La ministra de Educación, Pilar Alegría, ha anunciado que el Gobierno, en colaboración con las comunidades autónomas, ha acordado reducir el grado mínimo de discapacidad necesario para acceder a las becas de estudio. A partir de la próxima convocatoria en 2024/2025, el requisito de discapacidad se reducirá del 33% al 25%. Durante su comparecencia en la comisión parlamentaria del Congreso, la ministra Alegría destacó la importancia de escuchar y atender las demandas de la sociedad para mejorar el acceso a la educación.
Esfuerzo presupuestario
Esta medida forma parte del “esfuerzo presupuestario” en la política de becas que la ministra ha querido poner en valor, y que ha implicado una “inversión histórica” de 2.520 millones de euros en 2023, “para avanzar en la equidad educativa”.
Una inversión que, según ha señalado, “está permitiendo que más de un millón de jóvenes puedan acceder a la educación con esa beca“.
El borrador del decreto que determina los límites de ingresos y patrimonio familiar, así como las cantidades de becas y asistencias para el periodo académico 2024-2025, establece un requisito mínimo del 25% de discapacidad para acceder a las ayudas, en el caso de estudiantes con necesidades específicas de apoyo educativo relacionadas con la discapacidad.
Esta cifra representa al menos una discapacidad moderada que requiere apoyos significativos y estables. En años anteriores, las convocatorias anuales fueron las encargadas de definir cómo demostrar la necesidad específica de apoyo vinculada a la discapacidad, y desde el periodo académico 2020/2021 se estableció en el 33%.
La convocatoria de becas vuelve a incluir una ayuda complementaria de 400 euros dirigida a personas que presentan una necesidad específica de recibir apoyo educativo derivado de las siguientes situaciones: Discapacidad; trastorno grave de conducta o de la comunicación y del lenguaje; trastorno del espectro autista; o altas capacidades.