Más de veinte millones de personas del África austral, así como innumerables especies de plantas y animales, dependen de las aguas torrenciales del río Zambeze. Sin embargo, buena parte de su sinuoso recorrido, desde su nacimiento pantanoso hasta las aguas saladas del océano Índico, sigue siendo desconocida para la ciencia. Conocer en mayor profundidad su origen y sus ecosistemas únicos ayudará a los científicos y a las comunidades locales a proteger estas zonas y el río Zambeze de cara al futuro, fomentando su resiliencia ante el cambio.
Expedición Lungwebungu
Steve Boyes, célebre conservacionista sudafricano, y un equipo del National Geographic Okavango Wilderness Project (NGOWP) fueron nombrados Rolex National Geographic Explorer of the Year en 2019. Boyes se aventuró por primera vez en el sureste de las zonas montañosas de Angola con el NGOWP, trabajando mano a mano con los miembros de la comunidad y un equipo multidisciplinar. Durante esa primera expedición documentaron y descubrieron la importancia de lo que denominan la «Torre de Agua del Okavango-Zambeze», zonas de turberas de alta pluviosidad, elevadas y boscosas. Las turberas actúan como esponjas que alimentan los ríos, incluso durante periodos más secos. Estos ecosistemas pueden resultar cruciales a medida que la temperatura aumenta y los patrones meteorológicos cambian, pero no son terrenos fáciles de navegar.
La primera expedición Great Spine of Africa se dedicó a explorar las remotas zonas montañosas de Angola, donde nace el río. Boyes y su equipo creen que este afluente del Zambeze podría ser en realidad donde nace el río, un factor importante a la hora de determinar las amenazas a las que este se enfrenta.
El equipo recorrió el curso del río Lungwebungu a bordo de canoas tradicionales conocidas como mekoro, cargadas con equipamiento científico. Con su exhaustiva recopilación de registros y datos, el equipo espera poder crear un estudio de base completo de la salud y los ecosistemas del río.
A lo largo de su recorrido de 900 km, los investigadores registraron asentamientos humanos y avistamientos de vida salvaje. Recogieron muestras de ADN ambiental del agua y examinaron los peces y los invertebrados acuáticos. El agua se analizó a través de mediciones sistemáticas de la estructura del río, su caudal y la calidad de sus aguas. Esta investigación exhaustiva está empezando a arrojar resultados interesantes.
Perpetual Planet
Durante casi un siglo, Rolex ha apoyado a exploradores pioneros que han desafiado los límites de la actividad humana. La marca ha pasado de abogar por la exploración en aras del descubrimiento a proteger el planeta, a través de un compromiso a largo plazo para apoyar a individuos y organizaciones que, usando la ciencia, tratan de comprender los actuales desafíos medioambientales y de encontrar soluciones.
Este compromiso se reforzó en 2019 con la puesta en marcha de la Iniciativa Perpetual Planet, que inicialmente se centró en respaldar —mediante los Premios Rolex a la Iniciativa— a individuos que contribuyen a un mundo mejor; en salvaguardar los océanos como parte de una asociación establecida con Mission Blue; y en comprender el cambio climático a través de su consolidada alianza con la National Geographic Society.
Rolex también apoya a organizaciones e iniciativas que respaldan a futuros exploradores, científicos y conservacionistas mediante becas y ayudas, como la Our World-Underwater Scholarship Society y The Rolex Explorers Club Grants.
Accede a más información responsable en nuestra biblioteca digital de publicaciones Corresponsables.