En el tejido de la sociedad, la ciencia desempeña un papel fundamental y su impacto se magnifica cuando abraza la diversidad en todas sus formas. En este contexto, el Día de la Mujer y la Niña en la Ciencia se nos plantea en el calendario como una fecha para reivindicar la importancia de ampliar las oportunidades y reconocer las contribuciones significativas de las mujeres en el ámbito científico.
Históricamente, las mujeres han enfrentado obstáculos para acceder y avanzar en carreras científicas. Actualmente en torno al 36% del alumnado en titulaciones del ámbito STEM es femenino. Aunque se han logrado avances notables, persisten desafíos que merecen nuestra atención. Por ejemplo, el ratio tan bajo de mujeres que eligen grados de ingeniería o TIC, ámbitos en los que España se encuentra por debajo de la media europea. Para acabar con los estereotipos negativos que hacen tan poco atractivas estas alternativas educativas deberíamos familiarizarnos con ellas desde el colegio, incorporándolas al plan de estudios y fomentando el interés por un ámbito habitualmente desconocido.
Está demostrado que la diversidad de perspectivas enriquece el campo científico, pero también impulsa la innovación. La ciencia amplía sus límites cuando se nutre de una variedad de experiencias y enfoques. Al reconocer y celebrar las contribuciones de mujeres y niñas en la ciencia, estamos construyendo un entorno en el que la creatividad y la resolución de problemas pueden prosperar.
Poner en valor este día implica más que una reflexión superficial. Es un compromiso activo de superar barreras y fomentar una mayor igualdad de oportunidades. Desde una edad temprana es crucial inspirar a las niñas a explorar su interés en la ciencia y proporcionarles el apoyo necesario para seguir sus pasiones. Programas educativos, mentorías y la creación de modelos a seguir femeninos son esenciales para allanar el camino hacia una representación más equitativa en la ciencia.
Este compromiso, sin embargo, no se limita a un solo día del año. Es un recordatorio constante de la importancia de mantener un enfoque inclusivo. En Urbaser acabamos de recibir el distintivo ‘Igualdad en la empresa’, por parte del Ministerio de Igualdad. Es el único reconocimiento público a nivel estatal y desde el año 2010 tan solo lo han recibido 171 empresas.
La igualdad de oportunidades no solo es un principio, sino una práctica que debe integrarse en el núcleo de nuestras instituciones y de las empresas. Desde el 2019 en Urbaser estamos alineadas con los compromisos establecidos en la Política Corporativa de Igualdad y Diversidad de la compañía, que refleja el compromiso continuo de la empresa con la creación de un entorno de trabajo donde la diversidad sea valorada y la igualdad sea una realidad.
Al celebrar el Día de la Mujer y la Niña en la Ciencia reconocemos la importancia de la diversidad en el ámbito científico, pero también asumimos el compromiso de construir un futuro más equitativo y sostenible. Una responsabilidad que beneficia a las mujeres y niñas, y que fortalece la ciencia en su conjunto y contribuye a la creación de soluciones más completas y efectivas para los desafíos actuales y futuros.
En resumen, este día es un llamado a la acción, una oportunidad para reflexionar sobre el progreso realizado y los caminos que aún debemos recorrer. Celebrar la diversidad en la ciencia no es solo un gesto simbólico; es una inversión en un futuro donde todas las mentes puedan contribuir plenamente al avance del conocimiento y la innovación.
Esta tribuna forma parte del Dosier Corresponsables: Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia.