El Aeropuerto de Málaga-Costa del Sol celebra hoy el Día Mundial del Medio Ambiente iluminado de verde y con la entrega de los octavos premios a la gestión
En línea con su compromiso de minimizar la huella ambiental aeroportuaria y su apuesta firme por la consecución de un transporte aéreo más sostenible, la infraestructura malagueña reconoce, un año más, las buenas prácticas medioambientales de las empresas que operan en el recinto aeroportuario.
En esta ocasión, los galardonados han sido Eiffage Energía Sistemas, en la categoría de proveedores, y Servicios Logísticos de Combustibles de Aviación (SLCA), entre los agentes ‘handling’. Las empresas premiadas han destacado por la notable mejora en el control de los aspectos ambientales, así como por la colaboración y el esfuerzo realizado para la adaptación a los nuevos requisitos que surgen de la legislación ambiental.
En el acto de entrega, los responsables de Medio Ambiente del Aeropuerto de Málaga-Costa del Sol presentaron los avances de la infraestructura en el Plan de Acción Climática de Aena y las actuaciones locales. Los ganadores, por su parte, compartieron sus mejores prácticas y los aspectos de sostenibilidad más destacados de su desempeño ambiental y su candidatura.
La filosofía de estos premios pasa por reconocer el compromiso de todas las empresas que desarrollan su labor en el Aeropuerto de Málaga-Costa del Sol en la reducción de su huella ambiental y su contribución a los objetivos de mejora evidenciados durante el año, evaluado en los controles ambientales a empresas que realiza Aena.
Para calcular sus aportaciones en estas líneas de acción, el aeropuerto malagueño puntúa factores como la eficiencia energética, el uso de energías renovables y de una flota sostenible, la compensación de emisiones, la huella hídrica eficiente, la economía circular y la cooperación y concienciación.
Huella ambiental del aeropuerto en 2023
Siguiendo la estrategia de sostenibilidad de Aena, los registros del desempeño ambiental del Aeropuerto de Málaga-Costa del Sol arrojaron significativas reducciones de consumo durante el pasado año en comparación con 2022.
Agua
El uso del agua disminuyó un 27% en relación al año anterior. En el camino para la consecución de una huella hídrica eficiente en las instalaciones, el aeropuerto desarrolla una serie de trabajos que van desde la digitalización de las instalaciones (actualización de redes de riego y abastecimiento) al control de los consumos.
La infraestructura ha evaluado las variadas fuentes de consumo (abastecimiento, fluxores, sistemas de climatización o campas de alquiler de vehículos) para así implementar medidas de control como el cierre físico de líneas, la programación de horas de funcionamiento de los grupos de presión y el ajuste de presiones de funcionamiento de la red. Para el registro, se han desarrollado indicadores de seguimiento y alarmas en los sistemas a fin de detectar posibles incidencias.
En paralelo, se han realizado mejoras en las instalaciones de agua como las inversiones en los sistemas de control de las instalaciones de climatización y la implantación de sistemas de reutilización de agua de la central termofrigorífica y para las pruebas del Servicio de Salvamento y Extinción de Incendios (SSEI) y el lavado de vehículos.
Energía 100% renovable
Respecto al consumo energético, también disminuyó el pasado año en relación a 2022. Concretamente, el uso de la energía, que en el aeropuerto procede de fuentes 100% renovables, se redujo un 9%. Actuaciones como la sustitución de las luminarias por iluminación tipo LED o la renovación de la climatización son algunas de las medidas que han contribuido a un consumo más eficiente en las
instalaciones aeroportuarias.
También el uso de combustible de los vehículos del aeropuerto se ha aminorado un 7%. A esta reducción ha ayudado el incremento de la flota eléctrica.
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