La sostenibilidad y la economía circular llegan al taller. El incipiente mercado de recambio ecológico en España puede alcanzar los 900 millones de euros, en torno al 10% de lo que mueve el recambio en nuestro país, según Solera, la compañía tecnológica experta en todo el ciclo de vida del automóvil.
Se trata de piezas de recambio procedentes de vehículos irreparables que se convierten en “donantes”, de modo que aquellas que no han sido dañadas y son reutilizables se pueden aprovechar para otras reparaciones. Todas ellas procedentes de los más de 1.600 CAT (Centros Autorizados de Tratamiento, lo que antes se conoce comúnmente como desguace) que hay en nuestro país.
En concreto, cada año en España “muere” el equivalente al 3% del parque, unos 700.000 coches. Ocho de cada diez tienen más de 15 años, por lo que sus piezas son menos aprovechables. En cambio, 150.000 coches, dos de cada diez, tienen menos de 15 años, representando el recambio ecológico más rentable.
De este modo, se puede reducir el impacto de las reparaciones en la huella de CO2, pues un siniestro contamina, al tiempo que disminuye el coste medio de la reparación sin mermar la calidad de la misma.
Este recambio, que convivirá en el mercado con el original y el equivalente, podría aplicarse en el 20% de las reparaciones en España y tiene un coste medio en torno a un 55% inferior al recambio nuevo original.
Otras cifras a tener en cuenta es que potencialmente uno de cada tres recambios en la reparación puede ser ecológico, pudiendo llegar a reducir las toneladas de CO2 en un 15% en las reparaciones.
Su importancia e impacto en la sostenibilidad lo aporta la propia dimensión que tiene el recambio, pues representa casi 6 de cada 10 euros en una reparación. Y con un precio al alza, pues se incrementó un 6% en 2023, aunque esta cifra equivale a la mitad que un año antes, cuando se encareció un 12%, duplicando nada menos que al IPC.
¿A la estela de Francia?
La irrupción del recambio ecológico en España no es otra cosa que el compromiso de la automoción con la sostenibilidad y que tiene en Francia uno de sus epicentros. En concreto, en el país vecino ya es obligatorio presupuestar recambio ecológico, dando la capacidad de elección al usuario final, a quien se le debe informar de la existencia de esta alternativa para su conocimiento y decisión a través de dos presupuestos, uno con piezas nuevas y otro con sus equivalentes recicladas.
La excepción que contempla la legislación francesa es que se trate de piezas relacionadas con los elementos de seguridad, así como algunas de mecánica o electrónica que formen parte de los componentes de la dirección, los frenos, el tren de rodaje o la suspensión.
Recambio ecológico en conjunción con la reparabilidad
El camino hacia el concepto de taller sostenible pasa no solo por incorporar el recambio ecológico como alternativa para las reparaciones, sino también fomentar la reparabilidad. En definitiva, antes que sustituir una pieza, tratar de repararla y, si no es posible, intentar en la medida de lo posible incorporar piezas recicladas.
En la actualidad, el índice de reparabilidad en España se sitúa en el 66%, es decir, 2 de cada 3 piezas que intervienen en una reparación son reparadas y no sustituidas. Este índice de reparabilidad incluye las piezas que realmente se reparan, fundamentalmente las de carrocería, y el análisis tiene en cuenta el conjunto de piezas realmente reparables por cualquier taller.
Todo ello muestra cómo el negocio de la posventa también empieza a vincularse ya a los denominados Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas, como el ODS 12 de Producción y Consumo Responsable, cuyo punto 12.5, dice lo siguiente: “reducir considerablemente la generación de desechos mediante actividades de prevención, reducción, reciclado y reutilización”.
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