El sector de las bebidas refrescantes en España mantiene sus buenos resultados con un crecimiento en ventas del 7,1% en el último año hasta alcanzar los 5.680 millones de euros. Además, consolida su contribución económica y social en el país con más de 10.700 millones de euros de valor añadido bruto (VAB) a través de su cadena de valor, donde destaca el peso del canal hostelero. Su impacto positivo repercute en todo el territorio y muy especialmente en las pequeñas ciudades y municipios de menos de 30.000 habitantes, donde impulsa el crecimiento demográfico, la economía, el empleo y el bienestar social. Así se desprende del Informe de Impacto Social, Económico y Local del Sector de las Bebidas Refrescantes en España elaborado por la consultora financiera AFI.
Esta industria también es un potente motor de empleo en el país, generando más de 176.200 puestos de trabajo, de los cuales 68.700 son empleos directos relacionados con las elaboración y comercialización de bebidas refrescantes. El empleo en el sector continúa con una senda positiva que se mantiene en 2024, con un crecimiento del 3% en el primer semestre del año, un comportamiento ligeramente superior a la media nacional.
De igual manera, las exportaciones también han experimentado un notable aumento en el último ejercicio. Según los datos del informe, las ventas al exterior de bebidas refrescantes representan en torno al 8,5% del total de la facturación del sector y el valor de las exportaciones españolas de estas bebidas creció un 16,4% en comparación con 2022. Los principales mercados de destino fueron Portugal, Reino Unido y Francia.
Según resalta la Directora General de la Asociación de Bebidas Refrescantes, Beatriz Blasco Marzal: “El buen comportamiento del sector va unido al auge y consolidación de las variedades de bebidas sin azúcar, que ya superan el 60% de las bebidas que se comercializan en España, además del excelente desempeño del turismo y la hostelería en el último año”. También destaca que “el 90% de los refrescos consumidos en España se producen aquí, lo que demuestra el arraigo y el impacto local del sector”.
Arraigo local del sector de las bebidas refrescantes
La industria se caracteriza por un fuerte arraigo en el país, con sus más de 200 años de historia y 148 centros de actividad distribuidos por todo el territorio. Actualmente el sector tiene presencia en todas las comunidades autónomas, tanto en grandes ciudades como en pequeños municipios y medio rural -donde se ubican el 15% de los centros de actividad de la industria-.
El análisis de la consultora AFI constata que las localidades en las que está presente el sector presentan mejores indicadores en términos de crecimiento poblacional, empleo, renta y bienestar. Un impacto positivo que se percibe especialmente en los municipios de menor tamaño, que son precisamente los más expuestos al reto demográfico.
En concreto, el 75% de los centros de producción de bebidas refrescantes se ubican en pequeñas ciudades y municipios de menos de 30.000 habitantes como Martorelles (Barcelona), Carcaixent (Valencia), Béjar (Salamanca), Santa Comba (A Coruña), Tacoronte (Santa Cruz de Tenerife) o Etxabarri (Álava) entre otros.
Mayor crecimiento demográfico, empleo y bienestar social
Estos pequeños municipios en los que se ubica algún centro de producción de bebidas refrescantes registraron en el último año un mayor crecimiento poblacional (3,4 puntos porcentuales superior al de municipios de ese tamaño), contribuyendo a una mayor estabilidad demográfica y fomentando el rejuvenecimiento poblacional. De hecho, estas localidades también presentan un patrón poblacional más joven (el peso de la población menor de 16 años es 4,9 puntos porcentuales superior a la media) y una mayor capacidad para atraer a población foránea (7,2 puntos porcentuales por encima del resto de España.)
Del mismo modo, en estos pequeños municipios en los que el sector desarrolla su actividad se observa un mayor dinamismo en el mercado laboral: el crecimiento del empleo es 10 puntos superior a la media nacional. Y si nos fijamos en los niveles de renta de los hogares y de gasto público, también se confirma el efecto positivo. La renta media de los hogares en pequeños municipios se sitúa en los 33.600 euros, un 15,3% por encima de la media nacional para poblaciones de este tamaño. A su vez, el gasto público per cápita en estas zonas es un 5,2% mayor que la media en este perfil de municipios. De esta manera, se genera un círculo de desarrollo económico y social que potencia la calidad de vida y el bienestar de la población.
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