El agua es esencial no solo para la supervivencia del ser humano, sino también para la del medioambiente y los ecosistemas. Su disponibilidad se ve afectada por los efectos del cambio climático, que está modificando el ciclo hídrico, sobre todo en entornos en los que es un bien escaso.
Consciente de esta situación y teniendo presente que este es el ingrediente principal de sus bebidas, Coca-Cola quiere formar parte de la solución actuando a través de una estrategia global de agua a 2030 centrada en tres ejes: proteger las cuencas hidrográficas, reducir el consumo de agua interno en sus fábricas, devolver a la naturaleza el equivalente al 100% del agua que contienen sus bebidas cada año y regenerar el 100% del agua que utiliza en sus procesos de producción en las zonas de mayor estrés hídrico.
Devolver y regenerar agua
Dentro de este último pilar de devolver y regenerar agua para su utilización en ámbitos como la agricultura, Coca-Cola ha puesto en marcha desde 2008 doce proyectos en España con los que, solo en 2023, consiguió devolver 4.896 millones de litros de agua a la naturaleza.
Destacan entre ellos dos innovadores proyectos en Tenerife desarrollados en colaboración con instituciones públicas y privadas que permiten regenerar a no sólo el 100% de las aguas residuales de su planta de Tenerife, sino también las aguas urbanas. Para ello, se emplea una puntera tecnología de ultrafiltración en las depuradoras donde se tratan. Estas dos actuaciones se han realizado en las depuradoras de Valle de Guerra y Punta del Hidalgo, ambas poblaciones situadas en el norte de la isla. En Valle de Guerra, Coca-Cola envía las aguas residuales resultantes de su proceso productivo a la depuradora para su regeneración y en Punta del Hidalgo está colaborado en la integración de esta tecnología de ultrafiltración para que pueda ser usada en el riego de los campos de cultivo de la zona.
En conjunto, la implementación de esta tecnología pionera en estas dos estaciones aseguran la disponibilidad de agua de alta calidad para el riego de alrededor de 450 hectáreas de cultivo. En el caso de Valle de Guerra, 2.000 regantes en 350 hectáreas ya se benefician de esta agua regenerada en Valle de Guerra. Mientras que en el caso de Punta del Hidalgo, estación actualmente en modernización, a finales de 2024, todo el agua urbana se regenerará, lo que permitirá el regadío de algo más de 90 hectáreas y 17 fincas agrícolas, así como recuperar explotaciones agrícolas que habían sido abandonadas por la falta de agua para esta actividad.
Estos proyectos cobran una gran relevancia para la zona, ya que el sector agrícola está experimentando dificultades por la escasa disponibilidad de agua, viviendo en los últimos años una disminución de los suministros de agua tradicionales. La posibilidad de contar con este aporte de agua regenerada para uso en los regadíos de la zona supone una aportación de valor significativo en términos socio-económicos para esta región, ya que asegura la viabilidad de los cultivos, representa un ahorro de costes para los agricultores y está permitiendo recuperar algunas zonas de cultivo abandonadas.
Alianzas
Estos dos proyectos son un claro ejemplo de colaboración público-privada ya que se desarrollan conjuntamente con el Consejo Insular de Aguas, organismo cuya misión es la de dirigir, ordenar y planificar las aguas de Tenerife, la Universidad de La Laguna y Teidagua, compañía que gestiona el ciclo integral del agua en los municipios de La Laguna y Tacoronte. Se trata de un modelo de colaboración que podría ser replicado en otras zonas de España.
“Sólo se puede afrontar con éxito la escasez hídrica que vivimos si aglutinamos esfuerzos desde todos los ámbitos, tanto de la esfera pública como privada. En Coca-Cola estamos encantados de colaborar con entidades como el Consejo Insular de Aguas y Teidagua en una estrategia conjunta para regenerar aguas de gran calidad, aptas para regar y recuperar el cultivo de la zona”, afirma Carmen Gómez-Acebo, Directora de Sostenibilidad de Coca-Cola Europacific Partners Iberia. “Estas iniciativas se enmarcan en nuestra estrategia de proteger las cuencas hidrográficas, asegurar la disponibilidad de recursos hídricos para todos y, además, impulsar internamente una gestión eficiente del agua”.
Por otro lado, se está realizando un estudio en colaboración con la Universidad de La Laguna para analizar la calidad del agua regenerada en la depuradora de Valle de Guerra y su viabilidad para el regadío. Un estudio que, en sus resultados preliminares, confirma las aguas regeneradas que son utilizadas para el riego de estas fincas cumplen con los requisitos de calidad que marca la normativa. Asimismo, arrojan que en el riego con estas aguas no se ha detectado un aumento de la salinidad y sodicidad de los suelos, ni problemas de carácter microbiológico, que suelen ser los aspectos que más preocupan cuando se utilizan estas aguas
Objetivos marcados
Además del compromiso de devolver a la naturaleza, al menos, el equivalente al 100% del agua que contienen sus bebidas cada año y de regenerar el 100% del agua que utiliza en las plantas de fabricación situadas en zonas de mayor estrés hídrico para el año 2030, Coca-Cola lleva décadas implementando en todas sus plantas planes de reducción de agua para conseguir un uso más eficiente de la misma.
El objetivo marcado es el de reducir el consumo un 20% en 2025 respecto a 2010. En este sentido, la compañía va por buen camino en España: en 2023, ya se había logrado una reducción del 18,5%. Es por ello que se ha comprometido a un objetivo adicional de reducción más a largo plazo: una reducción del 10% para 2030 respecto al 2019.
En este sentido, en términos generales, la ratio de uso de agua que se necesita para fabricar los productos que a diario se consumen es alta en muchos alimentos. Por ejemplo, 1.500 litros para para producir un kilo de arroz, o entre 5.000 y 20.000 para un kilo de carne. En cambio, para producir un litro de Coca-Cola se necesitan tan sólo 1,77 litros de agua: un litro en la bebida que se consume y apenas 0,77 en todas las operaciones necesarias en las plantas, como la limpieza de las botellas de vidrio rellenables y otros procesos fabriles.
Todo esto se ha conseguido apostando por una innovación constante y por impulsar la circularidad del agua, tanto reduciendo su consumo como reutilizándola en otros procesos. A ello se suma una monitorización permanente del uso del agua en cada punto del proceso de fabricación y embotellado.
Accede a más información responsable en nuestra biblioteca digital de publicaciones Corresponsables.