Con motivo del Día Universal de la Infancia, que se celebrará el próximo domingo, la ONG Educo reivindica el comedor escolar y el espacio del mediodía como un lugar en el que se garantizan los derechos de los niños y las niñas. “Ahí se les asegura su alimentación, pero va mucho más allá. Aprenden hábitos nutricionales y sociales, están protegidos dentro de la escuela en vez de comer solos en casa porque sus familiares trabajan, gestionan los conflictos que puede haber entre ellos y disfrutan de su tiempo de ocio. Es un lugar clave para el desarrollo y el bienestar de la infancia. Es un espacio de derechos, y sin ellos, no hay justicia ni equidad”, explica Pilar Orenes, directora general de Educo.
En un contexto de inflación, que especialmente está afectando a la cesta de la compra, la ONG está llevando a cabo en España una campaña de recogida de firmas para pedir que todos los niños y niñas, sean cuales sean sus circunstancias, accedan al comedor sin coste económico para las familias. “Mientras esto no sea posible, los Gobiernos deben comprometerse para que la infancia en situación de pobreza y vulnerabilidad que aún no va al comedor porque sus familias no pueden asumir el coste, accedan gratuitamente. Esto implica aumentar las inversiones destinadas a esta área y una apuesta clara por la infancia”, añade la directora general de Educo.
En 2013, Educo puso en marcha en España el programa Beca Comedor, para asegurar que los niños y las niñas pudieran tener al menos una comida completa y nutritiva al día, tanto durante el curso escolar como en verano. Tras 9 años, Educo ha otorgado becas a más de 58.000 niños y niñas, trabaja con más de 300 centros educativos y entidades sociales y ha facilitado más de 4,8 millones de comidas.
El comedor escolar en el mundo
Además de en España, Educo desarrolla sus proyectos en 13 países de Asia, América y África. La organización trabaja para que los niños y las niñas puedan acceder a una educación equitativa y de calidad. “Para que esto ocurra, es necesario que tengan asegurada su alimentación. Esto les permite tener un buen desarrollo físico y mental y evitar problemas de salud, algo imprescindible para que vayan a la escuela en buenas condiciones y tengan la energía para seguir las clases”, asegura Pilar Orenes.
En comunidades de países como Malí, Burkina Faso o Bangladesh, la ONG tiene proyectos en los centros educativos que incluyen el tema de la alimentación a través de las cantinas escolares. “El comedor es la herramienta que permite que familias con pocos recursos que, a priori, prefieren que sus hijos no vayan a la escuela, los lleven porque saben que allí tienen asegurada una comida al día, lo que les permite acceder también a su derecho a la educación”, afirma la directora general de la entidad.
Consulta más información responsable en las publicaciones Corresponsables