Reduciendo la huella de carbono más allá del transporte por carretera

El transporte de mercancías por carretera es un sector estratégico para la economía española, así como para los países de nuestro entorno. De hecho, el transporte de mercancías aporta cerca del 5% del PIB español y genera más de 500.000 empleos directos. Además, el 95% del movimiento terrestre de mercancías y dos tercios del intercambio de bienes con nuestros vecinos europeos se realiza por carretera mediante unos 360.000 camiones.
 
Estos datos corroboran el peso específico que tiene el transporte y la distribución en España. Por ello, las empresas del sector tenemos una responsabilidad en la reducción de la huella de carbono de nuestras operaciones. Según datos aportados por la Asociación de Transporte Internacional por Carretera (ASTIC), las empresas transportistas españolas llevan más de una década implantando cambios para reducir su impacto medioambiental. Gracias a estos esfuerzos, las emisiones de CO2 han disminuido más de un 20% por cada tonelada-kilómetro producida.
 
Es evidente que la utilización de flotas sostenibles, con camiones 100% eléctricos o impulsados por combustibles alternativos como el gas natural licuado; el uso de megacamiones o duotrailers, que permiten una mayor capacidad de carga por envío; la tecnología, que favorece la reducción de los kilómetros en vacío y la optimización del transporte por carretera, están favoreciendo esta reducción de la huella de carbono. Pero no todo se reduce al transporte por carretera.
 
El uso de energía totalmente limpia empieza precisamente en las instalaciones logísticas. No es sorprendente que los operadores logísticos busquemos almacenes que tengan un importante parque fotovoltaico instalado en el techo de los edificios. Esto nos permite que trabajemos en avanzar hacia la eficiencia total en todas nuestras operaciones dentro de los almacenes, principalmente gracias a sensores de movimiento y de luz diurna, así como termostatos programables. Como muestra de ello, todas las plataformas y oficinas de XPO en España consumen energía 100% renovable desde hace más de tres años.
 
Sistemas como la iluminación LED también persiguen este objetivo de ofrecer el mayor bienestar a los empleados logísticos además de ayudarnos a optimizar el consumo de energía en nuestros centros. En este sentido, me complace anunciar que en XPO tenemos previsto que el 93% de la superficie de nuestros centros en España y Portugal, lo que ascendería a casi 220.000 metros cuadrados, estén iluminados con tecnología LED a finales de este año.
 
En resumen, son muchos los retos que tenemos que afrontar desde el sector del transporte y la logística. No solo las medidas que adoptemos en la carretera nos van a permitir reducir la huella de carbono. El compromiso con la sostenibilidad empieza precisamente dentro de nuestros almacenes y recorre cada una de las fases de la cadena de suministro.