Aunque 3 de cada 4 españoles (78,3%) cree que sería más feliz si tuvieran la jornada intensiva, lo cierto es que tanto jefes como empleados deben afrontar un gran cambio de mentalidad para la implantación del horario laboral europeo.
El 59% de los encuestados asegura que el jefe es el último en irse de la oficina, lo que prolonga normalmente las horas que el empleado permanece en el puesto trabajo para dar la impresión de que se está implicado con la empresa. “Las ganas que tenga el jefe de irse a casa siguen marcando el fin de nuestra jornada laboral. Conocemos la teoría, pero en la práctica sigue estando mejor visto el presentismo laboral, que otras fórmulas a la orden del día en el resto de Europa, como la jornada flexible o trabajar desde casa”, comenta Xavi Roca, experto en técnicas de liderazgo en empresa.
Según el portal Let’s Beer!, la difícil conciliación entre una larga jornada laboral y cualquier otra actividad que haya de realizarse durante las horas de luz puede ser la razón de que 1 de cada 3 españoles (32,6%) confiese haber utilizado una excusa falsa para salir antes del trabajo. Así, más de la mitad (52,4%) han utilizado la ‘cita con el médico’ como excusa falsa.
En cuanto a diferencias y similitudes entre sexos, 2 de cada 4 mujeres asegura no poder conciliar frente a solo 1 de cada 4 hombres. Eso sí, si salieran antes de trabajar tanto ellos como ellas creen que tendrían una vida sexual más activa. Por regiones, los madrileños son los más preocupados por tener vida más allá del trabajo. Valencianos y vascos los que menos.