La defensa de los derechos humanos se ha convertido en un reto y en una oportunidad para las compañías, que han mejorado su compromiso e inversión en este ámbito a partir de la formación, las auditorias sociales o el apoyo de la alta dirección.
“Los derechos humanos se han convertido en un tema relevante y en un reto para el conjunto de las compañías y de la sociedad, para que las empresas sean cada vez más responsables y promotoras de los derechos humanos en todo el mundo”, ha defendido Ignasi Carreras, profesor y director de los programas de formación directiva para ONG del Instituto de Innovación Social de Esade, durante la sesión digital Derechos humanos y empresa: retos y oportunidades’, enmarcada en el Ciclo de Conferencias Esade – Fundación SERES.
Por su parte, Ana Sainz, directora general de la Fundación SERES, ha inaugurado la sesión destacando que “La gestión de los derechos humanos no se reduce únicamente a proteger los derechos humanos de los demás, sino que se deben mitigar riesgos y garantizar el cumplimiento de esos derechos, e incorporar el respeto y la promoción de los mismos en toda la cadena de valor”.
“Desde Fundación SERES trabajamos los derechos humanos con las empresas desde un enfoque transformador, donde haya una participación total del liderazgo y donde los programas respondan a los desafíos actuales, abran oportunidades para nuevos mercados, cadenas de valor más resistentes e impulsen la innovación y valores transparentes en los negocios”, ha subrayado Sainz.
Cómo mejorar el compromiso con los derechos humanos
Ana Antequera, directora de Comunicación y Responsabilidad Social y Sostenibilidad de Ebro Foods, ha destacado la importancia de esta materia para las empresas. “Es una oportunidad para garantizar el cumplimiento de los derechos humanos, además de para reforzar nuestro marco legal y nuestra matriz global de riesgos, pero a la vez es un reto en nuestra cadena de suministro”, ha comentado.
A pesar de ello, la presencia de Ebro Foods en varios continentes, con varios marcos normativos, plantea una dificultad mitigada a partir de la formación y de las auditorias sociales. En esta línea, Antequera ha puesto el ejemplo de su filial en India, en la que, a partir de la formación, la comunicación interna y la mejora de las condiciones de vida de los trabajadores, la empresa ha sido reconocida como uno de los mejores lugares de trabajo en este país.
“En la actualidad, el marco regulatorio en este ámbito existe a nivel nacional y a nivel europeo, pero va a experimentar una evolución para pasar de un cumplimiento voluntario a modelos de obligatorio cumplimiento”, ha reconocido Andrés Toribio, global head of Quality & Risk Management de Cellnex. Este proceso coincide con un mayor interés de los clientes y de los inversores. En Cellnex, la adecuación a esta política de los derechos humanos se ha realizado de manera conjunta con el departamento de ESG, de forma transparente y con el objetivo de concienciar a todos los niveles.
Celia Valero, técnico de Sostenibilidad de Redeia, ha coincido con los ponentes en el interés creciente de los inversores en los derechos humanos. “La perdurabilidad de las empresas ya no solo pasa por generar un valor económico, sino también pasa por generar valor hacia los grupos de interés”, ha afirmado. Valero ha subrayado la importancia de contar con un modelo actualizado de la gestión de los derechos humanos, con el riesgo de integrar los marcos de reporting, la reputación y de las sanciones. Por último, Valero ha insistido en adaptar las políticas a cada compañía y el apoyo de la alta dirección. “Son un pilar clave para que los derechos humanos estén presentes en la toma de decisiones”, ha concluido.
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