residuos contribuye al cuidado del planeta, pero también a la reducción de costes operacionales y, más importante todavía, al cumplimiento de la nueva Ley 7/2022 de Residuos y Suelos Contaminados para una economía circular.
Desde las empresas se pueden implementar diversas medidas para contribuir a la reducción de residuos. Desde TÜV SÜD, empresa líder en inspección, ensayos y certificación, hemos elaborado una recopilación de las principales.
En primer lugar, implementar una gestión de residuos basada en las regulaciones locales y nacionales, contratando servicios de gestión de residuos autorizados para el tratamiento, transporte y disposición final de los residuos generados en nuestra organización.
Por otro lado, llevar a cabo una correcta identificación y clasificación de los residuos generados, determinando la tipología, la naturaleza y la cantidad de residuos generados. Esto ayudará a monitorizar y mejorar los indicadores establecidos por la organización. Estos indicadores son, en definitiva, objetivos para reducir la generación de residuos. Para realizar este proceso de manera exhaustiva se recomienda llevar a cabo auditorías que garanticen el control del sistema.
En esta misma línea, mejorar la eficiencia de los procesos operativos puede suponer una significativa reducción de los residuos. Esto puede lograrse mediante la optimización del uso de materiales, la modernización de los equipos para aumentar la eficiencia y la implementación de prácticas de fabricación sostenibles que minimicen el desperdicio en todas las etapas de producción. Todo ello, con el foco puesto en la economía circular, fomentando la reutilización y el reciclaje de materiales dentro de la organización y buscando oportunidades para reincorporar los residuos como materias primas en los procesos o en otros sectores.
Esto se consigue, por ejemplo, estableciendo sistemas de recogida selectiva que faciliten la separación de los residuos según su tipología, colocando contenedores específicos para residuos reciclables, orgánicos y residuos peligrosos. Además, hay que asegurar el correcto almacenamiento de los residuos para prevenir derrames, contaminación y riesgos para la salud. Todo ello, hasta la retirada del gestor de residuos autorizado.
En el propio espacio de trabajo se pueden implementar también programas de reciclaje, formación y sensibilización, que garanticen la correcta disposición de los residuos reciclables y orgánicos. Educar a los empleados acerca de cómo separar los residuos y proporcionar instalaciones adecuadas son pasos clave para el éxito de estos programas.
Asimismo, adoptar políticas de compras sostenibles puede reducir significativamente la cantidad de residuos generados. Esto incluye seleccionar proveedores que utilizan envases reciclables o reutilizables, priorizar productos con menos embalaje y elegir productos fabricados con materiales reciclados. Además, es importante considerar la durabilidad y la capacidad de reparación de los productos adquiridos.
Crear una cultura empresarial que valore la sostenibilidad puede tener un impacto profundo en la reducción de residuos. Esto implica educar y motivar a los empleados para que adopten prácticas sostenibles en su vida cotidiana, tanto en el trabajo como en casa. Por ejemplo, reduciendo el uso del papel, evitando los productos de un solo uso y utilizando transportes sostenibles.
Por último, colaborar con otras empresas, gobiernos y organizaciones no gubernamentales puede amplificar los esfuerzos de reducción de residuos. Las alianzas pueden facilitar el intercambio de mejores prácticas, el acceso a tecnologías innovadoras y la participación en proyectos de responsabilidad social corporativa.
Implementar estas estrategias requiere compromiso y participación a todos los niveles de la organización. Como hemos mencionado al principio, a largo plazo, los beneficios de reducir los residuos no solo se reflejan en un menor impacto ambiental, sino también en ahorros económicos, mejoras operativas y un fortalecimiento de la reputación corporativa.
Esta tribuna forma parte del Dosier Corresponsables: Día Internacional de Cero Desechos