En 2023, España registró 163.220 solicitudes de protección internacional, un récord histórico, que ya superaba en octubre el máximo histórico de 118.842 solicitudes alcanzado en 2022 y que la sitúa como tercer país europeo con más solicitudes (detrás de Alemania y Francia). Estos números mantienen la tendencia al alza iniciada hace años, sólo interrumpida por los efectos de la pandemia de Covid-19. La mayoría de las personas solicitantes provienen de países latinoamericanos. Son personas que huyeron de la emergencia humanitaria en Venezuela, la violencia y el conflicto inacabado de Colombia y las violaciones de derechos humanos y persecuciones en Perú, Honduras. Más de 86.000 son hombres, y 77.678 personas de entre 18 y 34 años.
Cruz Roja Española acogió en 2023 a 51.180 personas refugiadas y solicitantes de asilo en distintos recursos de alojamiento y atendió a 5.878 personas en su Plan de Empleo, con una inserción laboral del 32% de los participantes.
La inserción laboral para una persona refugiada significa el acceso a un empleo digno y estable en el país de acogida, lo que tiene un impacto profundo y positivo en su autonomía económica, su integración social, su desarrollo profesional y personal, su estabilidad y seguridad, dignidad y confianza, y, en definitiva, la reconstrucción de su vida después de la experiencia de huir de su país. El empleo ayuda a dejar atrás el pasado traumático y mirar hacia adelante con esperanza.
Sin embargo, llegar a este momento vital conlleva un proceso largo de orientación, capacitación, formación, homologación de títulos, búsqueda de empleo… sin olvidar procesos vitales como el aprendizaje del idioma, encontrar una residencia estable, forjar redes sociales, etc. En todos estos procesos, los acompaña Cruz Roja. La Organización Humanitaria no solo proporciona ayuda material, sino que también potencia la autonomía y dignidad de los y las solicitantes de protección.
Un proyecto integral de apoyo
Desde hace más de tres décadas, Cruz Roja ha mostrado un compromiso firme con la humanidad y orienta sus esfuerzos hacia las personas en situación de vulnerabilidad. Esta dedicación se refleja claramente en sus acciones en el ámbito de las migraciones, donde ofrece apoyo integral a personas inmigrantes, refugiadas y desplazadas.
Cruz Roja no se limita a proporcionar alojamiento y manutención. Su enfoque incluye también ofrecer seguridad, vestuario e información en idiomas que sean comprensibles por las personas que atiende. La organización se esfuerza por mejorar la salud mental de las personas atendidas, y aborda problemas de adaptación y duelo migratorio. Además, ofrece asistencia jurídica en la solicitud de protección internacional, temporal o apatridia y apoyo en diversas gestiones legales y administrativas.
El refuerzo de competencias y habilidades es fundamental. A través de un itinerario personalizado, Cruz Roja fomenta la autonomía personal, el conocimiento del entorno y la igualdad de género. La organización también sensibiliza a entidades y población sobre la necesidad de una vivienda digna para migrantes y refugiados, desmantela prejuicios y promueve la convivencia. Promover el diálogo, la comprensión y la confianza entre las personas refugiadas y las comunidades es fundamental para garantizar la cohesión social.
Igualmente, Cruz Roja impulsa la inmersión lingüística, vital para la inserción social y laboral, y ofrece servicios de traducción e interpretación. Además, apoya en trámites administrativos, como empadronamiento y escolarización, y fomenta la participación ciudadana y la actividad voluntaria, facilitando la integración social.
El programa de atención a personas refugiadas de Cruz Roja cuenta con el apoyo de la Secretaría de Estado de Migraciones y la colaboración de las diferentes administraciones públicas. En el Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas da atención psicosocial y trabaja para la detección y derivación de casos de potenciales víctimas de trata a dispositivos especializados. Además, participa en un programa innovador basado en la acogida y convivencia de familias desplazadas por la crisis de Ucrania con familias españolas. Esta iniciativa está promovida por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones y en ella también colabora la Fundación “la Caixa”.
En el Día Mundial de las Personas Refugiadas, el 20 de junio, Cruz Roja recuerda los periplos de la migración forzosa. Una persona refugiada puede ser de cualquier origen y huir por múltiples motivos. Las personas refugiadas contribuyen con la sociedad y la enriquecen, de ahí que la lucha contra la discriminación, el racismo y la xenofobia y la promoción de la cohesión social sean fundamentales.
Campaña ‘Caminamos Contigo’
La Federación Internacional de la Cruz Roja lanzó la campaña ‘Caminamos Contigo’/ #NotAlone en diciembre de 2023, a la que Cruz Roja Española se sumó y que se extenderá durante todo 2024 con el objetivo de visibilizar las dificultades de los migrantes y la labor de Cruz Roja a la hora de salvar vidas y facilitar el acceso a servicios esenciales. Una iniciativa que busca estrechar los lazos entre la población y los migrantes y promueve empatía y solidaridad.
Según Naciones Unidas, más de 110 millones de personas se enfrentan a desplazamientos debido a la persecución, los conflictos armados, el cambio climático y las crisis humanitarias que enfrentan, a lo largo de sus viajes, grandes desafíos para acceder a servicios esenciales y luchan contra el estigma y la discriminación.
A finales de 2023, el 40% de estas personas (43,3 millones) eran niños y niñas menores de 18 años.
Cruz Roja Española forma parte de la red mundial de 155 Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja que trabajan para apoyar a migrantes y desplazados, independientemente de su estatus legal, y es en esta campaña donde se recuerda que ningún ser humano es ilegal y ningún ser humano debería sufrir la muerte, lesiones o malos tratos mientras busca seguridad o una vida más digna en un país o comunidad diferente.