El 29 de octubre es el Día Mundial del ICTUS, una enfermedad cerebrovascular que se engloba dentro de las dolencias del Sistema Nervioso Central, según la OMS, Organización Mundial de la Salud
Un Ictus se da por la interrupción del flujo sanguíneo a una parte del cerebro o por la rotura de una vena o arteria del cerebro.
Otra forma de sufrir un ictus son el infarto cerebral, la embolia, la trombosis o los accidentes cerebro vasculares.
Mantener unos hábitos de vida saludable, abordar la enfermedad de manera precoz y seguir una buena rehabilitación tras sufrir un ICTUS, es básico para tener una buena calidad de vida.
“El ictus es una urgencia neurológica debido a que los mecanismos lesionales que se desencadenan una vez ocurrida la isquemia o la hemorragia cerebral progresan muy rápidamente y es corto el período durante el que los tratamientos aplicados pueden tener eficacia”, explica Teresa Moreno, Neuróloga de la Unidad Especializada en Neurorrehabilitación de Seniors Torre del Mar. La actuación rápida en los casos de sufrir un ICTUS es importante ya que una actuación veloz puede salvar la vida de la persona afectada, además de ayudar a mantener la autonomía, movilidad y el habla.
“El propósito de todos los trabajadores del Centro Integral de Atención Neurorehabilitadora de Alcalá de Henares es ayudar a las personas con Daño Cerebral Sobrevenido a recuperar o mantener sus funciones corporales, tanto físicas como cognitivas, su autonomía, sus relaciones sociales y su esfera laboral, cada uno desde nuestra disciplina de trabajo”, comenta Sabrina Alavez, Coordinadora Técnica de CIAN Alcalá.
¿Qué hacer?
Es importante mantener la calma e intentar controlar la situación; seguidamente tranquilizar a la persona afectada, facilitar la respiración y tumbarla apoyando la cabeza y los hombros en una almohada; evidentemente, llamar a los servicios de emergencia sanitaria para que actúen en la mayor brevedad posible.
¿Cómo identificarlo?
El ictus se manifiesta en diferentes modos, algunos de ellos son:
Dolor de cabeza intenso y repentino, falta de coordinación en movimientos, alteración en el tono muscular, pérdida gradual de conciencia, confusión del estado mental y/o emocional.
“La atención precoz por parte de neurólogos expertos y el ingreso en unidades especializadas reducen significativamente la mortalidad y la dependencia a largo plazo de las personas que sufren un ictus agudo. Una vez tratados de manera aguda, queda la fase más larga y complicada: el tratamiento de las secuelas donde tenemos que trabajar para mejorar la calidad de vida de los pacientes y de la vida de los familiares y cuidadores, que son fundamentales en el día a día de los pacientes. Tenemos la suerte de tener centros integrativos, como sería el caso de la unidad de Seniors Torre del Mar. Ya no vale la medicina en solitario, sino los servicios multidisciplinarios. Es decir, esto ya no depende solo de un médico que diagnostique, sino de integrar cuidados como logopedia, rehabilitación, fisioterapia, psicología, asistencia social…”, señala Teresa Moreno.
Al igual que Teresa, Sabrina Alavez, Coordinadora Técnica de CIAN Alcalá, también considera que “la clave del éxito en la atención a nuestros usuarios reside en este abordaje transdisciplinar en conjunto con la implicación de los propios usuarios, sus familiares y su entorno, así como el desarrollo de campañas de sensibilización de la sociedad y la participación en proyectos de investigación científica”