La soledad no deseada, el aislamiento social y la ‘brecha digital’ son realidades que sufren con frecuencia las personas mayores, como constata Cruz Roja. Para afrontar este problema, la organización humanitaria, con el apoyo de a la Fundación Amancio Ortega, implantarán por todo el territorio nacional un innovador programa que aúna tecnología humanitaria y voluntariado.
Evitar situaciones de soledad
Tras el convenio de colaboración que ambas entidades acaban de firmar, 26.000 personas mayores de toda España contarán en su hogar con dispositivos de voz que incorporan aplicaciones específicas para favorecer su autonomía y evitar situaciones de soledad. El proyecto incluye la instalación de los dispositivos y, si fuese necesario, la conexión online de los hogares. Además, la red de voluntariado de Cruz Roja tiene un papel clave, de acompañamiento y formación a las personas mayores. El programa, de tres años de duración tiene un presupuesto de alrededor de 15 millones de euros, que asume íntegramente la Fundación Amancio Ortega.
La soledad no deseada y el aislamiento social de las personas mayores, un colectivo que mayoritariamente sufre la ‘brecha digital’, va camino de convertirse en un problema creciente de la sociedad española, por su evolución demográfica: según las proyecciones del INE, en 2050 los mayores de 65 años serán el 31,4% de la población, frente al 19,6% actual. Dada la situación, y con el contexto del mayor aislamiento que provocó la pandemia del Covid-19, Cruz Roja puso en marcha un programa piloto, entre agosto del 2020 y marzo del 2021, sobre el uso de asistentes de voz en personas mayores, para funciones como el contacto con sus familiares, el ejercicio físico o la propia relación con el voluntariado de la organización humanitaria.
Mejora de la autonomía personal de las personas mayores
El uso de dispositivos de voz como complemento a las labores de acompañamiento y seguimiento de Cruz Roja demostró una mejora sustancial en la autonomía personal de las personas mayores atendidas. Además, se mitigó el impacto del deterioro físico, la soledad y el aislamiento que sufren, se aumentó su socialización y se redujo la sobrecarga de trabajo de sus posibles cuidadores. En palabras de los propios participantes, esta experiencia ha significado para ellos “sentirse más acompañados”, “aliviar la soledad”, “aumentar la autonomía”, “mejorar la comunicación con familiares y amistades”, “organizar mejor el día a día y los entretenimientos diarios” y producir una percepción de “empoderamiento por el acceso a la tecnología”.
Con estos buenos resultados de la prueba piloto del programa de Cruz Roja, y gracias al acuerdo con la Fundación Amancio Ortega, el programa se extenderá a todo el territorio nacional. Llegará, a partir de septiembre, a 26.000 personas mayores que viven solas, que recibirán, además de los dispositivos en sí, sesiones informativas sobre su uso y estarán acompañados por la red de voluntariado de Cruz Roja que les atiende habitualmente.
Cruz Roja es referente humanitario en el cuidado y atención a personas mayores y en innovación y tecnología humanitaria. Este proyecto se enmarca en la estrategia de Cruz Roja de favorecer la igualdad de oportunidades e impulsar la creación de entornos inclusivos, seguros, saludables y sostenibles. Una estrategia integral de las áreas de conocimiento de Inclusión social y del área trasversal de innovación y tecnología humanitaria que establece el trabajo con las mujeres y hombres mayores, las personas cuidadoras y el entorno que les rodea para mejorar la calidad de vida de las personas mayores en su proceso de envejecimiento, reduciendo las desigualdades de género.